domingo, 23 de septiembre de 2018

Almost Famous



Cada vez que entro al Facebook y miro la inagotable presencia de muchxs escritorxs en eventos, presentaciones, en selfies junto a otros escritorxs del mismo medio o, por buena cacería, junto a un escritor de talla mundial, me pregunto ¿cómo se puede ser tan importante y famoso todos los días? ¿De dónde surge esa necesidad? ¿Cómo se sostiene la trascendencia de un grupo de amigxs escritorxs que más parece una tropa scout o un grupo de adolescentes en excursión? De no haber leído ya algo de esos escritores -quizá por pura casualidad o porque los escuché de primera mano- ¿me serían dignos de confianza con todo y sus poses, su "constante alegría" o sus llamados de Miss Universe: amemos a los niños del mundo? ¿Qué cosa es esa fama donde las lecturas no pasaron de 10 personas, 8 de ellas amistades de farra? ¿Todo es una gran terapia grupal ambulante?


Virgilio, en La Eneida, describe la Fama en los términos más negativos, así como el pensamiento greco-latino supo advertir al observar la intensa farandulización de los nuevos ricos en el imperio:

"Fue aquel día el primer origen de la muerte de Dido y el principio de sus desventuras, pues desde entonces nada le importa de su decoro ni de su fama; ya no oculta su amor, antes le da nombre de conyugal enlace y con este pretexto disfraza su culpa. Vuela al punto la Fama por las grandes ciudades de la Libia; la Fama, la más veloz de todas las plagas, que vive con la movilidad y corriendo se fortalece; pequeña y medrosa al principio, pronto se remonta por los aires, y con los pies en el suelo, esconde su cabeza entre las nubes. Cuéntase que irritada de la ira de los dioses, su madre la Tierra la concibió, última hermana de Ceo y Encélado, rápida por sus pies y sus infatigables alas; monstruo horrendo, enorme, cubierto el cuerpo de plumas, y que debajo de ella tiene otros tantos ojos, siempre vigilante ¡oh maravilla!, y otras tantas lenguas y otras tantas parleras bocas, y aguza otras tantas orejas. De noche tiende su estridente vuelo por la sombra entre el cielo y la tierra, sin que cierre nunca sus ojos el dulce sueño; de día se instala cual centinela en la cima de un tejado o en una alta torre, y llena de espanto las grandes ciudades, mensajera tan tenaz de lo falso y de lo malo como de lo verdadero".

Virgilio- La Eneida, Cuarto Libro.

Un imperio, sí, la fama y el like, pero ¿quién leerá cosas tan importantes? ¿o será la imagen prueba suficiente de la valía una vez que nadie irá más allá de ese tropel de lobeznos felices que aparecen en perpetua fiesta y mutua felicitación, complaciente felicitación en el giro más profundo que ha dado la existencia del intelecto actual donde la felicidad creativa es una felicitación?

F.E.

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