Un equipo de cuatro hombres armados con fusiles y pistolas automáticas, el rostro cubierto con pasamontañas y ataviados con uniformes policiales mataron el sábado en la noche a nueve personas en la capital hondureña. El ministro de Seguridad Armando Calidonio atribuyó la masacre a que "dos bandas de mareros (pandilleros) se liaron a tiros en una pelea por drogas".
Según el ministro, los cuatro atacantes llegaron hasta una vivienda en el barrio Arnulfo Cantarero López al noroeste de Tegucigalpa, cuyos habitantes también dispararon contra los agresores.
La acción dejó siete hombres y dos mujeres muertos. Ninguna de las víctimas pertenecía al escuadrón que llegó a atacar.
Calidonio dijo que "los atacantes eran de la Mara Salvatrucha y la casa era habitada por miembros de la banda rival M-18", pero no presentó evidencias que sustentaran ninguno de los señalamientos. Ambas son pandillas rivales a las cuales también en Guatemala y El Salvador les endilgan la comisión de crímenes y hechos violentos.
"Es una muestra lamentable de lo que sucede en la venta y distribución de drogas en Honduras... es una situación difícil la que enfrentamos", añadió el funcionario, sin más detalles.
La violencia en Honduras ha dejado unas 20.590 muertes en cinco años, según cifras oficiales.
Fuente: Yahoo noticias
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