“Yo no confío en la Policía”, dijo el criminal Ramón Custodio un 25 de mayo del 2009, unas tres semanas antes del Golpe de Estado. “Antes teníamos unas fuerzas armadas ultrapoderosas, hoy son los policías” http://www.elheraldo.hn/content/view/full/133242.
Ayer, se reveló una encuesta de CID-Gallup donde la policía aparece junto al Ministerio Público Corte Suprema de Justicia y Congreso Nacional (el Estado completo) con la más baja aceptación por parte de la población.
Los portavoces de la Policía "no entienden el por qué" y los del MP "prefieren esperar el análisis de la muestra". El portavoz del Ejército sale con un galimatías sobre la doctrina y el marco constitucional del gorilismo y la Corte Suprema maneja un hierático silencio...
"No sé -dicen los chepos-, la gente no debe tenernos miedo porque venimos del pueblo... las circunstancias pasadas no son las de ahora..." Claro, por supuesto, el ser humano hondureño es idiota, amnésico, sí, por supuesto...
Con seguridad ya se le habrá olvidado las apaleadas con clavos incrustados (los palos que Larach & Cia. proveyó junto a los clavos), las encerronas de docenas en cuartos donde con sadismo golpeaban y llenababa de gases lacrimógenos, los disparos a quemarropa contra muchachas y muchachos, los toletes que introdujeron en las vaginas de amas de casa y maestras durante las manifestaciones... y todo esto hecho por los mismos policías que -antes del golpe- caminaban silenciosos, como perros mansitos que pedían rebaja en la pulpería.
Todo el golpismo guardará silencio, sí, al igual que nosotros; pero por igual, todos sabemos que dentro de esta Honduras, cada día, en cada calle, barrio y pueblo, ambos -polícías perversos y ciudadanos humillados- nos seguiremos acechando, siniestramente.
F.E.
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