Foto: Fabricio Estrada
Praga
A manera de difuminados cronopios en el puente del Malá Strana,
sobre el terciopelo índigo del Moldava, estamos vos y yo, haciendo escala
onírica bajo la estoica vigilancia de San Juan Nepomuceno con su mueca de
angustia.
El abrazo polar va disolviéndose entre nuestros abrigos comerciantes
de caricias. El trémulo vitral del Moldava es una batalla de esgrima, una
melodía gótica en el pináculo de la nostalgia.
Quizá desde el Callejón del Oro y la Alquimia nos mire Kafka con
sus prismáticos de parábolas, ante el ceño fruncido de Max Brod que trata de
hilvanar en un garabato una madriguera de confidencias.
Más tarde iremos al Don Giovanni en el Teatro Estatal, si Smetana
no nos asalta en el camino con la estridencia de un acorde disminuido.
Nada entorpece este boceto cerúleo con afilados celajes que nos
mira desde arriba. Es un cardumen detenido a mitad del asombro. Nada de nuestra
mirada sorprende si no nos llenamos el alma con los labios. Así que, a mitad
del vacío, nos decimos los besos a manera de confesiones medievales, nos
tomamos de los ojos y apelamos a la complicidad de las manos.
Hay un vino bajo el sortilegio
de la Bohemia que nos espera. De pronto, el boceto se diluye con una inusitada
lluvia. Hay una mano que me sujeta, hay un pez traslucido que se queda prendido
en la mirada. Hay una súplica de pez y mano en tu boca que me repite hasta
perderse en una bocanada de suspiro: no te despertés todavía, quedate
conmigo en Praga.
Diosas
Emulando a Ezra
Pound.
Como diosas
emergen de la sombra
desmantelan
la realidad
ajenas al olvido
diosas
fuertes como gemidos
absolutas
irreales
con sus cuerpos de cisne
como diosas
sirenas de marineros
circes de cerdos
de odiseos
con sus cuerpos de morsa
en celo
diosas
como ecos de narcisos
en un prisma enmudecido
se revelan ante
nuestros ojos
cómplices de la derrota
diosas
de azafrán y tomillo
copal y candela
fogón encendido
arena
reloj de trigo
diosas
Ixchel de lunas
canciones de cuna
mar en pleno
naufragio
presagio
de una herida mortal
dichosas
mientras levantan con sus cuerpos
los altares de las deidades
que las han oprimido
diosas
clítoris temerarios de la razón
de la sinrazón
del dolor
parto perenne
sus vidas
multiplicadas
ocultas en el anonimato
del engaño
sus frentes altas
como diosas
nos están mirando
nos siguen iluminando
el porvenir.
Garabatos
Mi hija destapa el marcador
y hace del futuro un garabato.
Su voz huele a presagio,
a columpio de risa en las comisuras.
El sol se somete
a la órbita de sus dedos,
luego pliega el mundo y
lo pone en mi mano.
Yo, Pecadora
Inclino mi rostro,
cierro los ojos,
y con las manos en actitud de
plegaria
me masturbo.
Yo, pecadora,
confieso que te he pensado.
He aquí mi cuerpo
maculado por tu ausencia.
Ven, falo amado, no tardes.
Recibe de mi boca el bautismo.
Que tus dorados óleos unjan este
vientre
de cítara
que canta tus alabanzas
y que la intensidad de tu
penetración
sea del amor la medida.
Al hombre que me llame
Yo también estoy sola
como si declinara junto al
monólogo
de Eunice Odio,
pero mi libertad en este cementerio
salitre de lágrimas
no estriba en la policromía de la
luz
de los espejos.
Ayer tuve tres partos
que me volvieron virgen.
Ayer me tomaron como rehén
y me susurraron:
"No estés triste,
después de haberte matado
el dolor será un carnaval sin
nubes de azúcar".
Ahora que despierto
sin el recuerdo de haber dormido,
después de la caricia suntuosa
que el destino me pusiera en el
pecho,
la soledad se me ha vuelto un
escapulario
cada vez que comulgo con el
silencio.
Índice
Televisión, espacio absurdo
para los pájaros. 10
Confesiones de una civilizada
sin causa: estoy en la edad de las mamografías. 14
Noticia del día: huele a
sangre, pero no hay peligro. 21
Tocadisco de aullidos. 29
Endoscopía y otros procesos
invasivos para comprender el hambre. 35
Sorteo semanal: otro premio
acumulado, germina la esperanza como un embarazo no deseado. 42
“Chateo, luego existo”. 48
Ediciones Centroamérica:
hasta la tierra se escamotea bajo la sal de su historia no leída. 50
Vértigo Paroxístico
Nombre: Venus Ixchel Mejía
Edad: 34 años
Sexo: femenino
Profesión:...
Paciente refiere mareo de dos
meses de evolución, de inicio diurno, permanente, (la permanencia entre
estas paredes marítimas que salpican mis cerrojos). Se exacerba al caminar,
se atenúa al acostarse.
(De pronto alguien me llama,
sacude la inercia de mi nombre, mi nombre sangra sus años en una habitación
dormida). El mareo no imposibilita las actividades
diarias.
Refiere consulta con
internista que le recetó B. y otorrinolaringólogo que indicó C. (Sucede. He
perdido las señales de la ruta en la que venía. Sigo en este viaje sin haber
embarcado nunca. Caigo, pero nunca toco el cielo).
El paciente refiere mejoría
con el uso de los medicamentos...
(Me derrumbo como un camino
donde el suelo es un caleidoscopio a mitad del vacío).
El paciente refiere
mejoría...
De qué Muere un Poeta
“Murió
con su sed de
venganza no extinguida”.
Mijaíl Lérmontov
Un poeta no muere
porque los años se acostumbren
a la orilla de su cama
ni por tragos de ron
ni por balas de cristal en
París un jueves.
No hay mar ni piedras en los
bolsillos
que lo aniquilen
ni descarga de luz
que fulmine sus bañeras.
No hay gas para el finiquito
de su aliento
ni pastilla para abreviar
su sueño.
No hay opio
ni pólvora
que le embarque
al olvido.
Son otros los asesinos:
esas particularidades
del frío,
esa multiplicación del polvo
en sus panes,
el silencio.
Noche Conjugada
La noche se ha conjugado en tiempo astro-presente en el perímetro de la
cama. Hay restos de sueño en la almohada, justo en el momento en que: “hay
un poema sobre el velo de viuda del cielo, salí a verlo”.
Tal vez te has levantado sin buscar las sandalias, aunque estén
encendidas las luces de la conciencia. De pronto estás en el cielo sin haber
embarcado en un verso. Hay anillos calzados en tu cintura que sintetizan la
simetría del infinito. Hay tanto Gouda en esa luna histriónica a tus espaldas
que se te antoja unas copas de gran reserva de La Rioja. Escorpión ha salido a
envenenar un par de estrellas y a danzar con sus pedipalpos sobre los
cadáveres…
“Es hora de versos” te dice, mientras se va fragmentando el espacio.
Despacio, los segundos son enormes montículos de acrílico en el punto de fuga
de la imagen. Tus brazos, ahora constelaciones, persiguen inútilmente su estela
en esa borrasca de estrellas que se han ido consumiendo entre las sábanas
magenta de la vigilia.
Laksmí
Te haré poesía,
amor,
música;
conjugaré en tu karma todas
las dimensiones de la vida.
Mi yoni nada en su
Ganges
mientras la boca deletrea
fragmentos de tiempo en tu linga
– epicentro de la historia,
concupiscencia que emana
quimeras del vientre –.
Cuando bulla el horizonte
del anhelo,
tus manos serán canoa que me
traslade
hasta la fuente subterránea
que rumorea en el pubis
– metales en plena fragua,
crisol de espadas líquidas
en el supernova del beso –.
Soy Laksmí,
Venus,
oh amado mortal,
te he invocado para que te encarnes en mis brazos desde el umbral del
mundo
– temible aposento de la conciencia –.
Mi boca por tu cuerpo hace la lixiviación de tu mineral esqueleto de ráksasa,
la alquimia del alma que trasciende como profecía.
En la savia de mis senos se
macera la dureza de tus fauces,
en mi pelvis, Brahman destila
pozos inconmensurables,
efluvios y sintaxis de
gemidos.
Tócame,
haz la aleación de nuestros
elementos
que por centurias han
existido para fundirse.
Poséeme,
en este abismo está el
misterio,
el Samsara confabula
en su fondo sideral.
Entra en él como un augurio
y acaba con una sinfonía.
Venus Ixchel Mejía, Tegucigalpa, Honduras, 1979. Poeta, editora, gestora
cultural, cantautora y docente. Catedrática de la UNAH. Ganadora del primer
lugar en el certamen de narrativa breve: “Julio
César Anariba” 2017.
Publicaciones: Poesía: Ad Líbitum, 2012; Venus [in]
Victa, Editorial Ixchel, 2016. Antologías
poéticas: Lírica de Vida, Signum
Editors, 2012; Soles de Media Noche:
Antología del II encuentro de mujeres poetas en la cuenca del Papaloapan,
México, 2014; Antología Voces de la ANDEH, 2014; Women’s
poems of protest and resistance, Honduras
(2009-2014) Casasola, EU, 2014; Antología Chamote, Punto de encuentro, Argentina, 2015; Antología Tratado mesoamericano de libre poética: Ecos
Náhuatl, Honduras-México, Goblin, 2015; Voces
de América Latina, MediaIsla, EU, 2016. Ensayos: El narrador
andrógino en Arturo Ambrogi. Revista Antropa, UNAH, 2017. Por la gracia del verso; escritos por y para
el poeta Rigoberto Paredes. Paradiso, 2015. Narrativa: Antología de
narradoras hondureñas ANDEH, Paradiso, 2016.