domingo, 29 de mayo de 2022
Episodio 81, Ixiptla en la máscara de la lucha libre
martes, 17 de mayo de 2022
Episodio 80: El milenarismo indígena durante la colonia
https://drive.google.com/file/d/1Kbxrq0s8HMH_3gjWWo5b3vD6iTWlRcFM/view?usp=sharing
martes, 10 de mayo de 2022
Los primeros cien días de la compa Xiomara Castro
Los
primeros cien días de gobierno de la compa Presidenta Xiomara Castro podrían estar
creando un equívoco en las aspiraciones de la resistencia ciudadana a la
narcodictadura y, a la vez, un acierto para los detentadores del poder fáctico
que podrían estar celebrando la bienvenida de LIBRE y la Alianza al terreno de
lo vernáculo.
Por un
lado, la Resistencia hecha alianza a través de LIBRE llega al poder desde el
más absoluto marginamiento en la esfera pública de la administración del Estado,
exceptuando la inclusión de representantes en el Tribunal Supremo Electoral por
presiones internacionales durante la etapa final de desmoronamiento del partido
nacional. Esto creó un discurso de poder paralelo o de negación que alcanzó su
mayor expresión en las urnas. En las urnas de la expulsión. Sin embargo, la
negación colectiva a un opresor también crea cultura política si el tiempo de
negación es excesivamente prolongado; crea ansiedades colectivas, promesas y
furias justas que el aparato sistémico está preparado para diluir. Y ese
estadio del poder es el que se acaba de conquistar: una máquina cuyos tornillos
y engranajes conocen al dedillo los aún vigentes actores de los pasados doce
años, políticos, cómplices y diseñadores del programa de saqueo que no dudan en
recitar artículo por artículo de la Constitución que ellos deformaron y
conformaron para sí.
El
desenlace histórico logrado en las urnas de noviembre pretendía borrar del mapa
político hondureño a la más abyecta camarilla de joh y Washington calculó muy
bien que extraditar a joh daba como para celebrarlo cien días. Al fin y al
cabo, los cien días iniciales son claves para borrar e instalar memorias
nuevas: así lo hizo Flavio Vespasiano al inaugurar con cien días de juegos
gladiatorios y matanza de animales (venationes) el grandioso Coliseo Romano. Digo:
Washington ha creado una matriz en la que la extradición daba el suficiente
tiempo para reorganizar su injerencia en Honduras. La contraparte al interior
es la maquinaria burocrática, un espacio que, repito, marginó de su
participación natural a la nueva generación, quien debió sustituir gradualmente
a los funcionarios del Estado. Eso, por supuesto, en un escenario de país sin
golpe de Estado y narcoterrorismo. Al no darse ese relevo generacional la
maquinaria siguió afinando sus cuchillas en preparación de ese momento -que
invariablemente llegaría- de la explosión democrática de un pueblo sometido.
Se pueden,
entonces, darse los grandes pasos de restitución ciudadana generacional
(aceleramiento de aprendizaje del cómo manejar la cosa pública), pero en la
práctica la institucionalidad neoliberal del narcoestado ha erigido una maquinaria
de espejismos ávida de egos y capaz de tragarse las mejores intenciones de
nuestra justa furia. En una época cuya generación de vanguardia avanza al ritmo
de las series de Netflix y de las nuevas apps, la declaración que joh hiciera
en la ONU da para esperar el inicio de una mega producción en contexto
nacional: Narcos Honduras, sí, la serie que quizá ya estamos actuando en tiempo
real con cada extraditado puesto en el avión de la DEA. Hace unos once años
corrimos un grave peligro en esta dirección. Sucedía que luego de las grandes
movilizaciones de resistencia al golpe de Estado, nos apresurábamos por llegar
a casa para ver la repetición de la movilización y represión en los noticiarios
de nuestra trinchera y poder decir el “ahí estuve yo”. Era una antesala a lo
que el algoritmo de las redes plantea: felicitarnos a nosotros mismos dentro
del limitado nicho que nos ceden.
Los poderes
fácticos son los que han impuesto los dichosos Cien Días como espacio de tregua.
Pero acaso ¿no ha sido una guerra brutal contra el pueblo durante doce años?
¿En qué momento los medios informativos de esos poderes le dieron un respiro a
Honduras? Las ansiedades de refundación no pueden quedarse en la ansiedad de
cumplirle a los medios oprobiosos, mucho menos en darle un informe de avances
estructurales a una sociedad que tocó fondo. Los pilares que se deben reconstruir
van desde la básica ciudadanía hasta el estreno de leyes que siempre estuvieron
ahí como camisa comprada demasiado pequeña. Pero resulta que el pueblo
enflaqueció por hambre, por neurosis, por anomia, y ahora esa camisa sí le
queda. Hay que estrenar esas leyes, y una vez aplicadas el pueblo hondureño
sabrá ver en qué consiste el fuego purificador sin necesidad de una revolución
armada. Porque ese fue el camino que se eligió, la vía democrática, la vía
legal para empuñar la ley. El pueblo quiere ver desfilar hacia la cárcel a las
hordas de directivos que aún se atreven a evaluar la competencia de nuestras y
nuestros compas.
Ya pueden
ser mil días de Gobierno con mil logros ciudadanos cada día, y los medios que
elevaron a la narcodictadura a categoría de hiperdictadura exigirán más
informes y detalles del avance. ¿No es eso caer en el juego de su maquinaria de
espejos que llega a juzgar de incompetentes a nuestras y nuestros compas tan
solo porque no cuadran con sus expectativas vernáculas? ¿Exigir la más alta
prueba de estudios superiores para nombramientos no es darle alabanzas al
sistema que valora según el privilegio educativo de cada quién, y esto dentro
de una sociedad arrasada que, por milagros continuos, ha conseguido que sus
habitantes, presas de todo tipo de humillaciones y atrocidades, aún tengan la
claridad de lo que va mal sin necesidad de requisitos burgueses?
Los Cien
Días de Gobierno en realidad siempre seguirán siendo el primer día para nuestra
justa furia.
F.E.
domingo, 8 de mayo de 2022
Episodio 79: Ixiptla, el concepto de imagen nahuatl
https://drive.google.com/file/d/1m5qBeINWU7ZtQYsDaRaJgk3Ti5TcJYrR/view?usp=sharing
miércoles, 4 de mayo de 2022
Vikingos
Otra de Morazán
martes, 3 de mayo de 2022
Las Crónicas del Capitán Snorkel, 20
Crónica de abril
Así en el mar como en la tierra
retrocedo
a la velocidad de un demonio al volante
y solo me detiene
el asfalto derretido por el verano
Avanzo en muñones
Adelante quedaron las huellas que fui
sembrando
Llego
a la casa de la transparencia
y quisiera dormir
casi muerto y resucitando
Aquí no hay ilusiones vintage
El pasado
lo confirmo es solamente pasado
sin camisetas o emisoras
para adultos contemporáneos
Se es viejo
y con la pintura arrancada a besos
Se es antiguo
y nadie va en busca de un tesoro
sin brillos ni mapas ni corazones arrancados
Aquí lo vintage
son los poemas que la rabia lanza al río
pastoso y verde
casi sepia de postales
el reflejo de tu rostro viendo desde los
puentes
Desciendo sin culpas que pagan sobrepeso
traje mis huesos y piel de camuflaje
No tengo más moda
que la nieve que baja del sol
y broncea el blanco de los ojos
Así me paseo en busca del punto ese
donde se apagan todos los sonidos
y escucho solo la
voz de mis fantasmas
Escucho tu voz
como gota de lluvia ácida en las vitrinas
te veo en los aburridos anuncios del banco
donde mis recuerdos aún abonan al capital de
la muerte
Termina el cielo
justo en la línea de la lluvia cortante
No sé con cuántos debí matarme
por una mirada de amor que no supe explicar
Miraba la debacle y me enternecía
miraba un pozo lleno de cadáveres hermosos
miraba por última vez
la basura que guardé -dulce holder-
y proliferó entre mis libros como coral
fantástico
Flamea una alberca azul turquesa
que apenas contiene
el roer de los tiburones
Toda la belleza contra sus dentelladas
alucinantes
Lo vintage no está en todo pasado
las carencias no flamean
Lo pasado tiene la devoción del crimen y sus
placeres ilícitos
flamea
un retazo de mar
se canta el himno de otras profundidades
y se premia a quien lo canta en el ahogo
Ahí nace lo vintage
en lo lejano
donde ninguna red social muestra el murmullo
de la patria del pasado.
F.E.