Lo predescible de la formulita estaba desde la primera escena y todo se centraba en la sublimación del físico del joven vampiro y su novia ingenua. Lo que estaba viendo era un High School vampiresco, un Halloween románticoide. Lo único salvable estaba en el sound track con sus temas progresivos y oscuros, muy buenos en realidad.
Tuve una época de grandes lecturas en el género del horror, y creo que alcancé a leer una buena parte de los premiados con el Nebula (el Premio Nobel del género fantástico), así que esta historieta me hizo recordar el que es para mí, uno de los relatos más certeros con la temática de los vampiros: "El tapiz del unicornio", algo que en el cine sólo permite cierta cercanía en películas como el Drácula de Coppola, Nosferatu u Entrevista con un vampiro, sin duda.
Aquí dejo la reseña encontrada en la web sobre el libro en mención, recomendándolo, por supuesto.
"El doctor Edward Weyland es un brillante y encantador antropólogo que parece extraído de otra época: hay algo en él que no parece encajar con las complicaciones y el ritmo vertiginoso de la vida en el siglo XX. Pero nada permite sospechar que su imagen de académico oculta en realidad a un depredador perfectamente adaptado a su ambiente: Weyland es un vampiro que contempla su entorno como un territorio de caza en el que debe pasar desapercibido para sobrevivir.
Sin embargo, Weyland ha pecado de exceso de confianza y, como si de un juego se tratara, ha puesto en peligro su secreto. Tras ser descubierto vivirá una terrible odisea que lo conducirá desde las aulas al oscuro mundo de los rituales satánicos, al sillón de una analista y a la lujosa magnificencia de la ópera de Santa Fe. Durante este periplo descubrirá nuevas facetas de si mismo, así como la índole de las barreras emocionales que necesita interponer entre él y sus víctimas.
"El tapiz del vampiro" propone una nueva visión de un viejo mito. Su éxito, más allá de lo cuidadoso de su escritura, de su lograda atmósfera envolvente o del sentimiento de fascinación que consigue provocar en el lector, radica en la progresiva entidad que cobra la figura del vampiro a lo largo de la novela. Si al principio es una figura lejana, entrevista como un cazador implacable, más adelante se convierte en una bestia acorralada y, finalmente, en un ser cuyos sentimientos, tanto los apetitos que lo mueven como aquello que le tortura, no resultan ajenos al lector. La novela es en realidad una colección de relatos que, con la perfección de un puzzle, conforman una imagen global mucho más compleja que sus partes.
Este libro incluye el relato "El tapiz del unicornio", galardonado en 1981 con el premio Nebula de novela corta."
1 comentario:
Amigo Fabricio, en una sociedad llenas de wannabe's (el indio es jodido y alucinado) como la nuestra, prefirimos seguir enajenados con modas impropias, que por cierto son las modas impuestas por lo poderosos, o en otras palabras golpistas, que si son cool. Mejor ejemplo de lo anterior, las camisetas blancas, se miraban al lado de la turcada y de los zares del comercio y los medios, creían que era un pago a la membresía de dicho club. Nos falta mucho para tener identidad y peor si es dirigida por personas con plata pero incultas, está bien que el libro y las películas de estos vampiros cool vendan en EUA, pero aquí en este hoyo nuestro, seguimos añorando nuevos episodios de Frijol y Gañote.
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