miércoles, 5 de agosto de 2009

La triada golpista - Nelson Echenique, Honduras

He quedado sumamente sorprendido de la capacidad de respuesta que las organizaciones campesinas, sindicales, magisteriales, estudiantiles, feministas independientes, sectores progresistas de la iglesia católica y protestante, grupos étnicos, y otros sectores organizados de la sociedad hondureña, han sabido darle al golpe de estado suscitado el domingo 28 de junio de 2009.

La condena unánime de la Organización de Estados Americanos (OEA), La Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Sistema para la Integración de Centroamérica (SICA), la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), la Unión Europea (UE), El Grupo de Rio y de la Comunidad Internacional no se hizo esperar. No había transcurrido ni 48 horas de haber tenido verificativo el golpe de estado militar y la comunidad internacional retiro sus representantes diplomáticos del territorio nacional. Acto seguido la Unión Europea manifestó que suspendía la ayuda económica. Los protagonistas del golpe militar nunca imaginaron que la respuesta a sus actos sería el rechazo y la condena inmediata.

La animadversión despertada se debe a la ilegalidad y a lo vandálico de sus actos, al menosprecio manifiesto al ordenamiento jurídico y a la brutalidad de que fue objeto el Presidente José Manuel Zelaya Rosales, violentándole sus elementales derechos al ser vejado, ametrallada y allanada su casa de habitación a muy tempranas horas de la mañana, por unos 200 militares bien armados, que llevaban cubierto el rostro con pasamontañas, sin orden judicial alguna y por habérsele secuestrado, para luego proceder a expatriarlo, abandonándolo en pijama en el aeropuerto internacional de San José en Costa Rica.

La brutalidad de este acto y la saña con que fue ejecutado, no obedece a la conducta de ciudadanos respetuosos de la ley, aparte de cobarde y ruin, es propio y típico de barbaros, que para lograr sus propósitos son capaces, como lo han demostrado, de utilizar cualquier método por gansteril o bajo que este sea, por eso el repudio y la resistencia popular ha sido la respuesta de la población nacional.

Otro elemento que ha contribuido a esa condena y al aislamiento de los golpistas ha sido la conducta cínica de presentar inmediatamente después del golpe de estado militar, una carta apócrifa de la renuncia del señor Presidente, fechada tres días antes del golpe, que supuestamente había sido recibida en la Secretaria del Congreso Nacional vía correo. Coincidentemente los diputados se encontraban ese domingo en Tegucigalpa y fueron convocados urgentemente para luego proceder a juramentar al nuevo supuesto “Presidente” bajo el argumento espurio de “Sucesión Constitucional”.

Similar historia fue la sucedida en abril de 2002, cuando fue objeto de un golpe militar el Presidente de Venezuela Hugo Chávez, golpe patrocinado por la empresa privada de ese país en complicidad con la jerarquía eclesiástica, los militares y la embajada de Estados Unidos, en esa oportunidad presentaron una carta apócrifa en la que el Presidente Chávez renuncia a su mandato. La patraña les duro poco, el generoso pueblo Venezolano unido a militares honestos revirtieron el golpe.
Igual suerte correría el 29 de febrero de 2006 el Presidente de Haití Jean Bertrand Aristide, quien fue secuestrado y embarcado por los " marines " en un avión estadounidense que lo llevó a la República Centroafricana. El ex sacerdote católico había sido víctima de ’un golpe de estado moderno’ orquestado por Estados Unidos, Francia y la reacción interna.

Esta conducta típica en los golpistas, sustentada en argumentaciones espurias, sumada al menosprecio que manifiestan contra la inteligencia de la población nacional y de las distintas representaciones de la comunidad internacional, ha sido considerada como una enorme falta de respeto y cortesía que ofende y humilla el sentido común.

Lo interesante de este golpe de estado militar, es que al señor Presidente del Congreso Nacional, su camarilla procedió a auto elegirlo “Presidente” por “Sucesión Constitucional”. Quienes lo eligieron, olvidaron que el 24 de octubre de 1985, este señor junto a otro grupo de personajes pretendieron reformar la actual Constitución de la República y convertir el Congreso Nacional en una Asamblea Nacional Constituyente, con el propósito de extender por dos años más el periodo presidencial del nefasto Roberto Suazo Córdoba, es decir de 4 años a 6 años de gobierno.
En esa oportunidad la actividad golpista del insigne “Defensor de la Constitución” se vio frustrada por la oposición del Partido Nacional, de la Democracia Cristina, un sector del Partido Liberal, el Partido de Innovación y Unidad Nacional y los militares.

Resulta paradójico que casi 24 años después, los partidos que se opusieron y rechazaron el golpe frustrado del 24 de octubre de 1985, en esta oportunidad hayan avalado y participado activamente en este golpe del 28 de junio de 2009. La diferencia es que en esta oportunidad se cuenta con la complicidad de la Empresa Privada, la Jerarquía Eclesiástica y los militares. Vale aclarar que un reducido grupo de diputados de la Unión Democrática y el Partido Liberal no avalaron este zarpazo a la legalidad.

No debemos dejar pasar por alto que el golpe de estado militar, conto con la complicidad de la Corte Suprema de Justicia, integrada por Abogados defensores de los intereses de Grupos Económicos ligados al golpe de estado militar, al igual que el Ministerio Publico.
La miembros de la Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Publico, fueron electos por el Congreso Nacional que presidio el “Presidente por Sucesión Constitucional”, por eso no me extraña las actuaciones al margen de la legalidad de esas Instituciones.

El Ministerio Publico se ha dado a la loable tarea de orquestar una persecución implacable contra el Presidente, los ministros de su gobierno y contra dirigentes populares que dignamente a pesar de la persecución de que son objeto, continúan oponiéndose a los golpistas mediante manifestaciones pacificas, que son reprimidas por la policía y los militares, detienen, hieren, encarcelan a los manifestantes y ya comenzaron a dejar víctimas.


Ojala que la celeridad persecutoria de las denuncias del Ministerio Publico presentadas ante los Tribunales de Justicia contra el Presidente Zelaya Rosales y su gabinete de gobierno, contra los maestros que se han sumado a la huelga, fuese la misma en los 25 expedientes por los casos de corrupción que la Fiscalía mantiene engavetados y que gracias al movimiento de un grupo de Fiscales honestos y valientes que realizaron una huelga de hambre contra la impunidad, se dieron a conocer a la población.

Me gustaría saber que fue de la denuncia por la Comisión de los Delitos contra los Altos Funcionarios del Estado, contra la Forma de Gobierno, Terrorismo, Detención Ilegal, Rebelión, Abuso de Autoridad, Traición a la Patria, que los fiscales de la Lucha Contra la Corrupción presentaron el 30 de Junio contra usted, sus Generales y demás golpistas y la Denuncia por Corrupción y la Comisión de los delitos de Malversación de Caudales Públicos y Abuso de Autoridad, presentada el 28 de julio de este año, contra el Jefe de la Jerarquía Eclesiástica y contra el Ex Presidente que lo apadrinaba. ¿Tendrá igual celeridad? O se sumaran a los expedientes de la acostumbrada impunidad.

La conducta del austero cardenal es de las más admirables y ejemplares de que yo tenga memoria, su excelencia sin ser funcionario público o algo que se le parezca estuvo recibiendo desde diciembre de 2001 la bicoca de Lps 100,000.00 mensuales.
Recuerde señor “Presidente de la Sucesión Presidencial”, “Defensor de la Constitución”, que usted y su camarilla de golpista, gozan de la simpatía de un grupúsculo de la población, integrada por la empresa privada, un sector de la iglesia y de los militares, sustenta su supuesto poder en la fuerza de la armas. Han hecho del Estado de Honduras a través de los partidos políticos tradicionales un estado que privilegia mediante concesiones y condonaciones a una clase que es la responsable de la quiebra de CONADI, la ENEE y otras instituciones. Todo esto lo han hecho a espaldas del pueblo, porque jamás se les ha cruzado por la imaginación consultarlo.


Ustedes hablan que quieren evitar una baño de sangre y es lo único en que estamos de acuerdo con usted y su camarilla, pero recuerde ¿Quien posee las armas?, quien utiliza la mordaza contra los pocos medios de comunicación que se han sumado a la resistencia, quien reprime y persigue a las manifestaciones pacificas del pueblo, quien ha comenzado a ultimar a los ciudadanos que se suman a las manifestaciones.
El pueblo no utiliza francotiradores, “balas de goma”, bombas lacrimógenas, escudos antimotines, toletes, cachiporras, pistolas y fusiles, no instrumentaliza a la prensa para desinformar, ni institucionaliza la mentira como tan ejemplarmente ustedes antes y después del golpe lo han venido haciendo. Al pueblo lo apoya la causa justa de la resistencia, la razón que se refleja en la solidaridad de la comunidad y los organismos internacionales, que han censurado y condenado su gobierno de la “Sucesión Constitucional”.


Si usted señor “Presidente por Sucesión Constitucional” no ha sido electo por la voluntad popular, ¿quién lo apoya? La sin razón, el lado más oscuro de la empresa privada que vio en riesgo sus privilegios que denominan concesiones y condonaciones o la brutalidad policiaca y militar, alentadas y bendecidas por la jerarquía eclesiástica, previa remuneración. Cree que podrá resistir con ese su gabinete de momias y asesores de la guerra de baja intensidad, el aislamiento internacional y económico, o es que ya se le olvido la lloretera que se tenía porque no le enviaban el presupuesto para que lo aprobara.


Su reconocida prepotencia y su desprecio lo han llevado a subestimar la determinación popular. Déjeme recordarle una anécdota de la ensangrentada historia del istmo Centroamericano, la del sátrapa y sanguinario Jorge Ubico, que desgobernó al pueblo de Guatemala por 14 años de tiranía a favor de las compañías bananeras y cuando fue expulsado quiso mantenerse en el poder mediante un gobierno títere que solo duro 3 meses 1 día, para finalmente caer en octubre de 1944. ¿Cuánto tiempo cree que le va a durar su aprendizaje de golpista?.

Que no se le olvide que los pueblos sacan fuerzas del dolor, de la frustración y de la adversidad, luego no hay toque de queda, estado de sitio que los pueda detener en su ira y su clamor de justicia. La ilegitimidad de su autoridad no ha tenido un solo día de calma, ni la tendrá, a pesar de su inconmensurable ética de buitre. Solo me resta recordarle lo que dice un estadista del Caribe “Ningún anhelo justo de los pueblo, es imposible”.

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