Ayer hacíamos el video. La banda estuvo precisa, ni uno solo de los espasmos conocidos fue echado de menos.Se inventaron el homenaje y les salió perfecto: la casa antigua en el centro de Tegucigolpe, las sombras, los delicados oídos de la generación lightning y los milicos husmeando el concierto.
Llegaron los zopilotes en su motocicletas. 12 para ser exacto. Entraron exhibiéndose, dando a conocer a todos que ellos eran lo dueños de la noche y por supuesto, de Honduras. Tenían que llegar a marcar su territorio. La misión: no hacer que a los muchachitos se les olvide que aquí no hay nada sin el asco de la presencia militar.
Se bajaron, se pavonearon, serpentearon sala por sala. Al fondo, Pigs.
Se cruzaron las miradas, se manosearon algunos bolsos. Al fondo, The Wall.
Se quedaron un buen rato, fumaba y echaban el humo como vaqueros en pleno duelo. Al fondo, Division Bell...
No se podía estar más tiempo junto a esa afrentosa presencia, así que decidimos largarnos, hartos de contemplar cada pose de esas bestias traperas.
Sin embargo, Pink Floyd, tiene un nuevo video, muy poderoso, con nosotros como actores.
F.E.
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