jueves, 11 de junio de 2009

Plegaria en Sumatra para los mismos espíritus de por aquí

Tenemos carne,
miren, por favor, ¡cómannos vivos!

Desde pequeños engordamos, buscamos gusanos
y le hallamos sabor a lo muerto.

Arriba pasó el último Concorde, tronando,
una mano inmensa lo tomó como aguja
y fue costurando el cielo con asombrosa rapidez.
Un lugar llamado Ulán Bator
se quedó sin caballos,
allí no crece la hierba, dicen,
ni el tatuaje es un espejo para confundir a Dios.
Preparamos el sagú para ustedes,
molienda de nuestra boca,
con los pechos al viento las mujeres
para el río, para el baile, para nadie más.

En las nubes se alejaron los motores,
cruzaron hierros, los ojos no alcanzaron.

Aquí cantamos gutural lamento,
urdimos un plan secreto
para despojarnos del hambre,
sólo para ustedes, para ustedes máscaras,
para el río, para el baile, para nadie más.

¡Aléjense fieras!

¡Aléjense!

F.E:
(de Poemas de onda corta, 2009)

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