Ex-alcalde de San Pedro Sula, conejillo de indias, chivo expiatorio, consumado malabarista... Kilgore fue lanzado al estrellato por ser presentador de un programa en Canal 6 (al que al parecer ha vuelto).
Llegado a la alcaldía, comenzó una vida disipada de campos de golf, viajes, casas, carros últimos modelo y bonanza para sus activistas a diestra y siniestra.
Enfrentado con Miguel Pastor por la supremacía del show, perdió terreno ante la aplanadora publicitaria de este último y también, ante el descomunal robo sofisticado que los Pastor implementaron en el Distrito Central. Es decir: perdió, definitivamente.
Una vez que se convirtió en sombra del pasado, sus mismos amigos del bipartidismo le declararon persecución para acallar los otros grandes robos nacionales y para darle a la población alienada pan y circo. Así se domó a la opinión pública en ese lejano año del 2006.
"No me hagás esto, socio; hacelo por mis hijos, por favor", fueron las impactantes palabras que Kilgore le dirigió al fiscal cuando se metía debajo de la mesa.
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