Tal vez quieran que vaya pegado a las paredes, como los perros que se apartan cuando las multitudes pasan.
Quizá quieran que sea las paredes y mi lenguaje un grafitti borroso.
Quizá, me quieren cerca del Mekong, extendido con mis largos brazos, despedazado en kilómetros como su delta.
Muy lejos, más lejos (diría Alberti)
Tal vez deba mudarme al reino de los camaleones o tal vez los camaleones ya nos paseamos por las calles de Tegucigalpa, ocultándonos el uno del otro.
Entonces,hoy tengo rostro de ladrillo, mañana tendré un afiche y desde sus ojos miraré.
Hoy tengo la textura de la teja, mañana la piel lustrosa de las paredes durante la lluvia.
Quizá quieren que deje de ver.
Tal vez que levite.
Quizá quieran
que calle.
F.E.
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