Pavel Cruz y Pavel Núñez
Mayra Oyuela
¿Qué cadencia elegir? ¿Cuáles poemas para fijar como piedras miliares de la noche?
Comenzó el vaciado, la represa por fin se libera y me deja ir hacia otros cauces. Café Guancasco y Mayra le pusieron banda sonora al adiós, porque ¿qué otra cosa es la publicación de un libro sino un adiós? Cierro el asunto, cuentas saldadas como viejos enemigos que se vieron de frente y se dijeron palabras definitivas ("A lo lejos, el relámpago habló, como una palabra definitiva de Dios" diría Saramago).
Ahora la historia es otra, ya está en manos de la contraparte, ese no es asunto mío.
89 punto 1
Oh Nikita you will never know anything about my home(Elton John)¿Pero por qué a la vista del pueblo
me sentía un traidor?
¿A quién le estaría arrebatando?
¿Qué se llevaba el camión de mudanzas
aparte de las sombras
y una abuela que rezaba en la cabina?
¿Hacia dónde miraba entonces
cuando Sabanagrande –palabralargacomohorizonte-
iba clavándose, como una estrella más
en las piernas y manos
de aquella hermosa Cruz del Sur?
89 punto 2
Si no lloraste no viviste,
y había tanto por qué llorar.
Todo muro caía en pedazos,
los grafittis, los videos de las fugas,
el cambio de guardia en Check Point Charlie.
Solidaridad
era una bandera que ondeaba en el Vaticano,
y La Pasionaria no aguantaba más:
la muerte pasaba sobre su ¡no pasarán!
Ceaucescu era medido a balazos
y la momia de Lenin hacía fila, desesperada,
en los portones de la embajada gringa.
Si no lloraste no viviste
el golpe definitivo
la retirada de Soyapango
y el último beso de la brigadista irlandesa;
la flor, la pañoleta de noche y sangre,
los últimos comicios para elegir la vida
en una América abierta en canal;
Durán noqueado y arrastrado en los camerinos,
el Vesubio borracho cantándole goles y tarantellas
al Maradona que todos llevamos dentro
en canchas de tierra
en Los Chorrillos, en Zacamil,
en la tierra arrasada del kaibil.
Si no lloraste no viviste
el estruendo de los cazas, las últimas de Lee Van Cleef,
las cuarenta libras de arena
con que corrían los reclutas enamorados,
la filmina rota y Los Cañones de Navarone
rompiendo en salvas por cada novio reclutado.
Si no lloraste no viviste:
fue una época de risa o llanto,
de carnavales
de fuegos en racimo.
El último tanque salía de Kabul
y las primeras amapolas caían
del otoño soviético.
Una fragancia nueva envilecía al viento,
los pañuelos hacían nido en la manos y los niños
crecíamos
simplemente crecíamos
como lo hace la hierba, sin nostalgias,
en medio de toda ruina.
83 punto 3
Vengan hombres del Patuca
orfebres del sueño…
¿Cómo está el niño
en esta hora de sol plenario,
el pequeño tamborilero
cuyos brillantes ojos bogaban
en las canoas de la hamaca?
¿Aún cargás al fusil de madera
con termitas de nostalgia?
¿Aún cargás contra el cerro
en medio del verde lluvioso,
con amigos
en fila india guerrilla de palo?
¿Cómo está el niño despojado?
¿Cómo sobrevive sin la zarza,
sin la espera,
sin su adulto muerto que recuerda en el poema?
Contraportada, palabras del maestro Arturo Corcuera
Oh Nikita you will never know anything about my home(Elton John)¿Pero por qué a la vista del pueblo
me sentía un traidor?
¿A quién le estaría arrebatando?
¿Qué se llevaba el camión de mudanzas
aparte de las sombras
y una abuela que rezaba en la cabina?
¿Hacia dónde miraba entonces
cuando Sabanagrande –palabralargacomohorizonte-
iba clavándose, como una estrella más
en las piernas y manos
de aquella hermosa Cruz del Sur?
89 punto 2
Si no lloraste no viviste,
y había tanto por qué llorar.
Todo muro caía en pedazos,
los grafittis, los videos de las fugas,
el cambio de guardia en Check Point Charlie.
Solidaridad
era una bandera que ondeaba en el Vaticano,
y La Pasionaria no aguantaba más:
la muerte pasaba sobre su ¡no pasarán!
Ceaucescu era medido a balazos
y la momia de Lenin hacía fila, desesperada,
en los portones de la embajada gringa.
Si no lloraste no viviste
el golpe definitivo
la retirada de Soyapango
y el último beso de la brigadista irlandesa;
la flor, la pañoleta de noche y sangre,
los últimos comicios para elegir la vida
en una América abierta en canal;
Durán noqueado y arrastrado en los camerinos,
el Vesubio borracho cantándole goles y tarantellas
al Maradona que todos llevamos dentro
en canchas de tierra
en Los Chorrillos, en Zacamil,
en la tierra arrasada del kaibil.
Si no lloraste no viviste
el estruendo de los cazas, las últimas de Lee Van Cleef,
las cuarenta libras de arena
con que corrían los reclutas enamorados,
la filmina rota y Los Cañones de Navarone
rompiendo en salvas por cada novio reclutado.
Si no lloraste no viviste:
fue una época de risa o llanto,
de carnavales
de fuegos en racimo.
El último tanque salía de Kabul
y las primeras amapolas caían
del otoño soviético.
Una fragancia nueva envilecía al viento,
los pañuelos hacían nido en la manos y los niños
crecíamos
simplemente crecíamos
como lo hace la hierba, sin nostalgias,
en medio de toda ruina.
83 punto 3
Vengan hombres del Patuca
orfebres del sueño…
¿Cómo está el niño
en esta hora de sol plenario,
el pequeño tamborilero
cuyos brillantes ojos bogaban
en las canoas de la hamaca?
¿Aún cargás al fusil de madera
con termitas de nostalgia?
¿Aún cargás contra el cerro
en medio del verde lluvioso,
con amigos
en fila india guerrilla de palo?
¿Cómo está el niño despojado?
¿Cómo sobrevive sin la zarza,
sin la espera,
sin su adulto muerto que recuerda en el poema?
Contraportada, palabras del maestro Arturo Corcuera
4 comentarios:
Qué bien, muchacho, felicidades. Después te aviso los datos de la presentación de mi novela en Teguz. Será el 15 de mayo. Un beso adelantando.
que super, felicidades, dejame un ejemplar, venite a sps a presentarlo, besos a mayra.
Felicidades, Fabricio. Un saludo de onda larga.
Agradezco sus palabras, espero que pronto puedan tener el libro en mano, haré lo posible por ello. Después de varios meses de retraso (¿retraso de qué?- preguntarán)el poemario salió gracias al apoyo hermano de Rubén Izaguirre, Víctor Saborío y Evaristo López, además de la ayuda gráfica de dos compañeros de publicidad: Gabriel Bulla y César Murillo, toda una orquesta, como ven.
Les va el abrazo!
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