sábado, 15 de agosto de 2009
Pacto viejo
Casas del Guijarro
Estas son las casas incólumes,
las vírgenes,
las libres de pecado.
Son las que no vieron
la muerte y su ojo,
las que durmieron hasta tarde
y pidieron jugo de naranja
a la misma hora.
Éstas
son las casas del alba,
con persianas intactas y fantasmas
que escucharon óperas
mientras el cielo rugía.
Aquí la aspiradora
tragaba motas de hastío,
los perros jugaron a saltar los muros,
los teléfonos repitieron
la cita para el té
mientras las mujeres se estiraban
con su alma impermeable,
y los hombres discutían
sobre el atraso del vuelo
que los llevaría a Nueva York.
Pacto viejo
¡Adelante gente del pasado!
Hombres y mujeres de a pie:
bullangueros, trovadores,
esquineros, silenciosos
fumigados
exterminados, hijos del napalm.
¡Adelante!
Con nuestro peso derrumbando alambradas,
con nuestra luz de túnel,
con nuestros brazos, carboneros,
pendencieros, vendetodo,
armandamios,
peace and lovers, revolutsias,
estrellados, amantes, sofocados.
¡No hay lugar para el retorno!
¡Todos venimos empujando!
Apretujados, en vagones,
televidentes,
radioactivos, ametrallados,
sintéticos,
mendigos de los barrios,
menesterosos, hambrientos,
olvidados
realmente olvidados,
estrellas del vacío,
extras de la felicidad…
arriesgados, ignorados,
virtualizers, navegantes
solitarios, niños recién paridos,
úteros, óvulos, esperma,
gestación, largos meses, alegría,
adolescentes, solitarios, adultos,
mentirosos, arrastramasas,
incendiados,
recalcitrantes, asesinos,
bondadosos…
¡Adelante!
Porque este siglo es nuestro
a pesar de lo que piensen
del futuro,
de nosotros, de lo nuevo,
de los siglos por los siglos
amén.
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