lunes, 27 de agosto de 2018

Alaraby, Poemas de Fabricio Estrada, traducción al árabe

Con Najwan Darwish nos conocimos en Medellín, al igual que con Fakhry Ratrout. Participábamos del Festival Internacional de Poesía 2017, y allá pude establecer una precaria pero ya cada vez mejor comunicación en inglés con ambos. Eso me permitió indagar mucho más respecto a las motivaciones de su poesía, su visión. Mi necesidad de hablar sobre la forma en que la poesía se estructura en árabe, más allá de su fascinante sonido -algo que puede distraer del valor del texto en sí- venía desde el festival de Costa Rica, en el 2014, cuando un verdadero clan de poetas procedentes de Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Siria, Omán, Marruecos, Sudán, Palestina, Argelia y Egipto desbordaron las presentaciones y las conversaciones. Ahí pude medio descifrar algo de las diferentes corrientes poéticas que se mueven dentro del árabe, desde las trazas culturales puras, pasando por la religión, hasta la simple oralidad que se disputa la palabra con las más vanguardistas formas "occidentalizantes".

Fue todo un descubrimiento la plática que tuve con el poeta omaní Hassan Al Matrooshi (las seis maneras de la poesía) y luego, en Guatemala, con el poeta Firas Suleiman, de Siria y en San José con los también sirios Nouri Al Jarra y Akram Alkatreb sobre el impacto de la guerra en la poesía; pero la mayor profundización de los temas en los que he insistido (musicalidad, memoria, versificación y falacia del fonema ante una lengua desconocida) me fue dada por Najwan en el largo recorrido en bus hacia Gracias, al Festival de Los Confines, el pasado julio.

De ahí vino luego la solicitud de estos textos, también, supongo, por la curiosidad que todos estos poetas tuvieron de alguien como yo que preguntaba tanto. Najwan quiso saber lo que guardaba y Fakhry nos dio la posibilidad de dialogar dentro de su concienzuda traducción (nos llamábamos para aclarar matices de los poemas, acepciones y hasta comprensión filosófica de algunos textos donde la cultura greco-latina estaba presente). Este es el resultado de ese recorrido por la palabra, pero sobretodo, de la alegría de entrar a un diálogo que tanto quería sostener dentro del lenguaje universal de la poesía.

https://www.alaraby.co.uk/texts/2018/8/27/%D8%A3%D8%B9%D8%B7%D9%86%D9%8A-%D8%A7%D9%84%D9%85%D8%B2%D9%8A%D8%AF-%D9%85%D9%86-%D8%A7%D9%84%D9%88%D9%82%D8%AA-%D9%88%D8%A7%D9%84%D9%83%D9%84%D9%85%D8%A7%D8%AA-1

Los poemas traducidos para la edición de Alaraby, Londres-Inglaterra:
Leteo

En ciertas ventanas siempre lloverá
y la ausencia paseará su borrasca
como una muerte en jirones.
Pasará el circo
con su imperio de parches
y la bailarina
que aprendimos a amar
entre equilibrios y dardos
subirá a su escalera
para fugarse de la carpa del tiempo.
Uno es y será siempre
muerto cargando muertos,
rostro de postales
nostalgia a sorbos,
banda ruinosa
que lleva en sus metales
el compás dorado del invierno.

Estratos

En mí
yace lo extinto,
el grave rumor de lo que pronto se acaba.
En mis ojos
consumidos paisajes
y el frágil vuelo del sonido;
gestos de pez
trilobites de tinta.
Cuán poco dura el romance
entre la belleza y el asombro;
apenas un fósil,
la burbuja de una estrella
estallando en la noche
y el derrumbe del misterio
que fue cavado –duramente-
como una mina en el alma.

Sueño del hijo

Érase
un millón de instantes vividos
y el sol
como una espiga
doblándose despacio
en el andar de la gente.
Érase
el surco de los sueños
y la palabra confinada
en la semilla más estéril.
Érase una vez
el inocente bullir de los instantes
como un estanque de peces
que no distingue un rostro del otro
mientras la luz se fragmenta
y los ojos destellan.
Érase un niño
y junto a él
su hijo corriendo
jugando a dejarse atrás
el uno del otro.

Thymos

Dame más tiempo vida…
(Roberto Monzón)

Dame más tiempo, palabra,
el viento me apaga cuando me enciendes
y una extraña raíz
crepita profunda sin mostrarme su fuego.
Dame más tiempo, palabra,
el silencio y su herrumbre
no mellarán tu filo:
serás de nuevo la hiedra,
aguarda,
el principio y la magia,
aguarda,
no me hagas tomar el lápiz
tan sólo para clavarlo despacio
en mi garganta.

Mar adolescente.

(A Beto, desde la infancia)

Lo único que yo no tenía era el mar.
Pero es sabido que de la ausencia
hacemos lo real, lo que nos llena,
lo que siempre nos regala una sonrisa.
Cuando faltaban sus olas
subíamos al Momotombo en busca del Golfo,
enormes gaviotas las miradas,
nos quedábamos en su vuelo
hasta que fundidas con el sol,
caían incineradas en las aguas.
Luego, la distancia era noche
y nosotros, regresábamos al pueblo
con el tronar de los pinares.
Odiseo montañés,
temblaba con la idea
de que en lugar de esos bosques
viniéramos corriendo bajo el mar.

Pleamar
Hay tumbas que están cayendo al mar.
Hoy precisamente
hoy que recuerdo a mis muertos,
a mis muertos que imagino juntos
dentro de un autobús que se va de excursión
al mar
con la comida preparada
y la ansiedad de las olas.
Las islas Marshall serán engullidas por el Pacífico
y sus habitantes
tendrán que buscarse otras tierras,
emigrar en sus canoas
de la misma forma en que un día
tomé mis cosas y me largué de la infancia
Un autobús me ha traído y llevado
siempre al mismo naufragio
a la misma orilla que recorro adentro
con muertos
que las olas
me devuelven.

Album
Antipatrio mató a Ares
Ares era su hijo
Antipatrio hijo de Filemón
Filemón hijo de Arcadio
Arcadio abuelo de Antipatrio.
Ares murió desangrado
Ares hijo de Antipatrio
Arcadio bisabuelo de Ares
mató una vez un ciervo
y bebió de su sangre.
Filemón tuvo un solo hijo
Antipatrio
Antipatrio lo miraba regresar y se escondía
regresaba Filemón
padre de Antipatrio
Filemón el sexto hijo de Arcadio.
Arcadio mató una vez a un ciervo
el ciervo era hijo de Arcadio
salía con él a cazar
todos decían que Polifemo era como un ciervo
porque Polifemo corría y no se dejaba agarrar
Polifemo era hijo de Arcadio
Polifemo tío abuelo de Antipatrio.
Polifemo se interpuso entre su madre y su padre
Arcadio quería golpear a Terencia
y Terencia lloraba.
Polifemo dijo que no
le agarró el machete a Arcadio
y éste no lo perdonó.
Ares soñó que cazaba
junto a un viejo que parecía su padre
Ares tataranieto de Arcadio
Arcadio padre de Filemón
Filemón padre de Antipatrio
Antipatrio padre de un ciervo
de sangre caliente y espumosa.

Pausema

Y vi que cada signo
cada rosa inventariada en la carne
las mañanas
el instinto de saberme vivo
en pie
en manada
de paso por los puentes
estremecidos y oxidados
que los ciegos
y los videntes
que el suspenso de los tristes
de las manos y sus monedas
que todo
todo era consecuencia del poema
y no de la vida
que la vida era solo pausa
del implacable fragor del poema
del irrenunciable estallido del poema
solo pausa la vida
un lento movimiento
que conduce invariable hacia otro poema
que se yergue
que se hunde
y mientras tanto aparece
queda su viento para habitarlo
su sol
su inminente presencia para respirar
e intentar el siguiente acto.

6

Vi a los panaderos
escondiendo vidrios en la harina.
Los vi amasar.
Triturar.
Cuando el mar es de estaño
los grandes panes de Job
surcan despacio las costas
y todos elevamos sus salmos.
Cuando el mar se funde
con la placa inmóvil del cielo
en las dulces chispas
que agujerean la noche
los grandes mendrugos de Job
son picoteados por las gaviotas,
pulverizados.
A esta hora
alguien parte el pan.
Mi niño tiene hambre.
Extiende la mano
en la misma forma
que desliza sus barcas de papel
después de la lluvia.

8

Mientras llegan
las fuerzas expedicionarias
de la nada
limpiaremos las armas,
reforzaremos los accesos
y de paso
hasta nos matamos
con nuestra propia mano.

13

En cada plaza vacía
he sido siempre
el último turista en pie
absorto
ante tu estatua.

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