miércoles, 30 de octubre de 2013

Ronald Augusto - Brasil



Y ahí estaba Ronald Augusto, dándole cara a aquella afirmación de Antonio Lobo Antunes ¿Qué decía el novelista portugués? "en un idioma en el cual la música está tan presente la musicalidad tiende a ocultar la poesía"... ¡Bah! poesía y música son la misma cosa, garoto! le decía Ronald a Lobo desde la Plataforma Lavardén, en Rosario, y nosotrxs, en completo vaivén de coro que murmura y acompaña, dejábamos que esa música definiera el instante, el espacio, la cadencia de esos diez minutos a cargo de Ronald. Al finalizar, fui y le dije un galimatías que pretendía expresar el buen momento que pasé al escucharlo. Ronald Augusto, muy amable y risueño volvió a cantar en ese idioma de viento pero en realidad lo que pretendía era sólamente decirme gracias. Nos dimos las manos y su poesía quedó, como toda música, resonando,

outra fera alegórica   

a vaca cor de barro
eu vinha de longe em longe
quando ela me viu
achei no seu olho de boi
um ameaço

havia uma bifurcação
por onde enfiar a esperança
e o temor
ao pé de mim a cada passo
suas bostas

antes deste empate
eu ouvia os sapos
cada coaxar era um buraco
esponjoso de onde um som
de água opaca



otra bestia alegórica

la vaca color de barro
yo venía de lejos a lejos
cuando ella me vio
hallé en su ojo de buey
una amenaza

había una bifurcación
a donde meter la esperanza
y el temor
al pie de mí en cada paso
sus bostas

antes de este empate
yo oía los sapos
cada croar era un bache
esponjoso de adonde un son
de agua opaca

*

5. primeiro 
pode ser que um homem se chame pinheiro
pode ser que este homem se mova
entre pinheiros se
comova de vê-los
se é que é possível estar atento
a qualquer coisa que se mova enquanto o vento
no coque dos pinheiros calmo
geme como se
se prestasse a seda sendo
arrastada através de um espinheiro

segundo
que um homem se inscreva ao ouvir
o chamado: pinheiro
não é de arrepiar os cabelos
nem de pelar pinheiros
para que vento não se perceba em parte
alguma e algum vendo-o
ave empalhada em ramo tateante
não se detenha siga
rumo ao monte



5. primero
puede ser que un hombre se llame pinedo
puede ser que este hombre se mueva
entre pinos se
conmueva de verlos
si es que es posible estar atento
a cualquier cosa que se mueva entre tanto el viento
en el moño de pinos calmo
gime como si
se prestara a seda siendo
arrastrada a través de un espino

segundo
que un hombre se inscriba al oír
el llamado: pinedo
no es de erizarse los pelos                                
ni de pelarse pinos
para que el viento no se perciba en parte
alguna y uno al verlo
ave empajada en ramo tocante
no se detenga siga
rumbo al monte

*

mar marrom na beira onde
as presas da espuma fria

o velho sapo senil encasulado em linho
ou todo de branco
escoltado por um par de nixes
sararás
até a entrada do maximbombo
                                                                                                           
 uma delas esconde
 um sestroso sorriso
 risinho sob a gola da camiseta azul
 os olhos um passo a frente
 dizem o que não os lábios

 a outra torce o beiço
 contrariada por estar às ordens
 de um velho excêntrico e tão limpo e infenso
 à nódoas de lama sórdida
 num dia chuvoso
 como esse



 mar marrón a la vera adonde
 las presas de espuma fría

 el viejo sapo senil encapullado de lino
 o todo en blanco
 escoltado por un par de nixes
 catiras
 hasta la entrada del machimbombo                          

 una de ellas esconde                                            
 una pilla sonrisa                                                        
 risita so el cuello de la camiseta azul                
 los ojos un paso al frente
 dicen lo que no sus labios

 la otra se tuerce el bezo
 contrariada de estar a las órdenes
 de un viejo excéntrico y tan limpio y adverso
 a manchas de lama sórdida
 en un día de lluvia
 como ese

*
achegas antes da solenidade de posse


em todos os teus dias ninguém fará sobre nossa terra
senão o que tu mentalizares
                                     toma do meu coração algum tanto
que sejas esforçado e soca o olho ao tapa-olho


topando com carreirista: taipa e farpa
                                                     mais não pedirá
gran colpe con teu tragazeite se por des
ventura um mocambo de poetas negros afirmando
que deuses têm nariz chato e pêlo duro
parte para o tapa (a chibata já não soa bem
no concerto das nações) e nunca para a rapa


cotovelada nas costelas saúda pelo estabelecimento
a cerimoniosa mulher pública


não consintas em nenhuma guisa que os teus sejam soberbos
nem atrevudos   mudo chuta-lhes o
                                                 baco frasco apenas
concha no lado da orelha


haverás o papa e as gentes
unhaecarnebranca


dá-lhes siempre sus soldadas bien paradas pontapés
joelhadas sem joelheira
punhadas
             pois eles (veja-os de joelhos) sem tais
cuidados perderiam o siso
e quando tocassem no teu nome só diriam injúrias
à base de tortuosa linguagem

Ronald Augusto da Costa (Rio Grande4 de agosto de 1961) é um poeta experimental, inicialmente ligado à poesia marginal, crítico de poesia, editor, músico e letrista do Rio Grande do Sul, sendo um dos editores associados ao website Sibila, criado pelo poetaCharles Bernstein e por Régis Bonvicino, além de ser notabilizado por seus estudos sobre literatura negra.
  • Prêmio Apesul Revelação Literária em 1979.
  • Medalha de Mérito conferida pela Comissão Estadual para Celebração do Centenário de Morte de Cruz e Sousa, Estado de Santa Catarina, por estudo referente à obra do poeta negro catarinense, em 1998.
  • Troféu Vasco Prado conferido pela 9ª Jornada Nacional de Literatura de Passo Fundo, em agosto de 2001.
  • Libros:
  • Negro 3 X negro, co-autoria Paulo Ricardo de Moraes, Jaime da Silva. Porto Alegre, 1992.
  • Homem ao Rubro. Editção Grupo Pró-texto. Porto Alegre, 1983.
  • Disco, co-autoria Hingo Weber. Contravez. Porto Alegre, 1986.
  • Puya. Edição do autor.Porto Alegre, 1987.
  • Kânhamo. Edição do autor. Porto Alegre, 1987,
  • Puya (1987), Editora Biblos. Porto Alegre, 1992.
  • Vá de Valha. Coleção Petit Poa. SMC. Porto Alegre, 1992.
  • Confissões Aplicadas. Editora Ameop. Porto Alegre, 2004.
  • No assoalho duro. Editora Éblis. Porto Alegre, 2007.
  • Cair de Costas. Editora Éblis. Poesia reunida. Porto Alegre, 2012.
  • Decupagens assim. Textos reunidos de publicações avulsas. Editora Letras Contemporâneas. Florianópolis, 2012.


La palabra - Jaime Saenz, Bolivia

Si es cierto que el posesionarse de una cosa es haberse posesionado de la palabra, habrá que poder y habrá que saber posesionarse de una cosa.


De otro modo, no podrá comprenderse la significación de la palabra.
No podrá comprenderse el sucedido - no podrá comprenderse nada.
La palabra no es la palabra; es la palabra.
La fe que mueve montañas es la palabra - la fe que hace resucitar muertos.

No es difícil comprender.
Los fundadores de las religiones conocieron la palabra; eran poetas.
Ellos eran la palabra. La tocaban, la pesaban. Palpaban su forma y tentaban su superficie, para conocer su tamaño
- el mar, por ejemplo. El mar, para ellos, no era el mar; era la palabra.
Por eso eran capaces de caminar sobre las aguas - pues el milagro es la palabra.
Todo es la palabra. Nada es también la palabra.
Por eso la palabra es peligrosa:
porque el poeta quiere mirar  tocar la palabra.

Fragmento tomado de La mariposa mundial, revista de literatura, No. 18, 2010 - La Paz, Bolivia.

Jordi Doce, España

Jordi va con las manos en los bolsillo de los pantalones. Escucha la brisa más insignificante, la medita, la evalúa y la saca al mercado del silencio. La ciudad es un texto que se debe abordar con sumo cuidado y, nosotros, inmersos en ese festival de Rosario, somos extrañas palabras que Jordi va traduciendo lentamente. Conocemos amistades en común y nos los recordamos por un buen rato entre el asado y el vino. Mencionamos a Mestre, hablamos un rato de Murakami y luego, entre lectura y lectura llega la suya. Esta es una muestra de su voz en su poemario Otras lunas, fiel traducción de su reposo que, como un leve sudario, va mostrando, sin prisas, el cuerpo de su poesía.

Traductor

Tal vez fuera preciso, en este punto,
cuando la voz se desconoce
y el recuerdo es una espiral
de escenarios ajenos,
hallar consuelo en este anonimato,
o esperar, con ambigua fe,
que algunos a quienes di mi voz
 se levanten, furiosos, y proclamen
que no son suyos tales versos,
que no pude ser fiel a su latido
mientras yo, fracasado a mi pesar,
bajo sus nombres daba a ocultas
la historia de mis días.


Contraste
a Paula, con cuatro meses

Vestida de ti, centro
 del centro en que respiras,
impugnas sin saberlo

este puente de sílabas
que soy en el vacío,
que horada cuanto soy.

Se colma su latido
al fluir con el tiempo.
Estás, te multiplicas.

Mis sílabas no vibran
al paso de mis pasos.
Cruzo y se desvanecen.

Tu vida es el poema.
Yo escribo este poema
para fingirme vida.

El sueño

Hubo luz en tu sueño. Las ramas enmarcaban,
destrenzadas, la esquirla de la luna,
y en las lindes del bosque la maleza
suspendía tu aliento con sombras inconcretas.

Hubo luz en tu sueño, y conocías bien,
su extrañeza, sus dominios. Eran
los árboles, la escarcha de otros sueños,
la deriva ondulante de la luna en la hierba.

¿Por qué, pues, es la noche lo que ahora recuerdas,
tu temor a lo informe y lo remoto,
el lienzo clausurado de los troncos,
la voz que allí llamaba con palabras de sombra?


Memoria de Cartago

¿A qué la sal, los muros abatidos
por soldados de simple
mirada y obediencia,
a qué las llamas, el decreto
de las cenizas en cada filo
que remueve la tierra y la examina,
a qué el furor sin tregua
del saqueo y el saqueador,
las manos sucias y la mente clara,
el pulso frío y la mirada huraña
del que ordena y vigila,
solitaria figura de los hierros y correas
contra el gris de las aguas,
contra la espuma desvaída
de aquella vieja estampa
que alguna enciclopedia
alojó en mi memoria,
secreta duración de la venganza,
cercana intensidad del mal
entre quienes juzgan y son juzgados,
ahora y antes sin motivo,
ahora y antes sin sentido
mientras aquel soldado
con la mueca del que no espera
afirmaba la lanza y me miraba
con la mirada en blanco
desde las frías playas de Cartago?


El deseo está muerto
(sobre un poema de D.H. Lawrence)

Puede el deseo
estar muerto, y aún el hombre
será cuerpo, lugar de reunión
para el sol y la lluvia, mientras
fiel el asombro
sobrevive al dolor como un árbol
que el fuego del invierno calcinara.

Noche de guardia

Toco la noche. Cerca de su centro,
donde el aire no alienta,
comparto la ceguera de la piedra
que rige mi quietud;
junto a mí cruzan bultos,
siluetas azarosas,
cuerpos que pasan y se desvanecen.
Sombra entre sombras, nada me perturba.

Otra noche insinúa su contorno:
dura noche ovillada.
                             Crece en mí
como un cálculo segregado
por el silencio, vengo a ella
como la piedra mira hacia su centro,
como el arco que recoge en su diana.

Toco la noche;
solo en el aire inmóvil,
toco la noche,
o la noche está en mí, como una piedra.


Deriva

¿Hay un mar para tanta
derrota, mar o exilio

oscuro de las aguas
para tanto cansancio

como gobierna ahora
el timón entornado

de una nave que nunca,
no en los surcos de espuma,

no en el roto ademán
de las velas al viento,

bajo el rostro impasible
de un cielo que no cede

fuera tuya?


La tentación

I

Permanecí contigo en el desierto.
Cuarenta días y cuarenta noches.
Sólo buscaba darte compañía.

II

Nunca me tentó tu locuaz silencio.
Hubiera preferido conversar.
Reírnos, algún cuento, alguna broma.
Habías decidido derrotarle.
Más árido que tú no era el desierto.

III

Cuarenta días y cuarenta noches.
Tus huellas en los arenales blancos.
Sólo mis tentaciones te guiaron.

IV

Cuarenta días con sus noches.
En algún momento perdí la cuenta.
¿Dónde estamos?, te pregunté.
Y cómo responder.
Tu desierto era otro.

V

Sólo me tentó acompañarte.
A una palabra tuya
te hubiera abandonado.
El resto es conocido.
Tú callabas y consentías.


Jordi Doce, Poeta, ensayista, crítico  y traductor español nacido en  Gijón en 1967.
Es Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Oviedo y Doctorado en Letras por la Universidad inglesa
de Sheffield. Ha sido profesor de lengua y literatura españolas en la Universidad de Oxford, miembro del consejo
editorial de la colección de poesía Nómadas y la revista Solaria, colaborador habitual de Cuadernos Hispanoamericanos, y coordinador junto a Andrés Sánchez Robayna del volumen de ensayos críticos de Poesía hispánica contemporánea
editado por Galaxia Gutenberg.
Vive en Madrid, donde alterna su labor literaria con  la coordinación de los ciclos de poesía en el Círculo de Bellas Artes.
Ha traducido a importantes poetas  como Ted Hughes, Charles Simic, Charles Tomlinson y William Blake, entre otros.
Su obra poética, resaltada en varias antologías, está contenida en los siguientes volúmenes: "La anatomía del miedo" Premio Antonio González de Lama en 1994, "Diálogo en la sombra" 1997, "Lección de permanencia" 2000, "Otras lunas"
Premio Ciudad de Burgos en 2002, y "Gran angular" 2005. Obtuvo además, el IV Premio de Ensayo Casa de América
por "Presencia del romanticismo inglés en la poesía española contemporánea" en el año 2005.       
        


domingo, 27 de octubre de 2013

Xiomara Castro en 30/30

Estos fueron los momentos cruciales de la participación de la compa Xiomara Castro en el programa 30/30. A mi parecer, muy ponderada, muy fina, con gran auto-control. Quizá un poco más de filo pero... esta etapa requiere quizá paciencia de parte nuestra, a pesar de toda la sucia avalancha -ya esperada- y manipulación por parte del candidato nacionalista. Y bueno, me siento satisfecho por el tono inexorable de la compa... es como un tsunami calmo, irreversible.

"Sí tenemos la fuerza para la reconstrucción de nuestra patria"

"Si nosotros queremos que haya transparencia... confianza ¿por qué no le damos participación al pueblo? Vivimos una dictadura parlamentaria... han entregado nuestros ríos, nuestros mares... nos han quitado derechos inherentes como personas... a espaldas del pueblo hondureño, porque no se nos ha consultado... No estamos en contra de la alianza pública-privada, pero sí de COALIANZA, la estafa más grande que se le ha hecho a Honduras."

"Oscar Arias definió la Constitución de Honduras como un adefesio jurídico... este es el momento de un nuevo pacto social... necesitamos una Constitución donde todos sintamos una participación abierta y activa... con la campaña que han desatado quieren seguir dividiendo a la sociedad. lo que se espera es un cambio, pero no cosmético, no un eslogan para utilizar los cuatro años de gobierno, el camino es una nueva Constituyente"

"El propósito de LIBRE no es buscar la reelección, es el pacto, el acuerdo... esta no es la Honduras que quiero para mis hijos y mis nietos. La Constituyente debe ser integrada por todos los sectores no solo por los dos partidos tradicionales... queremos lograr puntos de coincidencia... más del 90% de los intelectuales por primera vez se unen a un partido, apoyando nuestro proyecto... basta ya de seguir creyendo que seguir poniendo parches y remedios solucionaremos esto"

"Que no prevalezca la economía primero antes que el ser humano... ese es el socialismo democrático, no es de copiar lo de otros países... ya es suficiente de seguir copiando modelos, prueba de ello es el neo-liberalismo salvaje. Más de 24 mil personas han sido asesinadas en Honduras en los últimos años, la mayoría jóvenes y esa realidad ha acrecentado la pobreza... haremos un modelo a la medida del pueblo hondureño, un modelo catracho"

"Aquí se han creado aparatos represores para brindar seguridad... nosotros consideramos que es necesario organizar las comunidades...que junto con la policía y el Estado se recuperen los espacios perdidos... para mi es un desperdicio que las fuerzas armadas estén cuidando semáforos.Hay un informe del Departamento de Estado que dice que al meter a las fuerzas armadas para reprimir al pueblo se descuidaron las fronteras y eso permitió que en nuestras fronteras se pasaran todas las drogas..."

"No pueden mostrar lo del presente y solo pueden hablar del futuro o del pasado... queremos garantizarle que todas las remesas que se envían de USA a Honduras van a pagar apenas el 2% con alianzas con bancos en Estados Unidos... ese sacrificio que ustedes hacen su familia lo va a recibir... vamos a crear el departamento 19 para que tengan participación en el Congreso Nacional. Crearemos un fondo para que lo puedan usar cuando retornen a sus familias"

"Si se logran cubrir todos los puntos del respeto al acuerdo... sintamos confianza, que salga el pueblo masivamente a ejercer el sufragio...han creado una campaña para crear temor y miedo, demostremos qué es la democracia"
"Este es el momento importante y fundamental... vamos por la Refundación, por la Reconciliación, por la Unidad del pueblo hondureño"

viernes, 25 de octubre de 2013

El veneno del komodo




¿me permitís explicarte algo?
mirá broder
la enorme capacidad del sistema reside precisamente en envenenar o "marcar" los cuadros más reactivos a una situación insurreccional
el sistema es un dragón de Komodo, muerde y espera largo tiempo hasta que el veneno actúa y elimina a la presa
el sistema conoce las debilidades de los cuadros formados mediocremente pero que durante una insurrección puntual se vuelven combativos
sabe qué señuelos ponerle al frente, sabe cómo tentar, corromper, ya sea individualmente o colectivamente, pero como una red, el cuadro latente queda adentro, atrapado
por cada cuadro muerto mueren de diez a quince personas en Honduras y así se crea la pantalla
muchos de esos narcomenudeadores son los que se movilizan en la acción insurreccional
sino mirá quiénes hicieron la revolución francesa en las calles: verduleros, adictos al opio, ladrones... etc... el pueblo corrompido por el sistema, el pueblo marginado!

( de una plática que consideré rescatar)

miércoles, 23 de octubre de 2013

Un destino para Rodrígez

El auto-control. ¿Cómo es que llegás a él, Rodríguez? ¿Cómo es que no salís corriendo tras el bus que se va con todos los puntuales de todos los trabajos dentro de él? Te has vestido con todos los overoles y siempre esa nota silenciosa en tus pasos, paciente, especie de ola calma y brillante, pero no te morís por llegar, decís que nadie debe apresurarse por colgarse de un destino que no para, que se va con medio mundo a una velocidad necia; decís que todo destino tiene su estación, igual que los frutos y la sombra dentro del frío o del calor, igual que un profundo acorde en la frase exacta y redonda. Una estación el destino. Un bus que llega y todos suben pero no vos que esperás por él. Decís.

F.E.


sábado, 19 de octubre de 2013

Il Diavolo triste



Dicho de la manera más simple: nadie puede tocar la puerta de una casa y, una vez abierta la puerta, entrar de rodillas y sentarse luego, como si se hubiera estado allí por una semana, en medio de la sala. Nadie puede hacerlo a menos que quiera llorar, que quiera decir "hey, soy un pájaro bajo la lluvia y estoy de lo más triste". Soy. Fui. Estoy. Pero ¿qué te pasa, Diablo? ¿te sentís bien?. Y el Diablo no contesta, balbucea apenas que le duelen los pies, que ha caminado mucho y que a pesar de la hora no podrá irse ni aunque llueva por adelantado el próximo diluvio.

El Diablo está en la sala. Sí. Entró de rodillas y nos pidió asilo. Estaba triste y quería que lo consolará con una nana italiana, una nana que lo acercara a Perugia en invierno con sus dos niñas a punto de dormir bajo las colchas. Ma chi parla senza testa, senza cuore, senza vita... Prestame el baño, me pide el Diablo, y entra y se sencierra y ya comienza a preocuparnos porque pasaron dos ráfagas de noche con lluvia y el primer sueño comienza a bajarle a nuestro hijo. ¿Querés tocar guitarra ahí adentro, Diablo? Cuando pequeño, mi abuela metía miedo diciéndonos cada vez que se menciona la palabra diablo el diablo anota tu nombre en una lista hasta que se completa un número de repeticiones para venir a llevarlos al infierno... he repetido la palabra diablo más de la cuenta esta noche, pero es que el Diablo no quiere llevarme a ningún infierno, quiere hablar nada más, como paciente con su doctor, quiere mostrarme las fotos de sus hijas en Perugia, quiere llorar, tal vez. Que lo escuche nada más o que lo contemple con las rodillas al pecho, aterido por no sé que llamas glaciales.

¿Estás bien, Diablo? ¿Ya salís del baño? Y el silencio se ha hecho un ovillo tras la puerta. Decidimos buscar ayuda, llamar a todas las posibilidades de un transporte al psiquiátrico. No podemos con él, no sabemos cómo tratarle su tristeza. Voy hacia la ventana del patio, la que da al baño y alcanzó a verlo. Está de pie y mira su camisa mojada. Intenta lavarla, murmura como espuma de jabón sobre la tela. Hey ragazzo, che cosa fai?, ayudanos a ayudarte -maldito eslogan-, ya no podemos hacer más por vos si seguís encerrado -ya guardamos todos los cuchillos de la cocina, digo en el fondo-, y vos debés comprender que no te podés quedar, que ésta es una casa de familia que no podemos saber cómo te vas a poner dentro de un rato a pesar de que te ves tranquilo... Hey, Diavolo, salí de ahí, ragazzo... cuando escucha el Diablo se ha puesto a dar vueltas dentro del pequeño espacio, como un derviche trasnochado; su mirada está perdida y ha comenzado un salterio en italiano a una velocidad inescrutable. Bambini bambini, io sono il diavolo e ho paura ho paura ho paura ho paura, non so dove dormire, miei bambini miei bambini, dove siete stati bambini???

De pronto se detiene, toma una paila y se enjabona la cara. Me mira a través de las celosías y bebe del agua enjabonada. Me mira hasta el fondo de un glacial donde hay muchos carámbanos que brillan azules. Nos multiplicamos, nos ensanchamos, el infierno es una oquedad parecida a un tobogán. Il Diavolo va veloz hasta Perugia pero la policía ha llegado a este otro punto del eco y de los reflejos en el hielo. Pasan por igual a nuestra sala que ya no da para más. Todos enfusilados ellos, trato de explicarle que el Diablo no es peligroso, que está triste, que necesita ayuda, que lo traten bien camino al psiquiátrico. "Ha de ser pija de drogo" -dice el mastodonte-, y no, le respondo, sólo sufre un trastorno mental del tipo de los maníacos depresivos... "Ahhh -exclama el policía- pija de loco es que es, entonces". No doy más. Le pido al Diablo que salga, que se lleve su flauta, que estará bien. Luego de largos minutos de silencio durante los cuales la policía ha visto una y otra vez, con sospecha, nuestro libros -¿y una vez que se lee un libro... qué se hace con él?... pregunta mastodonte 3-, il Diavolo sale, hablando italiano, pidiéndome una bolsa para guardar su camisa mojada. "Rápido, ciudadano, tiene que acompañarnos para llevarlo al hospital" -le dice mastodonte 2 al Diablo. Yo conozco, yo conozco, tengo ficha ahí, ya he estado internado pero no quiero llegar sucio, no quiero dar miedo, estoy triste, nada más...

El Diablo se ha ido. La casa ha quedado impregnada de su perfume barato. He visto el frasquito y se lo ha echado casi todo antes de entrar de rodillas a la sala. Huele a perfume ochentero. Se lo ha regalado su mamá al igual que el album donde aparece en todas sus facetas cómo músico callejero, como padre de familia, como el viejo amigo que salía con nosotros y que reía siempre, muy seguro de su juventud y que cantaba apenas miraba una guitarra o una sampoña. El Diablo se ha ido. La noche se lo ha llevado y tras de él, como viejo jolgorio dionisíaco, ha quedado flotando una confusa melodía de flautas andinas. Tristes. Todas triste ellas.

F.E.




martes, 15 de octubre de 2013

Entrevista a Fabricio Estrada, las Redes sociales en Honduras - Fernando Rey, El Libertador


¿Cuál es el impacto que las redes sociales han tenido en la cultura nacional actual? Es positivo, negativo?

La brecha digital en nuestro país sigue siendo tan honda que hablar de una nueva cultura incidiendo en el pensamiento identitario no sería correcto. Para que se vuelva una cultura integral de impacto en la visión o cotidianeidad de la población su uso tendría que abarcar todos los territorios, los mentales, los políticos, los del ocio, y sobre todo, superar el usuario circunscrito a las ciudades, como lo es en la actualidad respecto al Facebook, Twiter y otros. El MSN de las compañías de celulares sí abarca a más de 4 millones de usuarios y éstos, han desarrollado una seria enajenación respecto al servicio, lo que representaría el mayor ingreso por consumo de estas compañías que utilizan todo tipo de promociones y encuestas para exprimir al usuario. Y por supuesto que está causando un impacto en los niveles de comunicación verbal de la juventud. El uso compulsivo está desarrollando una juventud autista y bastante cínica con respecto a su entorno, un entorno que carece de espacios públicos y que va confinando al chateo insulso, vacuo. ¿Existe entonces un chateo edificante? Pues no lo sé, realmente, pero siguiendo las reflexiones de Armand Mattelart el fenómeno de entregarle a las nuevas tecnologías de comunicación lo que nosotros no comunicamos en la realidad de carne y hueso, nos va dejando en desventaja y anulando, sobre todo cuando no hay una cultura general educativa realmente consistente en Honduras. Aquí hemos saltado del telégrafo al celular de manera intempestiva, sin oportunidad de asimilar los pasos que conducen a un nuevo adelanto, y eso pasa factura, atraganta, y por supuesto, asfixia. Las sobras que este lenguaje del chateo MSN o demás deja a la realidad son puros sonidos guturales, simiescos.

Culturalmente hablando, son válidas las redes sociales partiendo del colapso en que vive la sociedad hondureña? Qué papel juegan?  Cómo influencian las redes sociales a nuestra cultura?

Todo es válido en las comunicaciones y hay que saber asombrarse de las maravillas que muestran y seguirán mostrando en una civilización que ya firmó su destino en la globalización y su posterior ruindad. Enterarse de todo en el mismo segundo que sucede ese todo no significará nunca participar de ello, a esto último me refiero cuando hablo de ruindad. El ser humano pasará, en su relaciones a la virtualidad y no habrá colapso social que lo detenga, al contrario, cuando las instituciones civiles colapsan es cuando existe más necesidad de canales alternativos que trasieguen con la nueva moral y los nuevos poderes del lenguaje. El lenguaje es poder, la palabra seguirá siendo poder, no importando cuál es el formato utilizado como herramienta comunicativa, sólo la palabra sobrevivirá, real y rotunda ante la virtualización y la mediación. Por ello hay que confiar en ella, saber cuándo es utilizada en su absoluta fuerza humana. Después de toda ruina siempre se mantendrá la palabra, y con ella, el nuevo entendimiento, la protocultura. Quizá, dentro del ámbito local, en Honduras, estemos siendo testigos de esto.

Esferas de Mesopotamia


¡Fascinante! La palabra orgánica, la palabra matriz, la proteína indisoluble: 
LA PALABRA ES LA VIDA

Estos son algunos de los fascinantes hallazgos de Christopher Woods, profesor del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago, que tras estudiar las misteriosas esferas, ha presentado las primeras conclusiones de sus hallazgos en el Real Museo de Ontario en Toronto, Canada, tal y como ha informado Livescience. Woods y su equipo creen que podría tratarse del primer sistema de registro de datos de la humanidad que se conoce. Sólo existen 150 esferas de barro intactas con símbolos en su interior que se han estudiado, sin romper, con escáneres TAC -Tomografía Axial Coputerizada- y renderización en  3D.


lunes, 14 de octubre de 2013

Entrevista a Carlos Clará, Los pasillos imaginarios - Manuel Vicente Henríquez, ContrACultura, El Salvador


Carlos Clará, poeta de la «Generación noventera», presentó este mes su libro «Los pasillos imaginarios». Esta es la entrevista que le hizo el escritor Manuel Vicente Henríquez para contrACultura. 
Por Manuel Vicente Henríquez B. (*)
Fotografía principal: César Camilo Méndez.
San Salvador.- Tarde calurosa de sábado. Le gente, poco a poco, comienza a llegar al salón de conferencias de La Casa Tomada. Es un público heterogéneo: Estudiantes, adultos mayores, niños, escritores, académicos y mujeres. Todos muy diferentes, pero con algo en común: les une el gusto por la poesía y, en este caso, por escuchar la poesía de Carlos Clará, poeta de la «Generación noventera», que luego de catorce años de silencio editorial, publica su nuevo poemario Los pasillos imaginarios.
Carlitos, como le dicen sus amigos, es reacio a aparecer ante los medios, a dar entrevistas, a ser el centro de atención. Sin embargo, en esta ocasión, accede a hablar para contrACultura sobre su proceso creativo, sus poemas y su labor de editor, que acompaña −en paralelo− a su oficio de poeta. A continuación, sus reflexiones:
Sabemos que el proceso de creación de un libro tiene como una historia. Entonces quisiera que nos contaras cuál es la historia detrás de este tu nuevo poemario.
Bueno, yo creo que hay dos historias. Uno: la historia de Montaje invernal, porque está ligada a este libro. ¿Cómo así? Cuando yo hago Montaje invernal, que realmente iba a ser como el libro del grupo El Cuervo, íbamos a publicar cuatro; en ese momento éramos: Danilo Villalta, Osvaldo Hernández, Erick Chávez y yo. Pero, por alguna razón, solo nos quedamos Danilo y yo e hicimos Montaje invernal; pero era un libro…no exagero cuando digo que era urgente.
¿Por qué?
Porque todos estaban publicando en ese momento, los de mi generación, y nos dimos a la tarea de existir editorialmente y publicar una obra. No sé ahora, tendría que platicarlo con Danilo, pero con él lo consideramos un «error necesario», teníamos que salir, publicar, teníamos que estar en la órbita.
¿Cuándo salió ese libro?
En 1999, ya hace catorce años. Cuando hago la selección, sale Montaje invernal y se me quedan fuera los poemas que yo consideraba un poco más fuertes o digamos con alcances más grandes, mayores que los que estaban enMontaje invernal; y yo dije: «Esto lo voy a guardar para otro momento». Montaje invernal es un libro que ahora yo escondo un poco, porque, creo que es natural, tendrá algunos aciertos pero no creo que sean muchos. Así, Los pasillos imaginarios tienen su origen en esa discusión de Montaje invernal.
Ahora, ¿qué es lo que hace especial ese material que no entra en Montaje invernal? Acá viene la segunda historia deLos pasillos imaginarios. Resulta que me estaban sucediendo varias cosas en ese momento, varias situaciones que yo podría decir eran muy dolorosas, con mayor impacto en mi vida. Y yo dije: «Bueno, voy a seguir escribiendo con esa tónica». Se había muerto mi papá, nueve años antes; mi hermano había sido asesinado por el ejército, ocho años antes; mi mamá estaba en un proceso de cáncer bien avanzado. Entonces esas eran las circunstancias en que yo empecé a escribir Los pasillos imaginarios, que no se llamaba así; en algún momento se llamó «El bullicio de las cosas», pero escribo Los pasillos imaginarios cuando mi mamá muere. Y esas son un poco las historias. Ya lo demás… si Los pasillos imaginarios cierran en el tiempo, en hechos, yo diría que cerraron hace cinco años.
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Manuel Vicente Henríquez entrevista a Carlos Clará en La Casa Tomada (Centro Cultural de España). Fotografía: Inés Ramírez.
Y bueno, catorce años después, ves publicado un libro; eso no significa que has dejado de escribir. Pero, ¿qué significa para vos ver este libro publicado?
Bueno, significa muchísimo, significa que ya pude soltar mi búsqueda, mi exploración poética durante todos estos años. Qué pasaba, cuando yo escribía, aun cuando no tuviera los recursos poéticos de Los pasillos imaginarios, siempre volvía a esta obra, era como un imán. Cuando lo cierro este año y se lo doy a mi editor, ya empiezo a escribir otra cosa. Esto se llama «Peces invisibles», ya llevo la mitad, en menos de seis meses; o sea, el lapso creativo de catorce años se redujo a seis meses y probablemente a cuatro más; es decir, en más o menos un año voy a terminar los «Peces invisibles».
Entonces podríamos decir que Los pasillos imaginarios son el cierre de un ciclo vital y, también, poético.
Totalmente. Yo creo mucho en eso. Me gusta lo que decía Ernesto Sabato: que en la vida se pueden escribir tres libros esenciales, de acuerdo al rompimiento con los absolutos, lo demás es relleno, sin ningún respaldo. Yo creo eso. Ahora «Peces invisibles», que es el nuevo poemario que estoy trabajando, no quiere decir que sea menor a Los pasillos imaginarios; lo que pasa es que, creo yo, que crecí tanto con Los pasillos imaginarios a nivel de exploración, entendí muchas cosas, que se le ha hecho mucho más fácil a los «Peces invisibles» verse beneficiado.
Ahora quisiera saber, ¿cómo ha influido tu labor de editor en tu obra poética, pero a la vez, también, cómo ha influido tu oficio de poeta en tu labor de editor?
Ambas se han influenciado. Por un lado, la edición me ayudó para entender que si uno apuesta por un proceso y ve los resultados como un fruto, no hay prisa, no hay prisa. Si un libro es bueno −en el caso que fuera bueno− va a tener acogida en cualquier momento. Yo sí me hubiera arrepentido, creo yo, si hubiera publicado Los pasillos imaginarioscasi de inmediato; seguramente no tendría el alcance que, creo yo, tiene el libro ahora, no lo sabemos. Los lectores y el tiempo lo dirán. Pero en esa medida, en entender ese proceso, en entender además qué es lo que uno puede tener en las manos, me ayudó la edición.
Ahora bien, ¿cómo me ayudó la poesía en la edición? Me ayudó…como ya venía entendiendo de procesos creativos, me enriqueció mi visión como editor. ¿En qué sentido? Cuando yo veo materiales, yo más o menos puedo entender cuál es la trama, cuáles son los cables debajo de las palabras y de los párrafos y puedo deconstruir eso, a partir de mi conocimiento de los procesos creativos, precisamente. Creo que me ha ayudado muchísimo a afilar herramientas.
En otra entrevista reciente dijiste que mucho de tu trabajo poético tiene que ver o está influenciado por la música. ¿Cómo la música ha influenciado en tu obra?
Muchísimo, tanto así y me voy a adelantar: Después de «Peces invisibles», quiero hacer un proyecto, quiero hacer un poemario que esté ligado directamente a toda la música que me ha influenciado. Para mí la música significa también tiempo; o sea, mis procesos vitales también están ligados a un soundtrack de la vida. Cuando yo oigo una canción, es como si leyera un poema de ese momento. Pero esa inquietud no está vaciada como yo quisiera en ningún poemario, ni siquiera en «Peces invisibles». Entonces, creo yo, que va a necesitar una publicación a parte, un poemario, un proceso nuevo, donde vaya íntimamente ligada la música con el producto poético.
Para terminar, se dice que el país no es un país de lectores, no es un país con gente que lee; pero, sin embargo, pudimos ver ahora, en esta presentación de tu libro, «casa llena». ¿Qué opinión te merece eso? ¿Qué pensás de toda esa gente que vino, además de oír tu poesía, a comprar tu libro?
Me sorprende y no. ¿Por qué? Porque yo siempre he creído que el secreto de la edición y de la creación, convertida editorialmente en algo concreto, que sería en este caso el libro, la clave es acercarse al público. Si usted ve, yo soy una persona muy aislada, yo paso periodos bastante largos en que nadie me ve, ya que la edición me consume muchísimo tiempo y tengo que entrar en la cabeza de otros para hacer un buen libro, para entenderlos, entonces dejo a un lado mi material. Pero, cuando salgo, trato de buscar esa retroalimentación, es decir, preguntarle a la gente: Usted qué piensa, cuál poema le gusta…
¿Y con quién buscás esa retroalimentación?
Escucho a la gente. Con los lectores, con la gente que me interesa. Estoy hablando, ahora, como autor. Intento acercarme y escuchar. Y me ha dado resultados increíbles; me ha dado lecturas, para mí, insospechadas de mi material. Incluso hay un material que al fin entendí, luego que un lector me dijera lo que pensaba. «Es cierto, eso es lo que quise escribir», pensé, luego de hablar con él. Es una cosa que te abre el panorama. Yo creo que ese punto: de acercarse a la gente, de entender, de escuchar, no para escribir para ellos, sino de conocer nuestro material, desde cómo lo ve y lo interpreta el lector. Y eso la gente lo agradece.
Ahora, como editor, sobre ese mito de que el salvadoreño no lee, yo siempre he sospechado, siempre he dicho, a la menor oportunidad, de que sí existe un nivel de lectura en el salvadoreño. Más bien, el punto sería: cuál es el nivel ideal de lectura que el salvadoreño necesita. O que queremos, ¿verdad? Para tener una sociedad desarrollada, para que el libro esté en la canasta básica de cada persona. Ese sería otro punto. Pero cómo entender que en un país que tiene casi tres periódicos con un tiraje de cien mil ejemplares diarios, solo comparado con el periódico La Nación de Costa Rica o con unos cuantos periódicos en México, ¿la gente no lee? Claro que la gente lee, por eso la labor del editor es hacer materiales que a la gente le agraden, que además informen, que además sientan que es algo útil. Y en esto entra la no ficción y por lo tanto, también, arrastra a la literatura, que genera ventas.
Entonces, vemos que en el país hay un interés, interés de diversos lectores, que lo pueden a uno volver popular, pero ser popular no significa no tener calidad. Yo creo que se le puede dar a la gente calidad, se le puede tratar bien y se le puede generar esa empatía, con un autor y con su obra.
(*) Comunicador, narrador y columnista de contrACultura.


domingo, 13 de octubre de 2013

Oktuber Rest

Ha comenzado ese viento de octubre. Casi de puntillas, pero octubre al fin de cuentas. Sonaba azul (el viento y la luz del sol crean notas, y son colores. Humberto Akabal lo sabe muy bien), los gatos estrenaban alas y restregaban sus bigotes en las ramas más altas del mango. Todo invitaba a salir y olvidarse del gris incómodo de la almohada. Repaso "La Expansión hacia el oeste - Historia de la Frontera norteamericana" de Ray Allen Billington y sospecho que octubre es un territorio con el que debo especular, al que debo parcelar y vender sin ser mío. Así lo hicieron los pioneros calvinistas y así lo sufrieron los huroneses, los algonquinos, los otawas, los iroqueses, los crickasawes, los alabamas... vender octubre, pienso, venderlo a los traficantes de mi piel y saturar el mercado de invierno. Salto de libro en libro y el libro se transforma en un comics pues ya se diluye como mal presagio de Quiroga. De amor de locura y de muerte de Editorial Pictus le ha hecho tremendo homenaje a Horacio convocando a 18 ilustradores argentinos para hacerle versiones a relatos de Quiroga y el resultado es algo que conmueve. Todas las adaptaciones fueron realizadas por Luciano Saracino y toda la producción se enmarcó en la serie Historietas de colección Factor Fantasía. Un verdadero acontecimiento entrarle a octubre a través de semejante acierto gráfico  http://www.pictus.com.ar/libro/18/de-amor-de-locura-y-de-muerte

Entonces el día es fronterizo y sin aduanas. Se bebe caldo de pollo y se duerme por momentos luego de avanzar en la madrugada con Pink Floyd de fondo. Pocos buses, mucho azul abriéndose paso como Charlie Parker en un bar, pocos sobresaltos y una ráfaga de Sade y su Filosofía en el tocador. Nada excesivo, puro galope pullman y al final del día, la hipnosis de Hero en su desenlace. Mil veces vista pero siempre como si fuera la primera. Maravillosa tragedia oriental, maravilloso Ang Lee. Llueve octubre como si solo se tratara de un día y mañana se llamara noviembre.

martes, 8 de octubre de 2013

Dual

Dormía hasta tarde en Rosario. En una cama dormía el de siempre y en la otra el de nunca. Un retruécano sólo visto en 2001: Una odisea espacial. Miraba por la ventana cómo iban vestidos los rosarinos y calculaba su frío. No quería salir de lo dual. Afuera era menos pesado sin el lastre de las bifurcaciones. Caminaba, luego volvía a dormir. A veces era el nunca, a veces el de siempre.

Carta - Santiago Ney Márquez, Uruguay


Cuando quiera volver a entender, aunque nunca voy a volver a entender, a no ser que quisiera, o pudiera sentir eso, pero más que nada quería referirme a cuando se me caen gotas de cosas desde partes de otro que soy yo, es decir, mi idea sobre mi cuerpo, que todos tenemos una, idea sobre mi cuerpo. Voy a mirar mi mano y ver el tallo ese que salió en la palma, como una mano pequeña que me sale de mi mano que es pequeña en sí misma. Tus manos hacen el siguiente gesto. Entonces desde un costado de la pieza el ruido de música hace ruido y confirma que está habiendo sonido. Y voy a olvidar todo, lo que no entendía, y darles nombres a los hongos de la pared mientras veo el cine aún mejor si no dormí por tres noches porque me ayuda a que se muevan las manchitas y sean el cine de la vida. Allí, tu pelo era todavía más y más largo y con mejor olor. Los puchos se me van solos a las rodillas. Aprendo a dibujar vectorial, aprendo a dibujar dibujos vectoriales. En la ventana de la casa puedo ver una piscina redonda de arena. Me imagino desde el destino mirando el camino y se calman los pasos de seda que llevan desde la garganta del pez derramando mientras las luminosidad de que termina la tormenta de fin de año me llama por mi nombre me llaman son pájaros con un sonido horrible que empeora la mala música que siempre me gusta.
Y como un acordeón haría, los autos no los veo, hay gente gritándose aquí en el barrio, uno tiene un pin con la palabra que apenas puedo leer porque no para de moverse y gritar lo que pasará a partir de mañana en el corazón de la familia que no puedo ver por el balcón porque estoy de espaldas, pero van tranquilos sin moverse mirando una tele inmensa que hace lo mismo que ellos hagan. Me sirvo un vaso de algo, la tele se servirá un vaso de algo. Pienso en los vecinos que presiento y no estoy viendo, la tele piensa en los vecinos que está presintiendo y no está viendo. Me imagino mirando una lenta ola de mar que nunca sube y nunca cae y es en realidad mi propia vida y me proyecto como el diminuto bailarín que está en una gota que se mueve como un sol que se abriera y cerrara de acuerdo a las palabras que enuncien estudiantes de carreras cortas acerca de Zeus, La televisión mía se imagina mirando una lenta, larga infinitamente inmensa en tiempo, una ola que nunca cae y ve que en realidad acaso ella tele sea el diminuto bailarín que se retuerce como un sol escurrido desde los dientes de estudiantes de carreras cortas como ingeniería en marfil y nueces mientras hablan de Zeus y recorren con los dientes la amalgama de los dientes de estudiantes que dejan salir un silbido muy sutil referido a Zeus.

Y ellos asumen, todos asumen, que apenas empiece a hablar del oro del  Perú no lo va a estar haciendo en joda.
Estalla una guerra en tu columna, la vida se te abre como se abre una colonia de esporas cuando le decís la letra de summertime al aire, entonces, pará que me miro la mano mía, y te lo explico y todo bien. Me miro el dedo, la huella de mi dedo, y hay sol, y hay un sol tremendo entonces me pregunto si hubo alguna época buena del mundo, pero más que nada si hubo una o alguna época buena de mi vida.

Santiago Ney Márquez

lunes, 7 de octubre de 2013

Otro lunes (España) publica poesía hondureña






Vivimos en una época de caos, nos tocó vivir el final de los tiempos sin el final de los tiempos, somos la generación del fin del mundo, que tantas veces ha aguardado el holocausto, sin darse cuenta que vive hace mucho en el holocausto mismo. En Centroamérica se escribe desde este holocausto, eso es una verdad de Perogrullo, sin embargo, no todos los poetas tienen el compromiso bien puesto para dar cabal constancia de nuestra época. En este panorama poético, en esta cartografía trazada por filiaciones, más que ideológicas, contestatarias, presentamos a los que sí lo tienen.
Decir que la poesía centroamericana es bastarda, también es una verdad innegable, es la hija bastarda entre la tradición y la vanguardia. No quiero hablar de tradición en el sentido ralo de la palabra, porque está de más mencionar que el pater famillias de la literatura latinoamericana es Rubén Darío (Nicaragua); que Salarrué (El Salvador) tuvo una notoria influencia en Juan Rulfo; que Miguel Ángel Asturias (Guatemala) es el premio Nobel más comprometido en el continente; que Cardenal (Nicaragua), Dalton (El Salvador) y Sosa (Honduras) fueron vanguardistas que rompieron con la tradición y después también rompieron con la vanguardia misma. Los herederos de este miasma literario de dos siglos, somos hijos bastardos que luchamos por la propia identidad y reconocimiento ante dos polos que nos oprimen; en el norte está México y su influencia social-política; abajo está Sudamérica con sus influjos neovanguardistas y sus poéticas postcoloniales, ambos polos crean una metacolonialidad en América Latina. No obstante, nos hemos erigido como la poesía más honesta y subversiva de la región (quizá la más comprometida, los que no hemos olvidado el sentido social de la palabra); esto nos hermana más con El Caribe que con el resto de las regiones del continente. La poesía de Centroamérica se constituye a sí misma como un grito, ya no revolucionario, sino contestatario ante el imperialismo que no sólo suprime nuestra identidad, sino también, nuestra libertad de autonomía, es por ello que a partir de la poesía se asume una postura ontológica (de ipsiedad) frente a este mundo imperialista postcolonial, donde la propia identidad se convierte en la de todos, somos: guanacochapinescatrachosnicaspanaticos, pero también somos salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, nicaragüenses, costarricenses, beliceños y panameños; nos une la herencia nahua-pipil, pero también la maya-quiché; somos hijos de españoles, pero también revolucionarios comunistas hijos de Farabundo, de Sandino y de todos los mártires guerrilleros. Somos los herederos de este tiempo y no hay, no puede haber otra búsqueda más que la de nuestra realidad (cruda y sin atavismos). Los poetas centroamericanos que escriben con un lirismo abigarrado y una propuesta estética anquilosada y tendenciosa, que siempre buscan agradar a públicos selectos y a jurados exquisitos; más preocupados por ser aceptados, primero en México, luego en Sudamérica y por último en España, están condenados al olvido. Su poesía no tiene cabida en el cuadro de esta foto.
¿Por qué poesía comprometida? ¿Comprometida con qué? Poesía comprometida es la poesía que está dialécticamente en sintonía con un discurso coherente entre el poeta y su realidad/identidad, esto significa muchas cosas, pero primordialmente que el poeta no va a traicionar los ideales que la realidad de su cotidianidad le llevan a tener por propios. El compromiso, visto desde esta óptica, no es político a priori, quizá ni siquiera sea un compromiso marxista/comunista, más bien es un compromiso óntico con su sociedad, con la inmediatez de su ser, no con la esquiva necesidad deotredad, del reconocimiento del otro para legitimar su obra, el acto de creación no está supeditado a la aprobación extranjera o extrínseca, mucho menos con juicios de valor correspondientes a otras latitudes; el compromiso no es panfletario, por el contrario este compromiso: revela y rebela.
Se podría decir que la poesía comprometida atiende a una sociedad fragmentada, mantiene una correspondencia con este prisma multicultural/social. Según Alberto Binder esta sociedad fragmentada se divide en: los “sin techo”, los desocupados, los desposeídos de la tierra, los jóvenes que no han ingresado al mercado laboral, los drogadictos, los miembros de bandas juveniles, los intelectuales, los homosexuales, los rockeros, los punks, los ancianos sin familia, los niños de la calle, las prostitutas, los ropavejeros, los guerrilleros y, además de ello, no abandonamos las categorizaciones clásicas sobre las minorías ya experimentadas en el sufrimiento de la marginación, descubriremos que, en definitiva, estamos describiendo prácticamente la totalidad de la sociedad bajo el prisma de su fragmentación. La poesía comprometida que se muestra en este dossier mantiene una dialéctica de las minorías, así entendemos el compromiso social, bajo este criterio se hizo esta selección.
Esta poesía no pugna por una estética apolínea que sublime el alma a partir de la verba, sino que, apela a las palabras como conducto de comunicación con el prójimo, no hay otra búsqueda, ni búsqueda más sencilla que la de comunicarnos con nuestros semejantes que comparten, hoy día, este pequeño holocausto dentro de este enorme caos. Y aunque se pugna por el contenido, en principio, también encontramos un alto lirismo en la construcción de metáforas. Esta no es una “poesía ante la incertidumbre”, sino una poesía con la certeza de saber bien lo que se está diciendo, por lo que se está pugnando, sabe y reconoce el camino de la resistencia social, esta poética no está a la deriva de las filosofías postcoloniales y neoliberales impuestas por los colonizadores europeos y gringos. No, aquí se escribe sobre la certeza que tiene el indígena que le han robado su tierra; sobre la certeza del homosexual que no tiene corolario en esta sociedad; sobre la certeza del pandillero que ha de morir en alguna esquina oscura alguna noche cálida; sobre una certeza del niño que no ha probado bocado en varios días; sobre la certeza del escritor que defiende sus ideales; sobre la certeza de un mundo jodido por los políticos; sobre la certeza de que hay países suprimiéndonos como raza; sobre la certeza que las prostitutas tienen después de joder cien veces en un día; sobre la certeza que los emigrantes tienen de dejar su tierra para siempre; sobre la certeza del testimonio de las masacres; aquí el lector encontrará la certeza de la vida aguardando lentamente la muerte.
¿Qué es Centro América? Es otro prisma multicultural que nos identifica como unidad a partir de las discordancias locales. La cartografía de esta muestra apela a lo que algún día fue la Repúbica Federal de Centro América, que consta de los ahora países de Guatemala (que comprendía una parte de la región de El Soconusco y Belice), El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, cabe señalar que Panamá no perteneció a esta República, pero por su situación geográfica de hoy día se reconoce como un país hermano de los antes mencionados. Esta región ha sido suprimida históricamente por occidente  y, ahora, incluso por los países vecinos del norte y sur. El poeta centroamericano tiene la urgencia de la palabra, en este sentido es el portavoz de los sinvoz, es el grito que da cabal testimonio de lo que hoy día representa Centroamérica. El lector encontrará en esta selección el turno del ofendido, nos toca mostrar nuestra cosmovisión, defenderla con el machete y la hoz, y mantener la pluma siempre en alto.

Antonio Cienfuegos.
San Cristóbal de las Casas, 15 de septiembre del 2013.

jueves, 3 de octubre de 2013

Bitácora en Rosario - XXI Festival Internacional de Poesía en Rosario, Argentina

Y la pampa voló. Se elevó primero -como quien no quiere la cosa- y se fue dando vueltas en tres saltos mortales. Luego cayó con el hocico levantando polvo a unos doscientos kilómetros por hora, decí que igualito a un toro al que un gaucho le ha enredado las boleadoras a una distancia respetable. Eso fue lo primero que vi, pues la pampa era cualquier cosa en la extensión, un grupo de árboles, unas banderolas anunciando comida... un auto a doscientos kilómetros que se salía de la autopista y volaba. Eso era lo primero que miraba antes de llegar a Rosario. habia quitado la vista del anuncio de Iron Maiden en la gran Baires y todo el espectáctulo del auto destrozándose vino desde la esquina de mis ojos. ¡Lo viste, lo viste! me gritó un chavo desde el primer asiento del bus Tienda León, con su mate en mano ¡claro, lo vi, lo vi!... y ya, eso era todo, la pampa me devolvió a la hipnosis y al final de la crónica de la doncella en Luna Park.

"La pampa vuela" -pensaba, y ya muy pronto estaba entrando a Rosario. Yo volaba, no podía dejar de sentir las 9 horas de vuelo en mi espalda. Puras alas mis costillas curvadas hacia afuera de mi espalda, ángel un tanto raro pero con la memoria viva, polo a tierra. Nora Cortiñas -sí, sí, la abuela de las abuelas de la Plaza de Mayo- habíaa viajado desde Tegucigalpa a mi lado. Caminé junto a ella por todo el Mall del aeropuerto de Panamá (los aviones son una excusa, allí realmente es un Mall), buscamos regalitos, hablamos de toda la dictadura y hasta alcancé a ver la foto que carga de su hijo Gustavo desde el día en que este desapareció en algún momento en que la barra del Monumental gritaba gol de Argentina. "Al menos quisiera saber dónde me lo dejaron" - me dijo Norita. El vuelo: una tortura. Dudo que alguien duerma con tantos recuerdos terribles encima queriendo ser borrados por una pantallita a 30 centímetros del rostro. Llegamos  a Ezeiza cuando Argentina bajaba al sótano de los 5 grados centígrados. Yo no dejaba de disputarle la ventanilla al de al lado. Miraba las vastas lucecitas de todas las ciudades inimaginables. Creo que vi el Paraguay, creo que vi Bolivia, no sé, la cosa era de alucine: yo viajando junto a una de las memorias vivas y dolorosas de la Argentina. Antes, en el aeropuerto Toncontín, vi cómo se holgaba en su primera clase Rafael Leonardo Callejas, todo dandy, el tipejo, todo feliz en sus miles y miles de millones saqueados de Honduras; y luego Norita, pues, invitándome a un desayuno a las 6 am en Ezeiza. Cuidó que todo estuviera bien con mi conexión y listo, luego se despidió con la vitalidad de una quinceañera que olvida que tiene 84 vueltas al sol y que todavía le da para preocuparse por el desastre humano hondureño, por Bertha Cáceres y el COPINH.

II

"Rosario -me decía Fernando Noy durante un almuerzo del Festival en el Savoy- es un museo de Buenos Aires". Yo no lo captaba aún en su íntima reflexión, pero me quedó dando vuelta la frase, tratando de no perderme detalle de lo que contaba -testimonio directo- de la Pizarnik en sus últimos días anfetaminados y de la Orozco totémica. Lo escuchaba mientras Diana Bellesi masticaba algo en sus recuerdo, lentamente a mi lado. Ya habíamos hablado con Diana durante la mañana, nos recordábamos del Festival de Granada, en Nicaragua del 2008. Había poco que hablar luego de verle el documental "El jardín secreto" en el Fontanarrosa, pero daba para hablar con los ojos.

III

Con Santiago Ney olvidamos Montevideo y Tegucigalpa. Lo nuestro fueron las patinadoras deslizándose al nivel del Paraná. Decenas de patinadoras, muchísimas patinadoras. Era como ponerle patines a las musas de Ruben y las odaliscas de Dominique Ingres. ¡Bellísimas las mujeres de Rosario! -nos repetíamos como un salterio entre trago y trago de cerveza. La poesía se deslizaba natural y dormía plácida en el Parque de España y, por igual, se quedaba encallada en la forma de un enorme buque a mitad del río. "Deslízate, vamos, deslízate" le conjurábamos al buque, pero nada, lo que de deslizaba eran ellas y la plaza rodaba por toda la pampa. Santiago quería ver texturas -no precisamente de patines-. así que nos enrolamos con Ariadna Vásquez de la República Dominicana y nos vamos a subir al monumento de La Bandera, con todo y su General Belgrano muy a gusto en la base de la monumentalidad. Bajamos los escalones y nos calentamos un poco el frío alrededor de la llama del soldado desconocido. "Vaya que es grande esto", comentábamos. Yo me acordé de un chiste de Polo Paz tratando de encontrar la tumba y memorial del soldado desconocido hondureño; me reía a solas pues en el chiste el memorial era en Sipile. Chiste viejo, casi personal: "Pero si esta es la tumba de un perito mercantil" - le decía el general ruso al zanatillo, y éste respondía: "pues sí, pero como soldado totalmente desconocido"... yo me reía con mi chiste mesoamericano y luego ya estábamos en el ascensor de los 21 pisos con el ascensorista tecno y su grabadora poniéndole ambiente al encierro. Se abre el telón Thyssen y Rosario está espléndida en sus terrazas. Puras terrazas. Terrazas y terrazas a 30 metros de altura y ni una patinadora aunque con Santiago las veíamos. Bueno, yo las veía, pues Santiago estaba con lo de las texturas para su pintura. Las baldosas de mármol del monumento estaban repelladas de paisajes chinos. Así nos lo dijo Santiago y yo le creí. Ariadna reía mirando el Paraná. Yo les tomé un par de fotos y luego fuimos desalojados por un pelotón de escolares paracaidistas, escolares voladores, escolares barriletes que reían sobre Rosario.

Pero también reían en la Escuela Perú, Distrito Sur. Me habían preguntado: ¿te obsesiona la nieve? ¿querés conocer la nieve? y yo les decía que sí, la nieve es una vitamina, les repetía, y no la conozco aún, tal vez en la Patagonia exista, tal vez, tal vez yo recorto los papeles blancos con tijeras tropicales, tal vez... y termina todo, y un amigo se acerca luego que me preguntan ¿qué otro país le gustaría conocer? pues Honduras -respondo- pero otra Honduras, ya libre. Y el amigo viene, se saca algo del bolsillo, algo diminuto que es un prendedor de las malvinas iluminado por un amarillo sol argentino. "Llevátelo, llévatelo". Y aquí lo tengo.

IV

El Paraná canta. No es Rosario Bléfari quien lo hace. Es el Paraná... "adiós, adiós, sigo remontando río arriba..." http://www.youtube.com/watch?v=ustdrzSf8AY eso lo escucho hasta en la Plataforma Lavardén ahora que recuerdo. Una vez puse el oído sobre el lago Malaren en Estocolmo y lo que escuché fue el gemido del Vasa, una vocecita helada que quería contarme algo en sueco pero que yo, obviamente no entendí. Ahí anda la foto de mi intriga ante las aguas árticas. Pero cerca del antártico, el Paraná habla claro del adiós, porque ya debo hacer mi lectura lo que significa decir adiós. Cada lectura es un adiós y uno debe agitar todos los pañuelos en sus andenes, vibrar, seguirle la veta sísmica al Zurita rompe-escenarios, al Zurita que nos dice "y bien ¿quién sigue?", y uno le pega al costal de arena del propio corazón, uno hace calistenias arrítmicas, escucha a la eslovena, a toda la tropa argentina con todos los 30/30 a la cabeza y todas las trasnoches. Estoy ahí, de pronto y me decido por entrarle con Sugar man intentando imaginarme a Radio Zativa y Royal Blues en trance. Pues así me tiro, así siento y eso que ya había sentido bastante en la Escuela Perú, junto a los niños de primaria preguntándome de todo, leyendo ellos mismos los poemas. Pasa el temblor y rápido estoy en un cráter desierto...

V

Todas las calles, Café El Cairo. Todas las lecturas australes. Todos los fríos y luego Buenos Aires. Me he dormido en el bus hasta que me despiertan en pleno Aeroparque. La visión es La Costanera, los yates, el gris del Río de La Plata, el frío de nuevo y Lucio Lagos cruzando la calle para recibirme. La Pelancha (Esperanza) me da una enorme sonrisa de bienvenida y de allí en adelante veo un collage: La Recoleta, Palermo, Alvarez Lujan, Puerto Madero, Bulnes, la calle Honduras y en ella, llegando ¡Esmeralda Reynoth! la chiqui, mil veces feliz. Las enormes distribuciones de las avenidas, los enormes edificios de apartamentos, las extensas plazas... nada pudo batir a una hondureña en Buenos Aires que ahora no se pierde como yo, el perdido pero no tan perdido porque Lucio, Pelancha y Esme arman la fiesta de bienvenida entre Quilmes y fernecitos. Baires pesa, enormes grúas las sostienen y continúan su construcción. Cruzan y se pierden las distancias, todos y todas van solas pero apenas se pone en los labios Buenos Aires respira y todxs se sienten parte de algo que ocupa muchos idiomas y que sobrepasa la descripción. ¿Dónde está el fin de esto? -me preguntaba mientras el Monumental del River Plate me decía ¡pasá ché, espabilate! Pasamos entonces y contemplo la ESMA (Escuela Mecánica de la Armada Argentina), ese nefasto centro de detención, corazón supurante de la historia latinoamericana. Momentos antes, en mi entusiasmo desbordado le he dicho a Lucio: "Pero Lucio, ¡cuánta vida en Buenos Aires!", y Lucio me acota "Pibe, que te dejaste venir en época de vida pero aquí en época de muerte es otra cosa... nosotros pasábamos por la ESMA bajo riesgo de ser tiroteados, todos caminábamos de lejitos de ese lugar sin imaginar que ahí adentro estaban dándole pija a medio mundo".

VI

Luna Park, La Biela, la inabarcable Avenida 9 de julio. Vamos deprisa, sólo tengo dos días, vamos de prisa Argentina. La pampa ya voló, las patinadoras ya se deslizaron, subí a las terrazas y vi descender a los niños en sus espléndidos paracaídas. Ya hablamos, Rosario, ya desgranamos el mate y nos lo tomamos, vamos de prisa buque de Singapur, más aprisa banderolas multicolores de la inmensidad. Ya nos atragantamos de cortinajes dorados y poesía trasnochadora. El sur vuela, el avión es incómodo, los libros son demasiados y no caben en mi maleta, las postales, los puntuales descubrimientos y el hondureño absorto, todo pasa y vamos deprisa, más que los trenes y la temperatura en descenso. Esto es lo que se me viene. Lo demás sigue dando vueltas como las boleadoras que hacen tropezar a quienes van demasiado lentos. Ya lo sé, ya lo sé, me tomo la última Quilmes y listo, que Quiroga me cuente sus cuentos más oscuros. Estoy de vuelta (que casi es lo mismo a dar vueltas en lo dantesco). Tegucigalpa sólo tiene termómetros para medir escalofríos.

F.E.