martes, 8 de mayo de 2012

OTRO PERIODISTA ASESINADO EN HONDURAS - Unai Aranzadi



Los cínicos sí sirven para este oficio.

¿Los periodistas muertos?. Suman veintitantos... 

Es despreciable que se asesine a civiles, y por extensión, a civiles que ejercen el periodismo.

E igualmente despreciable es que recientemente haya periodistas de la madrastra patria satisfaciendo al Poder por negar la evidencia, cuando hasta el periódico golpista "El Heraldo" reconoce hoy: "Periodista y activista joven de la resistencia, encontrado su cadáver en una alcantarilla esta mañana".

Toda mi repulsa contra los asesinos de periodistas, así como toda mi repulsa contra esos trepas de la desinformación, auténticos aspirantes a columnistas de EL MUNDO o EL PAIS, taquígrafos del Poder, veletas según quién pague, que desde Madrid o Tegucigalpa trabajan para confirmar las tesis de los golpistas:

Su relato de observadores superficiales, sugiere que en Honduras no hay un proceso de exterminio a la oposición, que solo es una cuestión de criminalidad desbocada. Pero ese cuento ya lo hemos escuchado a lo periodistas de la rancia derecha en Colombia, como lo escucharon antes en Chile, Uruguay o Argentina cuando policía y ejército desaparecían a los jóvenes "problemáticos". Sí, también lo comenzamos a escuchar en Honduras desde la misma semana del golpe quienes allá estuvimos, y quienes allá hemos vuelto años después para seguir, sin amos ni patrones, investigando, investigando con la única ilusión de decir la verdad,y no de publicar artículos en medios de gran influencia, plata y popularidad.

Lo que sucede hoy en Honduras es un exterminio de la oposición política, como se comenzó a hacer en Colombia hace ya décadas. No será casualidad que la instrucción de las nuevas elites policiales fuese realizada abiertamente por agentes colombianos, ni tampoco que Uribe haya realizado innumerables viajes al país. Sí, se trata de descabezar a las organizaciones populares en los barrios y las veredas, y se trata de establecer el terror en los mandos intermedios de organizaciones que podrían articular un ansiado proceso de cambio.

En el caso de la prensa, la saña contra los periodista es incuestionable, diga lo que digan las agencias del capital, digan lo que digan los medios del capital, digan lo que digan los corre ve y diles del capital, que ven con simpatía un régimen pro "libre mercado" y Anti ALBA.

Existe un hecho impepinable que quienes desdibujan la realidad jamás podrán ocultar. Los asesinatos de periodistas en Honduras desde el golpe de Estado se han multiplicado de forma extraordinaria. ¿Casualidad?... ¿casualidad también, que muchos de ellas y ellos se hayan opuesto al golpe de Estado?

Y claro, Reporteros Sin Fronteras, esa organización expulsada de la UNESCO que recibe dinero de Washington (lo ponían hasta en la web que luego ocultaron) la semana pasada, por tercer año consecutivo, decidió no incluir al golpísmo hondureño que asesina a periodistas. Así son ellos y sus esbirros conferenciantes, capaces de negar la mayor por alcanzar el status de "profesional de prestigio".

Escucharme cabronazos: Explotar mediaticamente la pobreza de los pueblos, sin exigir justicia política es hacer explotación de su miseria.


FOTO: Reporteros independientes que estuvimos cubriendo el golpe, vimos como el Ejército se llevo a este manifestante, llamado Pedro Magdiel. Horas mas tarde, apareció con 60 puñaladas, muerto. Aún teniendo las fotos de su aprehensión (están en la red) el ejército nos decía que ellos no lo arrestaron. Impunidad total, silencio internacional. Eso es lo que mata en Honduras, la impunidad creada por un golpe condenado con palabras y apoyado con actos 

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