Es dentro de este ghetto del verano donde Tegucigalpa hornea su mejor pan ácimo. Anoche, la luna hervía los mejores corderos.
En San Pedro Sula los 43 grados de ayer hicieron humo todos los sueños. Cualquiera cae enajenado y boquea en el asfalto como pez en proceso evolutivo. De ahi se sale, se arrastra y una vez incorparado, vuelve al humo primigeneo.
Vuelvo al recuento y doy con un hermoso concepto de lo que hoy mismo sucede en Intibucá: "HONDURAS ESTÁ EN LA ESPERANZA", dice. Ahí, en la ciudad de La Esperanza, en Intibucá, se habla sobre la refundación de Honduras. Imagino a todas y todos los compañeros en las tierras del COPINH y con solo imaginarlo regresan rostro por rostro los rasgos de la nueva sonrisa que se da entre quienes creemos en esto, contrario a la gravedad hierática de la alienación.
El taxista del colectivo me lo dice: ¿Por qué amarán tanta pobreza? ¿Cómo es que se defiende tanta pobreza?
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