Por: Wilkins Román Samot
1.1 Wilkins Román Samot (WRS, en adelante)
–
Recientemente, has recibido el premio Nacional de Poesía Los Confines (2017) por vuestro libro de poesía
intitulado 33 revoluciones para Rodríguez (2018).
¿De qué trata o tratas en este poemario premiado y publicado en vuestro país de
origen y cómo recorres entre la literatura y la realidad o no ficción?
1.2 Fabricio Estrada (FE, en adelante) –
Tuve la fortuna de apostarle a este poemario que en
verdad creí parte de un souvenir muy personal, un registro que necesitó de la
catarsis de la poesía para poder digerir lo que sentí al ver Searching for Sugar Man, el documental
sobre Sixto Rodríguez ganador del Oscar 2012, que es base de los textos. El
premio llegó junto a una alegre sorpresa generacional ya que cuando se dio el
fallo en la ciudad de Gracias, Lempira, la mayoría de poetas junto a los que
organizamos el Colectivo de Poetas Paíspoesible (2004-2009), estaban ahí, al
fondo de la llamada telefónica, celebrando mi asombro. Este premio, convocado
en el 2016 en el marco del Primer Festival Internacional de Los Confines, me
fue entregado en una bella edición de la Editorial Universitaria de la UNAH, y
fue considerado como ganador por la poeta y crítica literaria hondureña Helen
Umaña, el poeta argentino Jorge Paoloantonio y el poeta panameño Javier
Alvarado. Muchas cosas coincidieron en ese premio: mi ausencia de Honduras, las
palabras del poeta español Juan Carlos Mestre (tan esencial para muchos de
nosotros en Paíspoesible) y la acción directa de los poetas Salvador Madrid,
Ethel Ayala, Carlos Ordóñez y Néstor Ulloa en el montaje del evento y la
publicación, sin dejar de mencionar que mi impresor-mecenas de mis poemarios en
Honduras, Evaristo López Rojas, está fungiendo como director de la Editorial
Universitaria. Así que el premio fue todo un reencuentro.
33
Revoluciones para Rodríguez es metaficción pura y responde a uno de los
enunciados de la poética aristotélica: la necesidad de fabular. En este caso,
la misma historia de Sixto Rodríguez es todo un avasallador acto de elegía al
solitario y anónimo creador que no calcula las consecuencias de lo creado. Su
antí tesis sería la vida del escultor polaco Stanizlav Szukalski, y ambos, en
un punto que solo la poesía puede reconocer, se unen para darnos una lección de
dignidad artística insobornable. Intenté capturar esa chispa donde genialidad y
anonimato confluyen, y a partir de ella prenderme fuego.
2.1 WRS – ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?
¿Qué relación tiene la poesía de 33 revoluciones para Rodríguez con
vuestro trabajo creativo-poético anterior y hoy?
2.2 FE – Este poemario está íntimamente enlazado con
mis dos poemarios anteriores, Blancas Piranhas (Editorial Pez Dulce, 2011) y
Houdini vuelve a casa (Pez Dulce y Trabalis, 2015-17), en los cuales hice uso
del soliloquio sostenido y fragmentado para poder explicar cierto regreso a una
poesía intimista luego de largos años volcado hacia el exteriorismo y la
militancia poética. Los cortos de David Lynch y Caza de conejos de Mario
Levrero fueron llaves maestras para que redescubriera la viabilidad de imágenes
y narrativa. Me quitaron la prudencia. Cuando escuché y vi a Sixto Rodríguez,
sus letras y su música simplemente me dieron la conmoción que sirvió para
desbordar lo acumulado. En Blancas Piranhas abordo la angustia del trabajo
moderno, tan lleno de actos cuya finalidad es ser simple y llanamente
improductivos, como bien explica el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, y en
Houdini vuelve a casa llevo a cabo una larga conversación con mi querido amigo
y gran poeta nicaragüense Francisco Ruiz Udiel, quien tomó la decisión del
suicidio en las primeras horas del 2011.
Vuelve aquí el punto de confluencia
descrito anteriormente: Sixto Rodríguez amalgama ese recorrido. La primera vez
que leí un par de textos de 33 fue en Rosario, Argentina,
durante el Festival Internacional de Rosario del 2013, y me escuché de pronto
casi cantando, cosa que no pasó desapercibido por el poeta cordobés Pablo
Natale, quien tiene una banda llamada Los
Bosques de Groenlandia. Al final de la lectura se me acercó super contento
de que yo hubiera escrito y leído esos textos de alguien que también lo había
dejado asombrado. Supe que el asunto era musical y así continué leyéndolo,
esporádicamente, incluso en el Festival de Poesía de Costa Rica 2014 afiné
definitivamente el cómo quería leerlos, y la idea pasaba por hacerme acompañar
de una banda como lo hice en las presentaciones de Blancas Piranhas en
Honduras, con Radio Zativa y Royal Blues, pero ya no encontré cómo.
3.1 WRS – Si compara su
crecimiento y madurez como persona, poeta y escritor, ¿qué diferencias observa
en su trabajo creativo-poético o no de entonces (anterior) con el de hoy?
3.2 FE – Definitivamente siento la distancia que he
tomado con la elegía cívica, tan proclive a darse en el medio poético
centroamericano. El paisajismo es una forma que ya no ocupo quizá porque ya me
sirvió para completar el paisaje interior donde necesitaba vivir, y la
versificación ha ensamblado con un ritmo interior que entiende la poesía a
través de un pentagrama más holístico, cercano a lo que buscaba el compositor
húngaro Béla Bártok con todo y su mundo de convocatorias musicales desde la
cotidianeidad.
4.1 WRS – Fabricio, ¿cómo visualiza su trabajo
creativo con el de su núcleo generacional de escritores con los que comparte o
ha compartido en Puerto Rico y Honduras, y fuera de estos dos países en los que
ha tenido la oportunidad de vivir o sobrevivir?
4.2 FE – Creo que gran parte de mis textos están
imbuidos del fervor ideal -recurro a Mario de Micheli- que mi generación en
Honduras tomó como fuerza de acción colectiva. Eso incluye las grandes pláticas
y fiestas, complicidades políticas, desencuentros políticos y la organización
política militante, no solo a nivel ideológico, sino en la organización de la
gestión cultural, desde el Taller de Poesía Casa Tomada (1992-96), la
Biblioteca Andante de Rubén Izaguirre y Pez Dulce (2000-2004 en Tegucigalpa)
hasta pasar a Paíspoesible y Artistas en Resistencia al golpe de Estado en el
2009. Existió todo un carrusel donde el vertiginoso girar nos concentró en la
idea de una Honduras que por fin se liberaba del determinismo modernista, y
para ello, buscamos integrar a los maestros vivos de la poética nacional
posvanguardia, Roberto Sosa, Rigoberto Paredes, José Luis Quesada, Livio
Ramírez, Helen Umaña, José Adán Castelar, Tulio Galeas, Pompeyo del Valle. En
torno a ellos asumimos un grave compromiso: ser felices hasta morirnos de la
risa de la Honduras cívica.
En Puerto Rico he tenido una dicha muy precisa, casi
diría que he tenido la fortuna de un pulidor de diamantes que se arroba con un
tesoro que no es de él. Aprendí a conocer esta inagotable isla a través de la
dolorosa poesía de Iris Alejandra Maldonado y luego por la musicalidad de Mayda
Colón, mucho antes que la de Julia Burgos. Cosa de tiempos, por supuesto, pero
de ahí en adelante he aprendido que nada de la poética boricua puede entenderse
sin la impronta de las mujeres. Alex Maldonado Lizardi es mi asombro personal
por lo mucho que coincido en su búsqueda de estructurar el discurso poético, y
la poesía de Liliana Ramos Collado me sigue dando lecciones, así como la de José
Raúl Gallego, Amarilis Tabares, David Caleb Acevedo, Nicole Delgado, Rafael
Acevedo y Ché Meléndez. Crezco en esta nueva vida borincana, y seres humanos
espléndidos como Vilma Reyes, Hilda Vélez, Marcos Reyes, Antonio Rosa, Linda
Rosa, Angie Camacho, Gaddiel Ruiz, Cindy Jiménez-Vera, Víctor Figueroa, Alex
Maldonado, José Ernesto Delgado, Zayra Taranto, Alexandra Pagán, Manuel Almeida,
Rafael Acevedo y Enid Álvarez me han dado la confianza para mis primeros
pininos en esta isla escrita, agradecimiento que extiendo hacia Tite Vásquez y
hacia vos, por supuesto. Y claro que también hay un fervor ideal en Puerto
Rico, algo que siento profundamente.
5.1 WRS - ¿Cómo concibes la recepción a su trabajo
creativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares, bien sean escritores
de poesía u otro género?
5.2 FE – El cuerpo habla a través de sus heridas. Bien
lo describió Shakeaspeare al poner en voz de Mario Antonio que cada herida de
Julio César eran bocas que gritaban la infamia de su asesinato. Latinoamérica,
entonces, habla a través de Puerto Rico y Honduras, naciones a las que
pertenezco sumidas en un colonialismo que intenta desangrarlas. Cualquier cosa
que siga escribiendo está circunscrita a este dolor y el dolor tiene diferentes
formas de recibirse.
6.1 WRS – Sé que vos sos de Honduras y que vives en
Puerto Rico. ¿Se considera una autor hondureño o no? O, más bien, una autor de
literatura, sea esta hondureña o no. ¿Por qué?
6.2 FE – Soy un escritor hondureño, ahora más que
nunca. Lo atávico jamás me abandona, mucho menos ahora que el imperialismo
amenaza con hacer de Honduras un territorio yermo, disgregado.
7.1 WRS – ¿Cómo integra su identidad étnica y su
ideología política con o en su trabajo creativo?
7.2 FE – Sístole y diástole. Soy un mestizo y alcanzo
a percibir hacia dónde respira mi memoria. Presto atención a los ecos que la
memoria diversa me trae y si algo la amenaza, tengo la estructura ideológica
para protegerla.
8.1 WRS – ¿Cómo se integra su trabajo creativo a su
experiencia de vida? ¿Cómo integra esas experiencias de vida en su propio
quehacer de escritor hoy en Puerto Rico?
8.2 FE – Trato de pulir mi disciplina de escritor. En
Puerto Rico he encontrado un espacio calmo sin la cadena de enajenación mediática
que bombardea desde los medios de represión hondureños. Y claro que aquí los
hay, más perversos, incluso, pero estoy en cámara de despresurización todavía.
El mar es un gran tanque de oxígeno.
9.1 WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del
tiempo, con la recepción del público a su trabajo creativo y a la temática de éste?
¿Cómo ha variado?
9.2 FE – Creo que los que conocen lo que escribo, que
no es solo poesía, se habrán dado cuenta ya de mi insistencia. Calidad e
insistencia no son sinónimos, pero son gemelos que sospechan uno del otro. El
“público lector”, por lo tanto, tiene más que derecho a dudar o a creer
firmemente que estoy diciendo algo vital.
10.1 WRS - ¿Qué otros proyectos creativos tienes
recientes y pendientes?
10.2 FE
– Voy hacia la publicación de mis cuentos y una novela. Los poemas continúan su
torrente bajo el título Los Juegos Fascinantes y Las Crónicas del Capitán
Snorkel. Quiero consolidar mis crónicas y ensayos… Y mi fotografía.
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