En la entrada anterior sobre el desove de las tortugas cometí un grave error: debido a la confianza que tengo (ahora, por supuesto, dudosa) en la fuente que me envió la noticia, di por sentada la denuncia sobre la inconciencia ambiental de los pobladores que "roban" los huevos apenas las tortugas llegan a depositarlos a las playas.
Recibí varios comentarios directos al blog exigiendo rectificara, ya que el suceso en cuestión no sucede en Honduras sino que en Costa Rica, precisamente en la playa de Ostiales, Guanacaste, comunidad que se beneficia de un convenio ambiental en el que se le permite recolectar los huevos de las tortugas que, a ciencia cierta, resultan de una sobreproducción.
Esto me sirve de gran lección con respecto a las certezas de la fuente noticiosa y por supuesto, que me da la conciencia de cuánto se puede echar a perder por una ligereza informativa.
En honor a toda la información que he subido al blog desde sus comienzos -en el cual he querido mostrar el cómo se puede hacer una lectura de la realidad social y científica desde la transversalidad de la cultura y las artes-, en honor a esos argumentos, es que admito este error.
Fabricio Estrada
webmaster del blog Bitácora del Párvulo
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