miércoles, 21 de julio de 2010

¿Cómo murieron realmente en Pompeya? - Terra Antiquae


Consideremos esto: imaginémonos un área de unos 10 km. alrededor del volcán. Ahora imaginemos que el área se cubre de una sábana de aire muy caliente y ceniciento durante más o menos 3 minutos. Para ayudarnos a imaginarlo, figúrese que está mirando al volcán cuando empieza la explosión y que un avión viene hacia vd. desde el volcán al mismo tiempo. Se mueve a la máxima velocidad pero cuando le alcanza a vd. ha frenado hasta 160’9 km/h. lo cual representa el borde frontal de la capa de aire caliente y ceniza. En ese momento, la capa se desinfla o disipa, el aire se enfría y se posa la ceniza. Previamente, todos los humanos y seguramente todos los tetrápodos (pájaros, mamíferos, etc.) que se encuentran dentro de esos pocos Km. Simplemente se han caído, muertos.


Como hay muy poca ceniza, apenas están cubiertos por ella, pero más tarde una deposición mayor de ceniza es expulsada por el volcán y entonces todos los muertos están profundamente enterrados. O al menos esto es lo que yo me figuro leyendo esta comunicación.

"La mayoría de las víctimas están típicamente solidificadas en un gesto de acción suspendida (un 73% en un gesto como en vida; un 27% en un gesto como si estuvieran durmiendo), mostrando también contracción de las extremidades (76 %) y un gran número de cuerpos mostrando “la postura del púgil”(64%)."

La postura del púgil es una apariencia de que la víctima estaba “luchando por su vida”, pero también es un efecto colateral de un cocimiento muy rápido (algo más lento en ciertos casos). Todo el mundo murió y sus cuerpos quedaron en la posición que estaban en el momento de la muerte instantánea, aparte de algún espasmo involuntario peri—mortuorio. No se asfixiaron, ni fueron muertos por la fuerza expansiva de una explosión que los tiró al suelo. Quedaron cocidos in situ.

Por fin, al contrario de lo que indicaban hipótesis previas, estas conclusiones basadas en un estudio bioantropológico y vulcanológico de los depósitos y las víctimas de la explosión Pliniana del año 79 de Nuestra Era, revelan que incluso en la periferia más alejada de la oleada S4, no fue la asfixia ni la fuerza del impacto lo que causó las muertes, sino el calor. Realmente, aunque la fuerza del impacto y el tiempo de exposición a los gases polvorientos llegaron por debajo de las condiciones letales, la nube piroclástica retuvo sus altas temperaturas por lo que fue la principal causa de mortalidad instantánea de los habitantes del área del Vesubio, incluso los que estaban cobijados dentro de los edificios en la lejana Pompeya.

La temperatura alcanzó unos 250/300º Celsius y el tiempo de exposición fue de unos 30 segundos. La muerte debió llegar durante los primeros pocos segundos. Esta temperatura es suficiente para inflamar la gasolina y otros combustibles bajo ciertas condiciones, pero no basta para prender fuego en la ropa.

Así que ya saben vds. como murieron



1 comentario:

Sebastián dijo...

Excelente explicación, gracias por publicarla. Sebastián