En principio, esta proclama o manifiesto, lo hice creyendo en Paíspoesible, pero dado el fracaso estrepitoso de esta propuesta colectiva (que obviamente - y por igual también- representa mi contribución personal al fracaso de tan bello proyecto) , retomo las palabras que aún son válidas más allá del elitismo y manoseo en que ha terminado lo que inicialmente era visión revolucionaria, revolución generacional, sueño, puño, prodigio de hermandad entre poetas caníbales, estética que desbordaba el confinamiento del ego...Siguen siendo estas palabras razones puntuales para entender lo que ha animado a los muchos poetas hondureños que surgieron en varias partes de Honduras entre los años 1992-2008, mucho antes de la poesía como negocio, de la palabrería "social" carente de verbos.
Acompaño este "manifiesto" con el arte gráfico "Departamento 19", de mi autoría, y que fue publicado en el único primer número de la Revista Paíspoesible. Honduras está dividida territorialmente en 18 departamentos. El diseño es de Hugo Bautista.
Hermano poeta: déjeme esbozarle lo que he ido armando mentalmente al observar el medio honduréño:
1- Juan Ramón Molina murió de amosepo. El vio París, supo lo que se movía en todos los ámbitos ¡era la época de las grandes vanguardias! Regresó a Honduras y quiso explicarlo, pocos entendieron que él era el puente hacia una temprana vanguardia en Centroamérica. Molina intentó explicarlo en mil formas: en sobrios ensayos, lúcidos poemas y al final, en ebrios delirios desesperanzados.
2- Cuatro gatos lo entendieron, entre ellos, Pompeyo del Valle, Sosa, Bulnes, Rigo, José Luis Quesada, José Gonzáles, Clementina, Castelar y Merren...no busque más, los otros siguieron con su mitología florida y de buen gusto, políticamente correctos.
3-Hasta la fecha, hemos sido pocos quienes volvimos a retomar el asunto, un tanto tardíos pero con la ventaja de estar conectados con la velocidad futurista de la época: lo que Boccioni decía en 1915 nosotros lo habremos de superar: "La velocidad es nuestro mayor tesoro ¿para qué seguir copiando objetos estáticos en un mundo donde el motor y el automóvil barren con todo?"...¡ahhhh! entonces nosotros diremos "La multiplicidad de la imagen es nuestro jardín de las delicias, el clon, las células madres, el vértigo de los genes recreando carnalmente al hombre...¿para qué seguir imaginando al nuevo ser humano desde la teoría del arte y su estética si la ingeniería genética es la encargada de crearlo en carne y hueso?" Pues bien, nosotros hemos visto el atorrante mundo del video clip y su hardcore!! Superamos con creces la ansiedad de Molina y Boccioni juntos!!
4- Hermano poeta: Todo esto puede parecer un tanto insano, es cierto, pero nuestra racionalidad también es diferente: cuando plantamos cara al público, serios, firmes y precavidos, por dentro nos gime una carcajada agónica que apenas se contiene.
5-Vivimos en Honduras, lo asumimos y eso es lo que evita que juntemos 5,000 dólares y nos vayamos con un coyote confiable para el norte. Por una razón u otra, Honduras nos retiene, es un magnetismo terroso, precámbrico, lleno de contrariedades y premoniciones...y sin embargo, podemos apostar lo que nos quede si cualquier latinoamericano no siente lo mismo. Estamos en formación continua, esta movilidad existencial es un caldo hermoso, inestable, pero definitivamente es nuestra esencia. Nosotros vemos al Estado desde la burla, todos lo saben, ni nosotros nos creemos el asunto de la conformación nacional, y sin embargo intuimos un país mental mucho más abierto y grande que los límites anacrónicos sugeridos por los juristas de La Haya ¡nuestro País es una estepa y nosotros somos sus caballos incansables!
6- Cuando leemos poesía corremos, a galope tendido.
7- Los regionalismos nos causan vasca, los engreimientos citadinos nos causan alergia, somos indomables, toda la tierra y sus enormes fabularios nos acompañan en medio de esta infertilidad urbana.
8- Honduras es una bola de virutas de hierro...broza de esmeril...la fruta de navajas que por medio de su poética visualizó Rubén Izaguirre...Honduras es atraída y desmenbrada desde cuatro polos históricamente magnéticos: los de la costa sueñan que en New Orleans todavía viven sus jefes-padres, los gringos bananeros que regalaban dádivas desde La Lima hasta Olanchito.
Los de la Mosquitia todavía andan ebrios con su Imperio Misquito y sus brindis siguen dando aleluyas por la Reina Victoria de Inglaterra.
Los de Oriente viven vendiendo y comprando quesos en Nicaragua...los de Occidente consideran que son una extensión de Guatemala y los del Suroccidente se las juegan con El Salvador. Sólo en Tegucigalpa sobrevive una Honduras mística e ilusionada por la palabra patria, y eso sin contar con todo ese país en tránsito del departamento 19.
9- Así las cosas, nosotros estamos solos. Pero solos y fuertes, cincelando versos, no escribiéndolos. Somos los "feliz no cumpleaños" del país de las maravillas...lo celebramos todo, desde el nacimiento de un niño tiloso en Santiago de Puringla -un niño iluminado y nacido con barba hirsuta- hasta los 50 años de edición de un libro de Acosta. Nos importan los mediocres, más de lo que pensamos, porque el mal es mediocre, inconcluso, equilibrio de asco y suspiros, nos importan los mediocres porque nos ponen en alerta y estar alertas, querido hermano y hermana, es nuestro mayor patrimonio existencial.
10- No mentimos: tramamos.
11- Sabemos el uso de esa escobita que limpia el nicho del mañana, pero también, hacemos malabares con martillos cada vez que miramos a los ojos, por lo tanto, no pueden engañarnos ni tramar contra nosotros. Somos los próximos santones que recibirán el Premio Nacional de Literatura, aunque sea solo porque lleguemos a viejos y aburramos. La decepción para los demás llegará cuando vayan a rezarnos y encuentren el santuario vacío. Entre las begonias, el puro relieve en polvo de nuestra ausencia.
12- Somos realmente pocos...nomen est omen (el nombre es nuestro destino) así cavilaban los sabios del Capitolio...y nosotros pues, nosotros del vacío sabremos sacar pocos nombres, ópalos hambrientos de sol, hombres y mujeres de letras que no necesiten de logias para subsitir.
1- Juan Ramón Molina murió de amosepo. El vio París, supo lo que se movía en todos los ámbitos ¡era la época de las grandes vanguardias! Regresó a Honduras y quiso explicarlo, pocos entendieron que él era el puente hacia una temprana vanguardia en Centroamérica. Molina intentó explicarlo en mil formas: en sobrios ensayos, lúcidos poemas y al final, en ebrios delirios desesperanzados.
2- Cuatro gatos lo entendieron, entre ellos, Pompeyo del Valle, Sosa, Bulnes, Rigo, José Luis Quesada, José Gonzáles, Clementina, Castelar y Merren...no busque más, los otros siguieron con su mitología florida y de buen gusto, políticamente correctos.
3-Hasta la fecha, hemos sido pocos quienes volvimos a retomar el asunto, un tanto tardíos pero con la ventaja de estar conectados con la velocidad futurista de la época: lo que Boccioni decía en 1915 nosotros lo habremos de superar: "La velocidad es nuestro mayor tesoro ¿para qué seguir copiando objetos estáticos en un mundo donde el motor y el automóvil barren con todo?"...¡ahhhh! entonces nosotros diremos "La multiplicidad de la imagen es nuestro jardín de las delicias, el clon, las células madres, el vértigo de los genes recreando carnalmente al hombre...¿para qué seguir imaginando al nuevo ser humano desde la teoría del arte y su estética si la ingeniería genética es la encargada de crearlo en carne y hueso?" Pues bien, nosotros hemos visto el atorrante mundo del video clip y su hardcore!! Superamos con creces la ansiedad de Molina y Boccioni juntos!!
4- Hermano poeta: Todo esto puede parecer un tanto insano, es cierto, pero nuestra racionalidad también es diferente: cuando plantamos cara al público, serios, firmes y precavidos, por dentro nos gime una carcajada agónica que apenas se contiene.
5-Vivimos en Honduras, lo asumimos y eso es lo que evita que juntemos 5,000 dólares y nos vayamos con un coyote confiable para el norte. Por una razón u otra, Honduras nos retiene, es un magnetismo terroso, precámbrico, lleno de contrariedades y premoniciones...y sin embargo, podemos apostar lo que nos quede si cualquier latinoamericano no siente lo mismo. Estamos en formación continua, esta movilidad existencial es un caldo hermoso, inestable, pero definitivamente es nuestra esencia. Nosotros vemos al Estado desde la burla, todos lo saben, ni nosotros nos creemos el asunto de la conformación nacional, y sin embargo intuimos un país mental mucho más abierto y grande que los límites anacrónicos sugeridos por los juristas de La Haya ¡nuestro País es una estepa y nosotros somos sus caballos incansables!
6- Cuando leemos poesía corremos, a galope tendido.
7- Los regionalismos nos causan vasca, los engreimientos citadinos nos causan alergia, somos indomables, toda la tierra y sus enormes fabularios nos acompañan en medio de esta infertilidad urbana.
8- Honduras es una bola de virutas de hierro...broza de esmeril...la fruta de navajas que por medio de su poética visualizó Rubén Izaguirre...Honduras es atraída y desmenbrada desde cuatro polos históricamente magnéticos: los de la costa sueñan que en New Orleans todavía viven sus jefes-padres, los gringos bananeros que regalaban dádivas desde La Lima hasta Olanchito.
Los de la Mosquitia todavía andan ebrios con su Imperio Misquito y sus brindis siguen dando aleluyas por la Reina Victoria de Inglaterra.
Los de Oriente viven vendiendo y comprando quesos en Nicaragua...los de Occidente consideran que son una extensión de Guatemala y los del Suroccidente se las juegan con El Salvador. Sólo en Tegucigalpa sobrevive una Honduras mística e ilusionada por la palabra patria, y eso sin contar con todo ese país en tránsito del departamento 19.
9- Así las cosas, nosotros estamos solos. Pero solos y fuertes, cincelando versos, no escribiéndolos. Somos los "feliz no cumpleaños" del país de las maravillas...lo celebramos todo, desde el nacimiento de un niño tiloso en Santiago de Puringla -un niño iluminado y nacido con barba hirsuta- hasta los 50 años de edición de un libro de Acosta. Nos importan los mediocres, más de lo que pensamos, porque el mal es mediocre, inconcluso, equilibrio de asco y suspiros, nos importan los mediocres porque nos ponen en alerta y estar alertas, querido hermano y hermana, es nuestro mayor patrimonio existencial.
10- No mentimos: tramamos.
11- Sabemos el uso de esa escobita que limpia el nicho del mañana, pero también, hacemos malabares con martillos cada vez que miramos a los ojos, por lo tanto, no pueden engañarnos ni tramar contra nosotros. Somos los próximos santones que recibirán el Premio Nacional de Literatura, aunque sea solo porque lleguemos a viejos y aburramos. La decepción para los demás llegará cuando vayan a rezarnos y encuentren el santuario vacío. Entre las begonias, el puro relieve en polvo de nuestra ausencia.
12- Somos realmente pocos...nomen est omen (el nombre es nuestro destino) así cavilaban los sabios del Capitolio...y nosotros pues, nosotros del vacío sabremos sacar pocos nombres, ópalos hambrientos de sol, hombres y mujeres de letras que no necesiten de logias para subsitir.
13- Pero somos nosotros quienes visionamos como cíclopes. No somos varios, somos uno cuando miramos. Creemos en esto.
14- Juan Ramón Molina conoció París, nosotros la internet. Nadie se muere de amosepo con la internet, nadie se engaña, nadie es puente, nadie vive regionalmente, nadie vive más allá del clón. Somos cuatro gatos, sí, no es necesaria mayor camada. La ubicuidad es nuestro sueño, la estepa nuestro suelo.
15- Podemos trastocarle la fiesta a estos infelices, más de lo que ya lo hemos hecho.
14- Juan Ramón Molina conoció París, nosotros la internet. Nadie se muere de amosepo con la internet, nadie se engaña, nadie es puente, nadie vive regionalmente, nadie vive más allá del clón. Somos cuatro gatos, sí, no es necesaria mayor camada. La ubicuidad es nuestro sueño, la estepa nuestro suelo.
15- Podemos trastocarle la fiesta a estos infelices, más de lo que ya lo hemos hecho.
2 comentarios:
La lista de los "cuatro gatos" últimos era simpaticona, pero entiendo -y aplaudo- que no la hayas puesto esta vez.
Viejo, definitivamente, quien se lo merezca que vaya tras su ratón y de vueltas hasta el delirio, que juegue y a ver si sobrevive a la sorpresa de haber seguido su propia cola.
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