viernes, 20 de marzo de 2009

La Primavera de los Poetas


En verdad ¿serán tan primaverales los poetas? ¿Corren por ahí con un estandarte con Las Tres Gracias como emblema? ¿No son más decisivos los poetas, más que un verde campo de memorias y apologías? ¿Dónde se encuentra el nexo entre el querer o imaginar que con poesía apologética se puede formar un carácter social que necesita de mil razones más contextuales que una primavera idílica donde destellan los poetas como elfos y la poesía como el sol de los Teletubies?

Circula por aquí la antología que Paíspoesible ha denominado "La Primavera de los Poetas", una selección de poetas franceses y otra de nóbeles llamada "Poética Nóbel", que por el rumbo que han sido seleccionada hasta Eluard, Martinsson y Neruda aparecen como uno más de los millones de poetas nóveles que andan por el mundo hablando de poetas, de epílogos, de prólogos, de índices pero menos de la poesía total cuyo huracán es todo menos primaveral.

¿Dónde está la intención de fondo cuando sólo se arguye que 2,500 libros para regalar son el acto inédito que entroncará a los lectores inéditos con la búsqueda de la poesía universal? Evidentemente hay un cambio de visión al interior de Paíspoesible, ya que sus actos primeros se basaban en que el poeta se rozará con la realidad leyendo en público y haciendo notar que se era de carne y hueso y no de musas y ambrosía, es decir, que el poeta presencial fuera la plataforma desde donde el público conquistara su propia humanidad reflejada en ese fulano posesionado por la poesía; ente de cambio en sí mismo, paradigma...

Pero bueno, dado que los pro y los contras de los actos asumidos por los poetas y sus gestiones solo suelen ser discutidos entre la copa y el almuerzo, dejo aquí estas palabras para ver si sobreviven como documento o algo parecido, ensalzando nada más la buena intención de multiplicar los libros, no así la palabra.

5 comentarios:

Jessica Isla dijo...

Que bueno que hagas esos comentarios Fabricio. Yo me pregunto lo mismo. ¿Hay que comulgar con determinada ideología para publicar un lbro? ¿donde quedamos las poetas ambulantes? o en este caso como tu dices ¿donde queda la intención original de ser y estar con la palabra en ese espacio que, comparto contigo tiene muy poco de primaveral, especialmente en estos tiempos tan violentos? ¿es este el espíritu rebelde y contestatario de la poesía. Un abrazo siempre.

Jessica

Fabricio Estrada dijo...

Sí, ese es el punto Jessica, la coherencia y los pies puestos sobre esta realidad llena de aristas que no aguanta más mientras el espíritu rebelde se acomoda para lograr apoyos institucionales. Esta también es la opinión de Gabriel Vallecillo:

"Fabricio, te acabo de leer y estoy totalmente de acuerdo. Por otro lado, regalar libros por regalar (casi a la garduña) es una perdida de inversión. Ojalá logren focalizar y complementar esta inversión que de otro modo no podrá medirse el impacto(apropiación y formación de hábito de la lectura) sobre los beneficiarios y por tanto justificar la misma ante los donantes. Primero hay que interesarlos, luego darles las herramientas. No al revés y esperar que caiga el interés de una divina "inspiración poética".
Saludos"

A mi me sabe esto como una vanalidad por crear "actividad", como esas fiestas inconexas donde baila un enano con la única chava que acepta porque sí su invitación a la pista ( el enano, en este caso, sería el ricachón del pueblo: recontrahecho pero pistudo. Puro compromiso, entonces)

Anónimo dijo...

Piensopoeta,que la poesia esta en la palabra misma,en su develo infinito,en la eclosion de la palabra que nace,que gime,y que a veces duele,el poeta no debe de besar la vanagloria,porque somos seres invisibles,donde nadie nos olfatea,no nos percibe,bueno,lo que usted hace y percibe es la factura de una critica concreta y objetiva,me sumo a sus juicios y puntos de vista.
Oscar Sierra

Anónimo dijo...

Piensopoeta,que la poesia esta en la palabra misma,en su develo infinito,en la eclosion de la palabra que nace,que gime,y que a veces duele,el poeta no debe de besar la vanagloria,porque somos seres invisibles,donde nadie nos olfatea,no nos percibe,bueno,lo que usted hace y percibe es la factura de una critica concreta y objetiva,me sumo a sus juicios y puntos de vista.
Oscar Sierra

Ludwing Varela dijo...

Amén.