domingo, 3 de mayo de 2009

La physis de Honduras, lo que emerge, lo que se revela

Yo me preguntaba: ¿cómo se puede invisibilizar un país entero? o al menos ¿Por qué se elige invisibilizar las partes más vitales de un país entero?
En el transcurso de todos estos años, he tenido oportunidad de conocer a una gran cantidad de personas de todas las latitudes que llegan o preguntan desde lejos ¿Cómo es Honduras? ¿Qué es Honduras? Incluso, muchos de ellos, al abrirse con total confianza me han confesado: cuando venía hacia Honduras me preguntaron ¿pero a qué vas a Honduras…? ¡ahí no hay nada!


Es justo hacer una valoración sucinta de este fenómeno de invisibilización que raya en lo perfecto, sin embargo, lo complejo del tema me hace detallar tan solo algunos tópicos en especial, por ejemplo: desde la colonia, este país montañoso (uno de los 5 países más montañosos del planeta) fue el confín de castigo para aquellos conquistadores que infringían algún tipo de regla. Hasta los sacerdotes que llegaron por estos rumbos sabían que eran enviados al auténtico exilio eclesiástico. Su fatalismo pasó contagiosamente a la población que, desde sus valles aislados o refugios agrestes, vieron siempre un mundo fragmentado, hostil y lejano.
La población creció así, en un desamparo existencial y demográfico, aunado a la antiquísima conciencia que la población indígena tenía con respecto a las distancias impuestas por las montañas, diferenciación exacta para comparar con los otros pueblos centroamericanos, agrupados poblacionalmente en llanos, mesetas y zonas cohesionadas territorialmente.

El paso portentoso de Francisco Morazán dejó como lección a nuestra posteridad, la enorme oposición que la iglesia dio a sus propuestas revolucionarias en cuanto a visión unionista y educación secular para todos. Aquellas campanas que el sacerdote José Trinidad Reyes hizo tañer desde la Catedral de Tegucigalpa el día en que fusilaron a Morazán, fueron el preludio de una nueva tiniebla que ocultaría a Honduras otros 50 años, durante los cuales, cientos de batallas feroces entre caciques políticos desmenbraron aún más la idea de identidad que Morazán intentaba proyectar en el istmo.

Otro punto a considerar fue la llegada temprana de las transnacionales bananeras que con su poder económico, rigieron a placer el nacimiento de la moderna Honduras, "país" que frente al exterior promocionaban como una tierra vasta y fértil, un territorio excelente para cultivar a discreción.

Obviamente, este posicionamiento de las bananeras trajo consigo la intervención militar de Estados Unidos, quien comenzó asentarse hasta su climax interventor en la década de los 80.

Durante todo este tiempo se proclamó que Honduras era territorio democrático y pacífico y claro, la ebullición revolucionaria de Guatemala, Nicaragua y El Salvador dio primeras planas a la prensa mundial, erigiendo a Honduras como el centro comando desde donde la oscura intervención de Estados Unidos hacía y deshacía en Centroamérica, un nada envidiable prestigio para el país.


Por supuesto que los mecanismos políticos puestos en marcha dieron para todo: encauzamiento de la voluntad de la población hacia una indiferencia profunda y ambigua con respecto al mundo (métodos educativos que sublimaron el chauvinismo cívico), represión metódica y precisa de los líderes de comunidades, falta de promoción turística interna (desprecio por los haberes naturales hondureños y –cosa paradójica- creación de la admiración a ultranza de todo aquello que no fuera nuestro), en fin, el limbo histórico.
Hasta hace muy poco (diez años, digamos, poco tiempo antes del Huracán Mitch, que aniquiló en parte a la anquilosa idea propia de Honduras), los hondureños en general nos vamos dando cuenta de manera paulatina de una vitalidad desconocida tiempos atrás, y vemos que esa vitalidad está transformando tanto el entorno urbano como los viejos prejuicios, y en ese trance, lo que se está erigiendo ante nuestros ojos es un país totalmente nuevo y fragoroso.

Tal vez por eso, la sensación de ser los muñecos de una maqueta recién elaborada, una maqueta cósmica que por primera vez desde su diseño, nos pide andarla, habitarla e imaginarla como un conglomerado que existe y que reclama la atención de los años perdidos en todos los frentes de la vida. Habitantes de las consecuencias, los hondureños nos vemos y apenas nos reconocemos hasta que no sucede el hecho milagroso de la palabra o de la imagen arquitectónica (terreno donde el folclor barato y persistente va siendo relegado), especie de péndulo que hechiza y que brinda un plascebo de progreso acorde con la idea que tenemos del mundo exterior.

Bajo el peso de los nuevos edificios y bulevares, sobrevive esa desconfianza rural que sin embargo, va siendo desplazada aceleradamente por una actitud desenfadada y retadora, mezcla explosiva en todos los sentidos. Honduras existe, sí, la gente camina por sus calles, respira los últimos vientos viciados de la lejanía, pero sin duda, deberemos -los hondureños- crear un esfuerzo anímico mayor para mostrarnos en todo nuestro potencial como nación y hablar con propiedad, más allá del innoto territorio y nuestra abismal y personalísima idiosincracia.

F.E.

8 comentarios:

Ingrid dijo...

Buenísimo!

Ron dijo...

Fabrizio; buena foto, nuevo look? Te comento el "error" de pensar de que fuimos colonizados por el reino Español de entonces, sino por la escoria de la sociedad española, de expresidarios, embaucadores y de clérigos explotadores.

Fabricio Estrada dijo...

El siguiente comentario me lo ha enviado a mi correo personal el reconocido teatrista hondureño Isidro España:

Estimado Fabricio.Hablar de Honduras con la visión nostálgica de una mentira sostenida por años, es negarel positivismo de una juventud que en cada generación va plasmando su ímpetu en la transformación de este país, es negar los valientes hombres y mujeres que en la década de los 80 sufrieron. Cárcel, entierro y desaparecimiento forzado, es negar la huelga del 54 que da inicio a una nueva cosmovisión de la clase campesina y obrera. Es negar el movimiento libertador de 1917 con Gabriela V. de García al frente de La asociación Cultura Femenina, que organiza las primeras fuerzas laborales, es negar a Manuel Calix Herrera, Juan Pablo Wanraig
es negar los movimientos de teatro del 50 al 76 y el gran movimiento de teatro popular

en la década de los ochenta con la Asociación Cultural Nosotros ACUN y podemos enumerar otro tanto de cosas hermosas de los hondureños, que no solo tenemos montañas también playas, costas, mares, valles y llanos ,también tenemos amor a la familia y a la nación. no debemos negar la Pléyades de hombres y mujeres escritores (ras) de Honduras continúan dando su aporte cotidiano. Continuar creyendo que Trinidad Reyes repico las campanas en contra de Morazán, es desconocer la historia,en esa época cuando Moria un alto funcionario se acostumbraba a repicar la campanas para anunciar su muerte y los enemigos de Morazán tomaron ese asunto a su favor y desprestigiaron al sacerdote y a Morazán diciendo que se repicaron las campanas por la alegría de su asesinato en Costa Rica, y para concluir existe una nueva Juventud que lucha piensa y ama. La pregunta que le hicieron.” a que venia a Honduras si no había nada” puede atribuirlo a la ignorancia de quien le formulo tal pregunta, los hondureños somos cultos y estamos enterados de todo lo que es y pasa en el mundo y donde esta cada nación..Hoy una nueva generación y una nueva Honduras anuncia con sones de alborada un futuro mas promisorio. No negare que aún existen cimarrones y caudillismo pero la verdad es que “Nuestro vino aunque amargo es nuestro vino” (J.Marti) y que continuamos al pie de nuestro pabellón nacional trabajando por la justicia y la verdad como en muchas partes del mundo y que siempre habrá oposición de las fuerzas oscurantistas como en todas partes del planeta, que aún tenemos muchos caminos que recorrer y que si es necesario ofrendaremos nuestras vidas

para el logro de las aspiraciones de la mayoría de los hondureños, nada es fácil, nada se nos regala, todo lo conquistamos con fe esperanza y fraternalidad

tenga fe y continúe adelante que su trabajo es muy valioso para esta patria que requiere de sus mejores hijos. y le invito a redescubrir esta patria corazón de America

Su amigo y fiel lector

Isidro G. España

KAKULTAPH

Fabricio Estrada dijo...

Isidro, desentrañar este ovillo es una plática larga, es probable que lo propuesto en el artículo como sucinto haya quedado realmente corto, sin embargo, no era mi intención saltarme los temas que usted rememora con el dolor común a los que sentimos y sabemos de los hechos.

Esto da para profundizar mucho más; las aristas son muchas y cada una de ellas rasga el blanquisimo lienzo (lampo del cielo) que nos han legado dulzonamente como patria.

Gracias por planterme su pensamiento... Honduras -precisamente- con sus montañas y barrancos nos engaña con sus muchos ecos infecundos, por eso es tan valioso dejar constancia presencial, corpóreos y lúcidos.

Fabricio Estrada dijo...

Ronald, los tres cerditos de la fiebre andaban en busca de otro Fabricio, así que esta es barba evasiva jajaja.

Y claro que tenés razón con respecto a los españoles que vinieron, sin embargo, la instrumentalización partió de todo un imperio, de un reino que de la noche a la mañana se convirtió en una burbuja gigantesca, así de precaria, así de frágil, así de necestidad de todos los recursos humanos a su disposición.

Unknown dijo...

Asi como van las cosas, en este desgraciado paìs, en menos de 100 años, siendo optimista, estarà convertido en un desierto, con las pocas aguas que hallan quedado, totalmente contaminadas, con las calles llenas de basura, etc. Es que no queremos entender que, con nuestras actitudes irresponsables de tirar la basura a la calle, de las quemas incontroladas, de la deforestaciòn inmisericorde, de la irracional utilizaciòn de los compuestos quimicos y demàs actividades nocivas,como los politicos que solo ven sus mezquinos intereses, (sin mucho cerebro,) estamos legando a las generaciones que nos sucederàn, un paìs imposible de vivir. Bonito poema, me gustò mucho, a mi que soy un poco analfabeto en esas cosas.

Fabricio Estrada dijo...

Miguel Cálix -gran estudioso y promotor hondureño de la figura de Morazán- me ha enviado este comentario:

Estimado Fabricio: Mil gracias por enviarme estas reflexiones e inquietudes sobre el fututo de muchos años que nos esperan adelante; y que ojalá que para entonces ya haya emergido otra Honduras en la que los hondureños vivamos con más fe en nosotros mismos y con más sólidos principios y valores, y que entonces nuestros tataranietos gocen de un mundo de mayor beneficio en todos los campos de nuestra Identidad. Fraternalmente, MIGUEL CALIX SUAZO

SargentoGato dijo...

Gracias por lo escrito.
Me han gustado muchas cosas que se han dicho aquí, algunas de las cuales me gustaría puntualizar.
Como hondureños, es muy cierto que nos falta fe en nosotros mismos, la falta de fe se percibe en el lenguaje popular a través de los chistes, comentarios, etc.
Por otro lado esa excesiva deferencia oliendo a complejo de inferioridad ante lo y los extranjeros, es algo que siempre me ha sorprendido, como bien se ha dicho, alguien que dice qué hay en ese país solo demuestra ignorancia.
No voy a decir todas las cosas que tenemos porque esta demás.
A veces no sé si alegrarme o sentirme triste porque Honduras no sea visible ante el mundo, por desgracias, siempre que se piensa en la visibilidad de Honduras todo el esfuerzo se centra en el turismo( que no tiene nada de malo), el cual arrastra consigo otros males de los cuales es más difícil salir.
En nuestro gobierno no existe un equipo de economistas visionarios que negocien con los inversores, para realizar proyectos turísticos en los que el único beneficio no sea la mano de obra contratada, si no que involucre a la comunidad local como socio capitalista, ya sea con la cesión de terrenos , mano de obra, etc, pactar con las comunidades cercanas el suministro de productos alimentarios y artesanía, de esa manera se genera desarrollo local en la zona, lo que repercutiría en el bienestar de las comunidades involucradas.
En mi opinión antes debemos hacer los deberes en ciertas aéreas y ya vendrá el momento de exportar nuestro potencial, de lo contario, corremos el riesgo de acabar perdiendo más de lo que ganamos, ejemplo de ello islas de la bahía, con un idioma y una moneda diferente a la nuestra y parte de toda esa belleza en manos de extranjeros.
Antes de despedirme quisiera decirle a la persona del siguiente comentario
“Te comento el "error" de pensar de que fuimos colonizados por el reino Español de entonces, sino por la escoria de la sociedad española, de expresidarios, embaucadores y de clérigos explotadores”
Esto fue, ahora somos nosotros los responsables de nuestro destino, culpara a otros de nuestra ineptitud no es bueno.
Vamos a dejarlo, la verdad que este tema es para sentarse y charlar, pero…
PD: Hace algún tiempo tuve la oportunidad de conocer un arqueólogo de National Geografic, el cual me comento que le sorprendía mucho que desde Guatemala se vendiera la ruta maya, pero en ningún momento se mencionara a Honduras, teniendo Honduras la ciudad cultural más importante del mundo Maya(debo decir que no lo sabía, a partir de ahí decidí documentarme).