Estas fueron mis palabras:
"¡La sordidez de tus cuentos es tremenda! los finales son como una pared chocando contra el rostro, una pared de callejón sin salida.
Tienen esa cabrona y sanguinea forma de los dark comics, bizarros a más no poder y con todo ese filo de los grandes observadores del ser humano, esas miradas de forense, esos cortes imprevistos de un escalpelo oxidado. Vi todo lo que sucedía, visualmente pude ver hasta el color de las paredes, es un enorme logro de sugerencias.
Sólo he quedado con la digresión del segundo cuento, el de los disparos. Pero trato de razonarlo desde la lógica de una interpretación post moderna de laviolencia: la vacuidad y la ausencia de retórica que se vive en la realidad.
No hay mayor profundidad enmuchos de estos actos que describís, ese es tu acierto, porque definitivamente, cuando la violencia se ha convertido en principio, discurre normal y sin explicaciones suplementarias. He ahí la ausencia incluso de la frialdad.Va siendo momento de publicar, entonces, o de armarse con muchos más cuentos de este tipo."
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