miércoles, 21 de enero de 2009

Arturo Corcuera, Perú


Sé cuánto debe estar sintiendo esta guerra en Palestina el maestro peruano Arturo Corcuera ("Noé delirante" (1963), "Primavera triunfante" (1964), "Las sirenas y las estaciones" (1976), "Los Amantes" (1978) y "Puente de los Suspiros" (1982). . . Lo sé por sus propias letras, por la tarde y serena conversación que nos dió Granada el año pasado, por su sensibilidad hacia la fragilidad de los niños en los conflictos; fue por eso, precisamente, que la UNICEF - UNESCO le dio la responsabilidad -hace ya muchos años y a través de los Periolibros- de comunicar con poesía los Derechos Universales de los Niños y Niñas.

Me ha enviado estos dos poemas y para ahondar más en ellos, subo también los textos que conformaron la edición especial que aquí comento.


VUELAN LOS ZAPATOS EN BAGDAD
Vuelan los zapatos
como misiles sobre George W. Bush.
Los zapatos se vuelven contra él
y los pasadores aprovechan su ajuste de cuentas.

En lengua milenaria que da flor al idioma
le gritan los zapatos hasta romperle los tímpanos:
“este es un beso de despedida, perro”.
Los ahorcados le tiran,
agusanados y fríos, sus zapatos de muerto.
Vuelan los zapatos descalzos de los asesinados,
de los vejados y torturados en Abu Ghraib,
de los escarnecidos en Guantánamo,
de las viudas sin ojos de tanta lágrima,
de los niños sin brazos pintándole
la cara desteñida a George W. Bush
con cagarruta de soldado invasor.

No quiero calzado Pierre Cardin,
menos calzado Bertulli Boston (de diseño italiano)
ni calzado Klass (de las estrellas de cine),
quiero zapatos de la resistencia
marca MUNTAZER AL- ZAIDI, madre.


Marcha fúnebre a la Franja de Gaza

Asoman llorando de sus cenizas
los niños judíos de los campos de concentración,
salen para defender con su muerte
la vida de los niños palestinos de Gaza,
van arrastrando su orfandad y sus juguetes rotos;
de los hornos crematorios de Auschwitz
los ancianos desnudos y esqueléticos,
marchan a Gaza con sus huesos al hombro,
calcinados y cabizbajos;
los refugiados, ocultos bajo las piedras,
asoman a la luz y enloquecen
al descubrir los nombres de sus verdugos
que matan en nombre de Yavé:

Shimón Peres presidente del Estado de Israel ( Premio Nobel
de la Paz. Ahora la historia lo condena )
Ehud Olmert primer ministro ( celebra las matanzas )
Ehud Barak ministro de defensa ( de la tribu Isacar )
Gabi Ashkenazi jefe de Estado Mayor ( la svástica parpadea
en su sangre )
Moshé Katsav Ministro de Estado ( no perdona niños ni
ni mujeres )
Tzipi Tlvnila la canciller ( émula de Jael )
Saúl Mofaz ministro de transporte ( de armas letales )
Avital Leivovitz portavoz de los partes de guerra
Max Reger portavoz del primer ministro
encargado de dar la cifra de palestinos muertos.

Llueve fósforo sobre Gaza
llueve misiles
llueve tanques
llueve plomo fundido;
Ana Frank sollozando sale del desván oscuro,
registra los nombres en su Diario y en la última página escribe:
“La franja de Gaza es un enorme horno crematorio,
donde retrocedemos al Holocausto para volver a morir”.

Declaración de amor o los Derechos del Niño y la Niña


Preámbulo

Todo niño nace con sus derechos,
como cada flor con sus pétalos

Artículo 1

Todo ser humano es un niño,
salvo que haya cumplido 12 años
y no germine ya en su corazón una piñata.

Artículo 2

Acariciados por el arco iris
hay niños de todos los colores.
Todos tienen los mismos derechos.

Artículo 3

La vida le pertenece al niño
como la luz al amanecer.

Artículo 4

El pájaro cobija
Bajo las plumas a sus polluelos.
Cada país es un árbol:
Acunará al niño bajo su sombra.

Artículo 5

Un jardín para la mariposa
El mar para las raíces
Un regazo propio para los niños

Artículo 6

Todo tiene nombre en el universo:
Los elefantes y las hormigas,
Las pestañas del girasol
La primavera eterna de las esmeraldas.
En la escuela el niño
Aprenderá a deletrear su nombre

Artículo 7

Brillen los niños rozagantes
Como la salud de las manzanas

Artículo 8

Sin agua y sin alpiste
Enmudece la flauta del canario,
Exhausto se apaga el corazón del niño.

Artículo 9

Será cuidado por todos
Aunque estuviese solo
En abandono y perdido
En medio del desierto.

Artículo 10

Velar por el crecimiento natural del niño,
Espiga que se yergue la zona y ligera
Reciba los aires benéficas,
La lluvia, el sol
El legado de una buena simiente.

Artículo 11

Cabalgar sobre un caballito de madera
es uno de sus derechos
también abrir un libro
como las hojas de una col.

Artículo 12

El verano obligará al invierno
a nevar tibios copos de lana fina
para que el niño se reconcilie con el frío

Artículo 13

Ni la rosa de sonrojados atuendos
ni el colibrí engolosinándose
de corola en corola,
ni el matinal lucero de la tarde.
En el planeta nada hay más bello
que un niño sonriendo.

Artículo 14

Nadie le impedirá cubrirse
con las melenas del Astro Rey.
El niño como el oso
con el abrigo puesto
es más hermoso.

Artículo 15

El Sol y la Luna gravitan
en la germinación de la semilla.
Será reprobado separar
a los cachorros de la leona,
a la torcaza de sus pichones,
a los niños de sus hogares.

Artículo 16

A su alrededor
En ronda todos los seres
(incluidos los abejorros)
El niño ni un segundo quede
recluido a vivir en soledad.

Artículo 17

Un viñedo gigante y egoísta
no se compara con un racimo de uvas
alimentando los pechos
de una madre gestando.

Artículo 18

Su palabra es el gorjeo de la fuente.
escucharía con alegría,
como escucha la hierba
el susurro de la cigarra
cuando calla la tarde.

Artículo 19

Nadie ofenderá la plegaria de una tribu,
sus símbolos, la alegoría de los rituales.
Todas las deidades lo protejan
y el niño tendrá la ilusión de tocar el cielo.
Su oración en cualquier idioma será escuchado.

Artículo 20

Lastimarle, no,
Ni con el pétalo de un cisne

Artículo 21

Por decreto de los ángeles
queda abolida de los diccionarios
la palabra látigo.
¡Hágase humo huyendo temerosa la palabra castigo!

Artículo 22

Jamás se le atarán las alas
El viento es su compañero de aventuras
y su mejor tutor.

Artículo 23

El corazón del hombre
sea un refugio de niños
como es el piano un nidal de pájaros.

Artículo 24

Un niño impedido (de volar)
es como el ala quebrada de una gaviota
Reclama las caricias
de una orilla de terciopelos.

Artículo 25

Cúrese al niño postrado
Utilícese un rayo celeste
para cicatrizar sin dolor
la súplica de sus heridas.

Artículo 26

Los bálsamos, las mieles,
la canción de cuna de las sirenas,
los rubores de la cucarda
sirvan para colorear
la palidez de un niño abatido

Artículo 27

Queda prohibido reír mientras un niño
carezca de sustento y sea su silueta
apenas el guiñapo de una sombra

Artículo 28

Nadie se atreverá a fatigar al niño,
Sólo le estará permitido
asombrarse, jugar y soñar:
trabajos remunerados por la luna

Artículo 29

Ya han sufrido bastante los pájaros
con el llanto de las jaulas
Se derretirán los barrotes
al primer temblor de un niño cautivo.

Artículo 30

No hay niño culpable
Si así fuera los adultos
serán enjuiciados por un Tribunal
de Hipopótamos y Rinocerontes.

Artículo 31

En el altar o en el jardín
como el cáliz
su sexo es sagrado

Artículo 32

Únicamente el néctar de la luna
Alucinará los ensueños del niño
Ningún otro elixir
emponzoñará su alma
y sus manos inocentes

Artículo 33

Sólo podrá ser reclutado
por palomas y delfines
y marchará por los aires
alimentando con terrones
de lumbre a las estrellas

Artículo 34

Maravíllese la ventana
una algarabía de niños
asidos a la cola de un cometa.

Artículo 35

Que su fantasía haga gruñir a la Osa Mayor
y lleve a los niños a columpiarse
en los anillos de Saturno.

Artículo 36

Que ni la más leve nube
enturbie su horizonte.

Artículo 37

Desde el presente
sea una Edad de Oro
el futuro de los niños.

2 comentarios:

Ludwing Varela dijo...

en el articulo 3 es "como la luz..."

Miguel Vigar dijo...

quede abolida el dolor de cabeza y cada niño tornillo tornasolee como el girasol...