jueves, 16 de abril de 2009

La maleta en el desván, Carlos Ernesto García - El Salvador


Carlos se encuentra ahora promocionando su nuevo poemario en Barcelona. La última vez que lo vi fue en una Tegucigalpa igual de calcinante como lo está hoy. En un almuerzo rápido (shop suey y té, la cómida típica del desencanto) nos contó -a mí y otros poetas- de los proyectos que traía entre manos. Tiempo después me compartió la lectura de varios de estos poemas que ahora publica y desde entonces, hemos enhebrado ese cable transatlántico que nos mantiene vivos en la memoria y en la alegrías históricas que ahora compartimos. Enhorabuena por su poesía!


EL BURDELERO

Siempre ibas
con pantalón ceñido
camisa ligeramente desabrochada
zapatos de charol relucientes
anillos brillantes
gruesas cadenas de oro
pelo engominado
como para ir de boda.
Una madrugada te encontré
en el maltrecho burdel
que como una matrona regenteabas
al final de una calle oscura y solitaria.
Me brindaste entonces-como cortesía de la casa
una joven campesina recién llegada
de quien sabe qué perdido pueblo.
Al día siguiente
supe que te descubrieron
en tu habitación
ya sin vida
parapetado bajo el colchón
como te abandonaron
con heridas mortales en el torso
provocadas por un picahielo.
Ni siquiera yo
que dormía al otro lado de la pared
aquella madrugada
pude escuchar los ahogados gritos
ante el espanto de la muerte
pues quien te asesinó
introdujo por la fuerza
un verde limón entre tus labios.
San Martín, El Salvador, 1975


MI PEQUEÑO BURGUÉS

Se levanta temprano.
Revisa las noticias en la prensa extranjera.
Bebe su café.
Procura que el traje
haga juego con los zapatos
la camisa
los calcetines.
Visita librerías.
Por encima de Kokoschka o Kandinski
aprecia de Hopperl
los cuadros en que eternizó los bares
las mujeres desnudas en habitaciones solitarias
y las ciudades en las que todo es silencio.
En las madrugadas
se deja llevar por el clavicordio
en que se ejecuta la Toccatta y fuga de Bach
mientras el Bushmill quema la garganta.
Prefiere las salas de cine alternativo
donde una noche
se dejó atrapar por la grandeza
de Aléxander Nevsky
y los incombustibles besosde Bogart a la Bergman
en Casablanca.
Lee con verdadera pasión a Grossman.
Se desvela con la poesía
en la que tarde o temprano
siempre aparece el campesino
que llevo dentro.


AUSENCIA

Mi hermana mi hermana
¿Dónde está mí hermana?
Busco en vano.
No puedo verla.
De pronto como una bala como un fogonazo.
Su mirada ante el horror.
Su piel blanca y su adolescencia.
Su manera de bailar a solas y cantar.
Su cabellera al sol.
Todo se desvanece.
Sus 18 años en un sólo instante como un destello.
Como una metralleta sonando en mi memoria.
Algunas veces el camino me conduce
hasta el whisky de los filibusteros.
De golpe una explosión.
Una bala en la madrugada.
Un grito ante el espanto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy seguro, pero creo que el apellido del poeta es García.

Fabricio Estrada dijo...

Toda la razón, gracias por la corrección, aunque su apellido segundo se Arriga él se ha dado a conocer como García. Saludos.