miércoles, 22 de julio de 2009

De Poemas de Onda Corta, F.E. 2009

JUICIO PARCIAL PARA UN DESERTOR DE LA POESIA

Porque un día hiciste de la poesía
tu lámpara maravillosa
y usaste de su genio
la palabra filosa
que ahora
se herrumbra en la selva.
Porque un día atestiguaste
la fe sin Dios de por medio
y coleccionaste del mundo
los milagros imprevistos del azar.

Porque en las noches
porque en la rabia,
porque juraste ser de los primeros
cuando la luz del día llamara
y araste con metáforas
la infértil materia del olvido.
Porque ahora finges de notario
y te apresuras por llegar a casa
y te sirven en los restoranes
y callas cuando el jefe grita
y te caes de la puerta de los buses
y te sabes las fronteras de los mapas y organigramas
sin acordarte
que un día cruzaste en bandadas los cielos
y diste palabra a los mudos
e izaste banderas de rebeldía
y soñaste más allá del despertador
y de los rechazos al préstamo bancario
y no decidiste morir con el diagnóstico equivocado
que prometía miserias, congojas
y la misma risa burlona que persigue al payaso
de un circo que no funciona.

Porque ahora
se te caen los dientes cuando mencionas poesía
y bajas la mirada
cuando de reojo
ves pasar la vida
como quien ve pasar
un tren en llamas.


MANDAMIENTOS PARA UN VIAJE A EUROPA

No cantarás
a un continente
cuyo ánimo poblaron los mimos;
estatuas de cera tan reales,
mendicantes que azotan a quien les habla,
esos que cruzan las calles
como solitarios galeones de Manila
saqueados
sin un doblón de asombro.
El mar, su cielo
puros cuentos de museo.

No cantarás
ni codiciarás –como ellos- el país de tu hermano.
Sabrás de su sal
conocerás sus panteones
llorarás sus poetas.

Fornicarás en Amsterdan
y serás la bomba en los ojos del ario,
serás invisible, te bautizarán Muhamed
y por primera vez
rezarás con nostalgia a tus dioses morenos.

No pronunciarás tu nombre en falso
cuando la visa te sea apartada con sospecha,
cuando revisen tus dientes
y exploren el poco dinero que carga un iluso
para gastarse en te quieros y postales.

No matarás,
aún y cuando todo diga lo contrario.



CANCION DE EXILIO PARA UN RECIEN NACIDO

Y es peor todavía:

uno defiende un sueño,
a una tierra que apenas existe en el deseo.

Por eso las piedras son indefendibles
y el inmediato yermo
no es la tierra que fértil buscamos.
Nada parece más cercano
que la extrema presunción de la memoria,
hilos que desde nuestras manos
pretenden devolver vida
a lo que en sustancia
siempre será fugacidad e intermitencia.

Y sin embargo, pequeño,
hoy te hago parte de la nostalgia,
así, dormido,
mientras en sueños fundás la patria
que aún no he podido fundarte.


II

Pero no he querido para vos, hijo mío,
un destino injurioso de ayes y bemoles,
este sarmiento que trenzo
cada mañana en mis manos.

Has de saber
que mis juegos tienen perdedores
y que lastimo de vez en cuando
como un desconocido que grita a otro
y lo humilla
y se complace con verlo solo, aterido
golpeando en los rincones.
Tenés que saber que trato, que intento
que hago lo posible por llegar limpio a vos
y recibir de tus medias palabras
esa verdad que en las noches
hablará con claridad en mis sueños.

Es probable que no me entendás,
balbuceo y lloro
con un espino plantado en mi lengua.

Sólo dejame crecer un poco más
para poder explicártelo.




LOS CONSTRUCTORES

I was here sanabanbich!
(copla popular)

Ha crecido la mañana
imprevistamente roja sobre la hierba endeble.

Cada quien carga su cuota de ladrillos
y aporta un muro más
a esta ciudad de callejones sin salida.

Blancos de cal despiertan los albañiles;

el martillo cantó más temprano que ayer
y los buses de vapor, bajan hastiados
a recolectar sus carbones.
Desde los barrios más lejanos
donde la noche clava estrellas en los cerros
y el viento acumula en los ojos
el polvo lejano de las construcciones,
bajan los maistros
hacia las casas del valle,
inundan sigilosos los solares baldíos
y unos sobre otros
levantan un paisaje de espejos
y de péndulos hechizantes.

La gris primavera ha llegado:

los grafittis
obscenos
firman los rincones más ocultos
en las casas recién terminadas.



AMERICAN SCHOOL GEOGRAPHY LESSON

Honduras limita al norte
con las aguas para el buceo,
las arenas para la orgía
y los delfines para la foto.
Bajando un poco la nariz
se llega al blanquísimo alucine de Telamar,
al roce fáunico de La Ceiba en carnaval…
más abajo es falsedad, sensiblería,
montañas de flor de muerto,
gente que llora si no caen peces del cielo.

Al sur, limítate a Coyolito
con las grandes casas de papi y mami
brillando como una dentadura perfecta
en la angosta boca del golfo.
Lo demás es polvo, ríopistas
donde lentas se atropellan las piedras.

Al occidente, Honduras limita
hasta donde te lleva el tour;
la población duerme mientras los mochileros
hablan con jeroglíficas lenguas
y pasean borregos y ebrios
descubriendo antigüedades.
El altiplano es barato
pero difícil de llegar a él,
La Esperanza es fría y Lempira,
bien, Gracias.

Al oriente, Honduras es El Paraíso
y el Wans Coco –dicen-
un largo abalorio de tumbas
que llega cansado a escupirle al mar.
Olancho es un departamento grande y gordo
de tanto comer bosques y avionetas extraviadas,
tala de vidas y cinchoneros silenciados…

¿La Mosquitia?
de ella nos divide
una recta herida de guillotina,
nombres poco entendibles

(a ver, repitan: Wan-puu-siiir-pe)

y la cuenca vacía de Caratasca.

¿No se han fijado que desde el mapa
-Gracias a Dios-
parece la calavera de un dinosaurio
en actitud de huida?

Jonduras es un país muy turrístico.



PLEGARIA EN SUMATRA PARA LOS MISMOS ESPIRITUS DE POR AQUI

Tenemos carne,
miren, por favor, ¡cómannos vivos!

Desde pequeños engordamos, buscamos gusanos
y le hallamos sabor a lo muerto.

Arriba pasó el último Concorde, tronando,
una mano inmensa lo tomó como aguja
y fue costurando el cielo con asombrosa rapidez.
Un lugar llamado Ulán Bator
se quedó sin caballos,
allí no crece la hierba, dicen,
ni el tatuaje es un espejo para confundir a Dios.
Preparamos el sagú para ustedes,
molienda de nuestra boca,
con los pechos al viento las mujeres
para el río, para el baile, para nadie más.

En las nubes se alejaron los motores,
cruzaron hierros, los ojos no alcanzaron.

Aquí cantamos gutural lamento,
urdimos un plan secreto
para despojarnos del hambre,
sólo para ustedes, para ustedes máscaras,
para el río, para el baile, para nadie más.

¡Aléjense fieras!

¡Aléjense!



LA BOMBA SILENCIOSA

Y es ahora,
que como un grito de alarma aérea
el pregón de las tortillas
despierta a un día que no avizora nada bueno.

Los edificios, mendigan un poco de ruina
y los autos, simplemente, se desploman
ebrios de plomo.

Los afiches políticos crecieron por la noche,
plaga de sonrisas a la que es tan fácil
escupirles el rostro.
Ninguna bomba cae,
pero en la gente, se ve la asfixia del bunker,
una mirada que escarba el silencio
y que luego se pierde con la rotación del cielo.

En las vitrinas, los orates
van tejiendo a punta de piedra
las bellas telarañas del miedo.




JURAMENTO A LA LUZ DEL DIA
A los Paveles, Cruz y Núñez


Mientras exista la luz
en su blanca piedad de astro,
iridiscencia que fluye
y luego explota
en lo que damos por nombre sueños.

Mientras exista la luz y su puño de espejos,
órbita de reflejos que golpea en la mirada
cada vez que se abren las ventanas
dando paso a las sombras
pájaros del humillado.

Cada vez que exista la luz
como radiante respuesta del tiempo
a nuestros ópalos más tristes,
a nuestras lámparas de arena,
a nuestro endeble tea de espantos.

Cada vez que exista la palabra luz
cada vez que reviente
cada vez que inunde y desborde
las enormes plazas del calendario:
ni una venda
ni una tan sola noche,
ni siquiera pestañear un poco
ante el enorme incendio
que siempre
provocará el canto.



ALFABETO PARA ESTEBAN

Tú has nacido en un sitio verdadero,
lejos del mar…
(Antonio José Rivas)

Me has despertado para que vea el río,
pero hoy
lejos del mar y su espejismo
tendré que enseñarte la palabra Honduras:

Fonema de sal
y campo de escafandras,
pirotecnia de los tristes
yegua en celo que nadie monta.

Explosión de la resina
que aprieta y avanza
en el fuego y chasquido de sus ramas,
asfixia
vena bajo tierra
que la aguja del sol
nunca encuentra ni alcanza.

Honda puñalada
rumor de la herida
en su pequeña hecatombe
de infección y hormigas
trepanando, socavando
en la más pura palabra de insomnio.

Me despertaste para ver el río
con sus peces y desoves ,
el sinuoso dragado del tiempo
y las aves en su estrecho cielo,
pero hoy
sin la idea de un mar que nadie espera
aprendí , a enseñarte, la palabra Honduras.

1 comentario:

Laurene dijo...

Adorei! vc é muito bom poeta!