Iris Alejandra había decidido leer aquel poema. Era el Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, 2014. La jaula estaba tranquila, casi una kermesse que hacía olvidar que la Penitenciería Modelo era lo que era y que, luego del poema, la kermesse ya no sería lo que parecía. No habría en su voz titubeo alguno. Se lanzaría sobre las palabras como aguja al brillante globo de las convenciones morales y los cuidadosos equilibrios que se supone debe haber en un recinto de hombres confinados... hay que estar bien borracha para escalar a veces
los bloques de testosterona... Mesalina había tomado cuerpo y voz, silencio y turbación, un vuelo implacable hacia los bien portados hombrecitos que nos íbamos haciendo cada vez más pequeños hasta que, pulverizados por sus versos, nos desperdigamos como vagas motas de polvo en la mañana.
Sólo una poeta puede cartografiar sus heridas para dárnoslas como mapa de bestialidad y pavor, me dije, pero aún así, en cada coordenada de ese dolor hay una dirección unívoca hacia la ternura que no se deja vencer ni por las propias palabras... hay otro lenguaje que se salta sobre las imágenes del poema, un lenguaje de animal lamiéndose el polen súbito que la cubre, perversamente rojo.
abanico de mano
cuatro paredes
barrotes de piel
una fosa king
size
sigue siendo mi cama
yo no juego con la muerte
no quise morir
siempre Sylvia
desnuda sombrero abanico de mano
amuleto y gato
yo no juego con la muerte
ni tengo miedo
ya rodó cementerio abajo
su cabeza de cerdo
boca cosida
justicia
ya escapó la bala
en mi turno ruleta rusa
serpiente y rata
suerte
ya los abrazos
la memoria
el amor
yo no juego con la muerte
quiero seducirla
susurrarle amiga
engendrar su silencio
sigue siendo mi cama
fosa king size
Auschwitz
la muñeca
Federico
el
mismo poema
te nombro espejo
y te eriges frente a mí
observas a tu mujer cortada
deseas mis cicatrices
detienes el tiempo
tu
beso
p
a
r
a
cada una
ellas dejan de ser papel
serpentean rojo púrpura
se colocan el
sombrero de la noche
y salen a jugar abeles
grito de sangre
seamos dos los cortados
te nombro espejo
y no sé por cuánto
buscaré en tus ojos
a mi asesino
esta noche
hilvano nuestra sábana nupcial
lino lágrimas vasos sanguíneos
esta noche
espero tu jirón de piel
ser dos los cortados prometiste
esta noche soy
mujer aguja
no tardes
numerario
de una mesalina
«Un mandarín estaba
enamorado de una cortesana.
“Seré tuya, dijo
ella, cuando hayas pasado cien noches esperándome
sentado sobre un
banco, en mi jardín, bajo mi ventana”.
Pero, en la
nonagésima novena noche, el mandarín se levanta,
toma su banco bajo
el brazo y se va».
Roland Barthes
aunque la cortesana del mandarín no dista mucho de la
valeria
las mesalinas son distintas a las cortesanas
las primeras son emperatrices promiscuas las segundas
solo prostitutas
mesalina y cortesana puta y puta
mesalina arrancado
el himen sin recuerdo y con sabor a whisky en un asilo para locos
diecisiete años
mesalina virginidad
fingida a cambio de una rosa de papel
dieciocho años
mesalina un
reloj de arena balanceándose en la gota de sudor de una nota de salsa bien
bailada en el nuyorican café
años años
años
años bien muertos están vivos y coleando
mesalina humacao
tiene limitación de movimiento
hay que estar bien borracha para escalar a veces
los bloques de testosterona levantan en peso pero se
escurren entre piernas
una mamada es menos íntima que un beso
sin embargo los hombres se enamoran si tragas
y mesalina si se le escapa un suspiro al abrir los
ojos después de la prisión de unos labios
no todos los negros honran la fama que se les imputa
los hombres casados se pueden enamorar de sus
aventuras
no se puede subestimar a mesalina que mira de reojo un
hombre parido por dios.
años años
años
años bien vivos que muerden como la culpa
¿qué quiere la valeria?
dinero no
no al que se sienta noventa y nueve días debajo de su
ventana
mesalina quiere un hombre
uno que sea todos
y ser puta de él
puta bien puta
nunca cortesana de mandarín
estatua
I
estate
quieta
me ordenó aquella voz
cuando ya el filo del metal
abría caminos en mi piel
estate
quieta
y el aleteo
de un aterrizaje forzoso
despedía vientos
en su búsqueda de la luz
de una pista en la que aterrizar
estate
quieta
y me pintó de rojo
y encendió la luz
no
mires hacia atrás
ordenó otra voz
y no pude evitar voltearme
allí estaba yo
en el espejo
en el hielo y su imagen
piedra
II
su voz me encontró frente al espejo
convertida en roca
me cubrió con un sudario de hilo blanco
en él se impregnó mi forma
me rodeó con sus brazos
la espalda
levantó mi peso
hoja y aire
me colocó en el centro
de su habitación
con aceite aromático
limpió la pintura roja
con que habían bañado mi cuerpo
el incienso
a mi izquierda
se metía por mis poros granulados
me diluía
entre el aceite y el humo
me diluía
en aquel hombre
sus manos comenzaron a limpiarme
desde mis pies
bordeó mis piernas mis muslos
mi pubis mi vientre mis senos
mi blancura expuesta nos sedujo
él no desistió
quería apaciguar mi crudeza
cuando llegó a mi cuello
encontró el primer camino
me besó
la primera herida
un poco más arriba
encontró el camino segundo
la segunda herida
horrorizado
con sus lágrimas
pronunció los nombres
se vio tentado a despertarme
aunque temblaba al rozar mis labios
continuó su labor
entre la silueta de mi pelo
hedor a sangre
encontró el tercer camino
la tercera herida
en él fui agua
laura
mi madre me parió a los 25 años
lo
recuerdo bien
y desde que me parió traquetea en la cocina
despescueza gallos gallinas conejos hijas
hace poco más de un año quise que mi madre fuera la hija
destinada al buche
sentí culpa
mi hermana sugirió que al ella tener 25 años podría
parirme
entonces mi
hermana sería mi madre y yo su hija
no quise perder a mi hermana
así que en las noches comencé a investigar cuánta sangre
se necesita para parir una criatura
nunca supe
y derramé toda la que pude
me convertí en la sangre de la madre
y teñí todo de rojo púrpura
cabello cuerpo
cama
paredes arriba
piso
espejo
bañera
escaleras abajo
gato
dejé de ser el vómito de dios
estudio legal de mariposas
el nombre no hace la cosa
alicia la nombró oruga
el cuerpo verde y rugoso exhaló aros de humo
fumaba
quiero decir preexistía
interrogatorio y contra
¿qué es un oráculo?
un conjunto de haberes que no encuentran lógica
se conglomeran y esparcen
orden aleatorio para arrastrarte
lo más bajo
una con la tierra
aun esclava
monarca
sustancia versus forma
belleza libre y tóxica
guarda su corazón y respira en el abdomen
su veneno en los colores de sus alas
acércate para morir
no me gustan las cortinas de esta casa
legítima defensa o síndrome de la mujer maltratada (ahora modificaré a
mi antojo la defensa a levantarse y diré: síndrome de la mujer libre)
oruga en la lengua de una eva de las maravillas
nació frágil larva que se arrastra
desecho con destino noble
se alimentó de lirios y narcisos
balas para el depredador
una vez fuera de la crisálida expandió su
venganza
mariposa mariposa
quién jugará a la ruleta rusa con tu fianza
¿las mariposas tendrán derechos?
Hechizo
para dejar de ser sed
siendo agua
recorrí hombres peces
cúmulos de soledades y sal
me dieron vinagre en el madero
siendo pez
me hice parte de jaurías sin
escamas
y vagabunda
le aullé a la luna más de una
vez
dispuesta a canjear piel por un
poco de rocío
olvidé
que el rocío pertenece a las
madrugadas
y los rabos se ausentan al alba
siendo carencia
recogí sed de tantos peces
rabia de tantos abandonos
conjuré noches de luna
e insomnios colgados
incapaces de reconocer mi voz
conjuré junto a todas las sedes
cantoras videntes
brujas conjuradoras
rezanderas ensalmadoras
tentadoras
mujer eres mía
conjuré
con estas manos hechiceras
y su cuerpo sin ebriedad
chapoteó el reflejo
de muerte y sangre y sed
entre aceite y rocío
me nombró ojos
y fui feliz
Iris Alejandra Maldonado- Rodríguez, nace en Puerto Rico, el 24 de agosto de 1979. Poeta, escritora.
BURLESCA, Ediciones Aguadulce
Bayamón, Puerto Rico, Febrero 2014.
2. BURLESCA, Proyecto Editorial La Chifurnia,
El Salvador, Octubre 2013. Prólogo de Otoniel Guevara.
3. BURLESCA, Artesanal,
El Salvador, Octubre 2013. Prólogo de Otoniel Guevara.
3. BURLESCA, Artesanal,
Puerto Rico, Septiembre 2013.
4. CONFIESO SOY INOCENTE, PLAQUETTE 1,
Puerto Rico, Octubre 2010.
En este, su primer poemario, la autora Iris Alejandra Maldonado echa mano de la burla, la risa cínica–como aquella de la mujer más pequeña del mundo, de Clarice Lispector–para jamaquear los cimientos de un patriarcado homicida y lleno de excusas, que para colmo, pretende funcionar como sistema de justicia y ley. La burla, entonces, representa un detente a la muerte.
David Caleb Acevedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario