El número de masacres sigue aumentando en todo Honduras. Primero seis muchachos muertos en una cancha de fútbol, después 4 ajusticiados, antes de eso otra ráfaga que agarra a dos, después de eso tres; pasadas un par de horas otros cinco y esos son los que en un tira y encoje aumentan y bajan la tensión.
De fondo, los espacios noticiosos se llenan con otras muertes dispersas, siempre muertes, siempre orondas: asfixiados, apuñalados, macheteados, etc. En menos de una semana llegan a casi 25 muertos en todo el país, mientras la policía a través de sus voceros declara: "No se sabe qué está pasando, pero si así los mataron es que en algo andaban" (...)
Las alarmas ya se han disparado. Las muertes siguen apareciendo con más insistencia a medida que se acercan las elecciones dictatoriales. De mi parte no quisiera pensar que esto ya es la "limpia" de escuadrones de la muerte puestos en acción, pero no tengo más opción que razonarlo, preveerlo y hacer un seguimiento puntual a aquello que los golpistas llamarían paranoia colectiva.
F.E.
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