jueves, 17 de diciembre de 2009

El ocultamiento: regla No. 1 del Imperio







Con el fin de proteger sus fábricas de armamento de los bombardeos aliados (II Guerra Mundial), Albert Speer, MInistro de Producción de Hitler, ordenó enterrar sus fábricas en las minas de sal de la Cuenca del Rühr, acción efectiva pero insostenible dada la escacez absoluta que sobrevino en los combustibles.

Los gringos utilizaron otra técnica contra los posibles bombardeos japoneses a sus fábricas dentro del territorio estadounidense: el camuflaje espectacular, aquí mostrado en forma de paisaje rural.

El ocultamiento y el espejismo es una regla básica del Imperio, desde hace mucho tiempo. Y todo sazonado con esa tendencia a la espectacularidad que fascina primero y luego muerde.

F.E.

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