La tormenta arrecia. Anarella se ha adelantado de prisa para ver cómo está la situación de la entrada a la Fuerza Aérea. Rigoberto va conmigo, a paso lento, todos se adelantan, sin embargo el esfuerzo proporcional que ha emprendido Rigo daría como resultado una estampida invencible... Rigo está muy enfermo, convaleciente el poeta grande... su rostro demacrado contrasta con los miles que irradian juventud y arrojo. Rigo tiene un arrojo mayor, el poeta Paredes se detiene solo para respirar y continuar a pesar de la lluvia antimotines, a pesar del frío imprevisto.
Hay una imagen que no olvidaré: Rigo de frente y abriéndose paso entre las tropas que franqueban el paso como un mar dividido por la pura voluntad de un poeta digno.
Poeta Paredes, Rigo querido qué lección más bella me ha dado!!!!!!
Regresamos, Anarella lo toma de la mano. Salimos de esa base aérea como quien regresa de un bello parque al cual le fuimos a sembrar dignidad.
Las urnas de la cuarta urna están ahora en nuestras manos, y en la de todo un pueblo renacido.
F.E.
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