jueves, 11 de junio de 2009

Akarma

Es difícil,
difícil hablarte de todo
sin una palabra dispuesta.
Hacerte creer que soy grande
y que mi frente mide
la longitud de tu espacio.
Qué grande,
grandiosidad de aniquilar
fronteras de luz
y comarcas de sombras:
dar un salto en la nada
para caer en tus pasos.

Es difícil,
muy difícil
confiarte mis brazos,
mi sangre en tu boca,
mis verdades.
Hacerte creer que la edad
es la cárcel de lo eterno
y que la eternidad
aunque nunca llegue,
siempre estará esperándonos.

F.E.
(de Sextos de lluvia, 1998)

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