miércoles, 28 de agosto de 2019

Emerge otra Tegucigalpa


Esta foto, que saqué del Instagram de una amiga, no es nada despreciable. Es la Tegucigalpa más reciente vista desde el nuevo edificio administrativo de la UNAH. Es decir, la mirada desde el edificio masivo que la nueva visión de la clase política de la ciudad erigió para contemplarse a sí misma. Es un horizonte donde los cluster juegan un papel importante para redirigir las energías de la ciudad y, a la vez, la exacerbada eclosión del cemento -que algún día tenía que llegar a Tegus- como cimiento, más que estructura finalizada, de la expansión que se busca, de manera aplastante,  sobre la nostalgia, decoro, pudor, humildad, miseria, estampa, sueño pintoresco, etc., lo que se entienda desde la población como "ciudad".

Ya está ahí. Nunc, Right now, ahoritita mismo siguen elevándose más edificios y es muy posible que en diez años más la ciudad pueda reconocerse solo mediante algún proceso arqueológico más cercano a una sesión con el psicoterapeuta, digo: los parques aquellos, el clima aquel, los cerros llenos de pinos aquellos, la melancolía aquella que jugó a ser carta de presentación y que aún se sostiene, casi sin repello, en las zonas de La Leona o el Centro. La población ve todo con expectativa. Eso es lo que vi y sentí. La población se siente musculosa y a la vez humillada. Es el limbo de una ciudad que coloniza.

La foto que abre mi reflexión fue tomada desde este edificio administrativo de la UNAH














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