Hace 5 años fue pautada esta campaña de prensa, cuando la iconografía del Ché alcanzó un pico bastante alto en la "posmodernidad" pírrica hondureña que ha desembocado en lo que hoy llamamos golpismo, por su voluble mirada a la realidad.
Lo paradójico es que la línea de comunicación que tomó Burger King fue la de integrar todas las resonancias cívicas del hondureño común. Así, en un spot TV aparecía un chavo hablando para sí mismo mientras caminaba por la peatonal ¿qué decía? pues el monólogo iba en este tono:
-"Me siento tan orgulloso de saber, que cada día, tengo un lugar donde se nos da la atención que merecemos" (en video: una pareja de ancianos muy pobres que saluda al chavo con unas papitas BK en las manos. La toma enfoca los ojos emocionados del chavo).
-"Un lugar donde sí conocen lo que necesito y que saben cómo contribuir con el desarrollo del país..."
Aquí viene la toma de impacto: mientras la cámara corrige, la peatonal del centro de Tegucigolpe va revelando al peatón común que viene atrás, de extras gratuitos, y entre esa gente, se distingue con claridad la imagen de un hombre mayor, con cubayera blanca y boina, con un caminado que a leguas se reconoce: es el poeta Roberto Sosa. Y por supuesto, en ese momento de revelación para los que lo conocemos, nuestra expresión es de una imperturbabilidad desconocida... la promiscuidad absoluta ha sido expuesta en toda su magnitud.
Esto no es ficción, es otro testimonio más del signo que guarda, imperioso, al feroz capitalismo de estas tierras.
F.E.
6 comentarios:
No miré recuerdo el que aparece Sosa, pero sí lo del Ché, que por alguna razón (de seguro les produjo pesadillas ja,ja,ja) la cambiaron por la de Bob Marlyn al poco tiempo.
No me queda claro si Sosa apareció en el spot por accidente o fue algo intencional. En todo caso me parece interesantísimo el caso para hablar de como, antes del golpe de Estado, muchos artistas e intelectuales estaban atrapador por el mercado, se vendía como productos de escaparate. En eso hemos madurado mucho, muchos.
OE
La aparición del poeta Sosa fue circunstancial. La toma lo captó como un peatón más. El asunto es que dominaba todo el segundo plano.
El mercado siempre sigue existiendo y mediatiza todo. El valor del compromiso es que desvincula de esa mediatización al artista conciente y esto hace que tome como suyo el reto de iniciar de cero con todo su arsenal estético y político.
Cuando se ha revelado la realidad es más fácil contrastar, no así antes de la ruptura, pues la promiscuidad que promueve el mercado lo avasalla todo. Es el mejor momento para el artista y el eintelectual comprometido, sin duda: su opinión u obra tienen una dirección unívoca y se le está hablando a quien realmente interesa, creando así discurso a la vez que belleza plena.
Nota: la agencia de publicidad que sacó esa campaña tuvo que sortear una demanda de parte de los herederos de los derechos de la imagen del Ché.
Bueno es explica que retiraran la foto. Total, una demanda es como una pesadilla.
¿Podrías compartirnos el video? ¡Haz puesto a trabajar mi mente e imaginación!
Voy a tratar de conseguir el video, sé dónde puede estar. Saludos.
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