No me es ajeno el hecho que esta Bitácora se me vaya convirtiendo poco a poco en un inventario de necrológicas y de denuncias. Es tal la desproporción de los hechos diarios en contra de la vida en Honduras que no puedo evitarlo.
Intento a veces cerrar las heridas con los glóbulos blancos de la poesía o del arte total, pero al menor intento, regresa el balazo o la puñalada, fulgurantes y precisos en el cuerpo de toda la Resistencia, de cada compañero que vamos reconociendo en las fotografías, las mismas compañeras y compañeros que mantienen la fe en la lucha pacífica y en sus consignas. Definitivamente no será fácil y así lo asumimos el día en que nos lanzamos a las calles y dejamos que las mismas se convirtieran en nuestros papeles, pero sigue siendo tan duro manejar el dolor y el espanto como suele serlo, con seguridad, para un pobre payaso intentando el equilibrio en la cuerda floja de un circo pobre.
La mass media inventa promociones, conciertos, excusas estúpidas... la gente quiere irse a la playa no para hacerle comparsa al verano sino para encontrar una ruta en el mar y alejarse lo más posible de la criba en que nos tienen los policías y los paramilitares. Todos lo saben, hasta el desalmado riquillo lo sabe: se abrío la temporada de caza y cualquiera puede caer por error si se encuentra cerca de un miembro de la Resistencia. Así que nos enfrentamos a la muerte con estupor, pero esta muerte tiene la "cualidad" de abarcar políticamente a seres humanos que jamás creímos que la sensibilidad organizada sería blanco natural y codicioso de los que hasta ahora adjuraban entre dientes contra la vida y la alegría de ir hacia adelante con la bandera de todos, de los campesinos, de los obreros, del estudiantado, de la gente común, del artista, del magisterio, la bandera que hecha jirones remendamos cada vez que nos vamos para la marcha diciéndole te amo a nuestras hijas e hijos.
Así es que esta Bitácora no cejará a la hora del detalle. La terrible realidad no hará mariposas en mis versos, ni le dará a la Enciclopedia las narraciones de una beca rilkeana en algún castillo de Baviera. Hay demasiada vida empujando como una manada de ñus ante el acecho de los cocodrilos.
Ni la señal de la cruz ni el mantra, la única seña será la de un dedo acusador.
F.E.
1 comentario:
Fabrício: sua relação com blog é a mesma da minha: é uma janela criativa para a liberdade.
Eu mesmo já estou morrendo aqui mesmo: o penetralia já fechou duas vezes sem explicação, o revista cidade do sol uma, o twitter desabilitou minha conta, o facebook tb, o orkut deletou a comunidade que fiz para meu avô. Mas eu insisto.
Adelante, amigo! Te adoro!
Abs do Lúcio Jr.
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