viernes, 19 de junio de 2009

Lucila Nogueira - Brasil

Porque tú nada sabes del insomnio
no vengas así despreocupado con ese universo de frases
protocolares
y toda una higiene pasteurizada de ternura
cuidado no te aproximes demasiado
existe una parte de mí donde nadie llegó aún
y el desespero siempre hace que la gente precise creer
en todo
voy quedando cada vez más con miedo de ese sentimiento
súbito


el agua que lavó las letras de la biblioteca
es señal de que el amor y la palabra exigen renovación
que tanto estudio no resuelve el desamparo
y que continúa deshabitada la casa que soy

fínjome autobiográfica y renazco como personaje
espasmo de electroshock yo sirvo a mi señor
ducha de electricidad yo sirvo a mi señor
y basta que su tono de voz sea un poco menos tierno
que yo ya siento dolor


como quien escoge una ensalada de rúcula
en un menú de terciopelo oscuro
tú estás sentado en una poltrona de acero
que ya comienza a ser engullida
por el mar volcánico de mi locura

no sé por que todo venía tan vagarosamente de modo
calmo
y de repente fue aquel estallido aquel sobresalto
y tú no entendiste en los intervalos del lenguaje
mi manera por el reverso de cantar un blue


tú no entendiste nada
tú no percibiste que soy un fósforo apagado
olvidado en el hollín con memoria del pasado
que la vida cae pesadamente en mi cabello azulado
y para que la pantalla pierda el color basta una pila
gastarse

por eso yo me acerco a ti en una pompa de jabón gigante
soplada en canuto de lechozo del huerto de la infancia
cuando aprendí la noche el sol los cristales coloreados y las músicas
gitanas
de ahí que basta que me toques y yo retorno a la vida
se quiebra el encanto y el hechizo
y salgo hacia la realidad carne que se desprende de las páginas
del libro


escribo sobre la vida como un exorcismo
no tengo remordimiento del que vivo
mi poema es el sinónimo de mi piel expuesta
en la implosión del muro de Berlín de los sentimientos físicos

semáforo rojo
rostros vacíos
caminé cubierta de sargazo por la avenida
como un insignificante alfiler atraído por un imán
y perdí el sueño deambulando en los tejados
en busca de las palabras más precisas
cuando finalmente descubrí que lo que importa en verdad
siempre está implícito


y ahora
yo sólo quiero que tú oigas mi voz subterránea
retumbando más allá de toda superficie
aunque en mí nada esté a salvo
quiero que observes con perplejidad como yo tengo estilo
y la melancolía de mis ojos claros
atraviesa nerviosamente el cosmos como un neutrino
arcilla submarina de temblores sísmicos en la mañana de una
calle vacía de domingo

hoy me falta compañía para salir y beber un vino
nada acontece y yo no sé cómo haga para mantenerme
viva
nada acontece y yo quedo inerte sin regreso ni partida
debo mudar una vida que ya no me sirve
pero ando muy cansada de ser siempre yo en tomar todas
las iniciativas


tú no entendiste nada
y yo estaba diciendo apenas de verdad
que súbitamente yo me fui quedando perturbada
tú me lees solamente para encontrar tus palabras
mas yo vengo de una raza de saltimbanquis y acróbatas
y brillan relámpagos de las tempestades en mis gestos
delicados



mi cuerpo fluctúa como sílabas de imágenes congeladas
y en esa opresión desarticulada decido desesperadamente
quedar callada
pero no olvido el convite a ver las estrellas en un
desierto de Marruecos
ni mi extraña fuga automática de aquel mundo
rosa entre peñascos
para volver aquí y quedar siempre a la espera del destino y del
acaso
centinela de la nada

y la vida pasa como las nubes en la ventana
la próxima vez yo voy a tener más cuidado
porque las otras sé que estragué todo sólo por tener miedo
de encarar la realidad


yo voy a telefonear
después hablamos
ahora no puedo despertar
entiende que yo cargo la saudade de las aves migratorias
que sobrevuelan a los alpinistas del círculo polar

porque tú nada sabes del insomnio
y existe una parte de mí donde nadie llegó aún
y la desesperación siempre hace que la gente precise creer
en todo
voy quedando cada vez más con miedo de ese sentimiento
súbito





Desespero Blue, 2003

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