Vamos a pegar nuestros muertos, vamos a ver cómo adquieren cuerpo fuera de los periódicos, vamos a pautarlos a las paredes donde el abandono es prístino y bronca ondulación... vamos y a ver qué dicen los que habitan la sordidez, no importa que por la tarde arranquen el mural, el mural que bien puede ser un paredón de fusilamiento o el rincón donde se fue a morir el herido.
Vamos entonces y vemos crecer las imágenes, como un hongo de ásperas texturas, Samuel Trigueros, Yeco y Fabricio, sin poesía y sin canto, con el ardiente verano preguntándose qué demonios nos proponemos con esa pegatina siniestra...
1 comentario:
Me sorprende poetas que la muerte anda rasguñando inocentes en la firmeza de los crep÷usculos y que lo que estamos perviviendo es la saña de la oscura mano depredadora que nos estruja la espalda con sus colmillos invisibles,poetas las paginas rojas que donde corretea la sangre en la endemia de eset6 mal que respiramos con los pulmones del frio y que de otra forma me sumo´a su enorme solidaridad con los ausentes.
oscar sierra
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