Veo las noticias sobre el desastre haitiano. Me impresiona sobremanera el hecho que fue esa la misma intensidad que tuvimos en Honduras a mediados del 2009. Los 7.3 grados en escala de Richter nos pasaron por encima, se escondieron bajo el mar y resurgieron en Puerto Príncipe, con todo el horror que hoy nos dan las imágenes noticiosas.
El impacto fue de una escala apocalíptica y sobrepasa cualquier cálculo una vez que aunamos desastre social con desastre natural. Duele en verdad lo que está pasando en ese conglomerado humano que fue destinado por el colonialismo francés a una sempiterna precariedad. Su territorio descombrado, las matanzas entre bandas, la presencia de tropas de la ONU, los Golpes de Estado recientes, los sanguinarios Toton Macoutes de Papa Doc, el fallido "Imperio Haitiano" de Jean Jacques Dessalines en 1805, la invasión gringa en 1994... todo se mezcla y forma un epicentro físico y espiritual espantoso en su consecuencias.
No puede ser que Haití sea escuchada solamente en estas condiciones, no a costa de tantas y tantos muertos.
1 comentario:
Oi, Fabrício. Realmente se no Haiti se soma a tragédia natural com a social.
Até hoje gostaria de entender melhor a deposição de Aristide. Um militar daqui que estava indo para lá me disse que foi porque ele se envolveu com o narcotráfico e as milícias. Em outras fontes, disseram que aumentou o salário mínimo, tal como Zelaya. Essa última versão, curiosamente, apareceu no filme de James Bond, Quantum of Solace.
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