De antemano, les pido disculpas por las omisiones en nombres de algunos importantes protagonistas. Algo tan portentoso como el primer mundial de fútbol para un país como Honduras hace que las neuronas salten de felicidad al recordar y se pongan delirantes (como ya lo comprobarán). Confío en que su memoria llene esos vacíos y que, por igual, me acompañen en la reflexión sobre nuestras taras identitarias. Buscar esas taras es lo mismo que la niña que se busca tras el espejo en el poema de Antonio José Rivas.
Bienvenidxs a esta máquina del tiempo donde su memoria es la que pone la música.
https://drive.google.com/file/d/1eIjUYpEGxVBIg2DCi6KTEJePRhHfaPsD/view?usp=sharing
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