viernes, 17 de junio de 2016

Ballet Nacional de Cuba en Puerto Rico - Fotos: Fabricio Estrada

El Ballet Nacional de Cuba que dirige la legendaria Alicia Alonso, se presentó el pasado 11 de junio del presente año, en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, de San Juan, Puerto Rico.

Tuve la enorme fortuna de asistir en modalidad fantasma, con pase libre a todos sus rincones, a sus tramoyas, a su cabina de sonido. No hubiera deseado nada mejor que esto, saber moverme a mi antojo cámara en mano para buscar el ángulo y la imagen que no pudiera explicar mi emoción. Enrique (a quien debo este privilegio), compañero de mi cuñada Laura Maldonado, me indicaba los spots más imprevistos y tuve que sortear mi miedo a las alturas para subir hasta las tremendas tramoyas donde Josué abría y cerraba la ilusión de los telones.

Todo ese trabajo tras bambalinas también yo lo he trabajado junto a ellos, sé cómo se tensan los músculos de esa visión que en butacas toma el nombre de teatro y espectáculo. Me imaginaba dentro de los párpados de un gigante o en las entrañas de un sistema de ilusión que necesita el concurso de la fuerza humana. Ahí estaban las bellas balletistas calentando y al verlas comprendía la luz y el movimiento que Degás buscaba tan insistentemente en los salones de danza parisinos. No puedo hablar mucho de la pieza Giselle, el montaje emblemático de Alicia Alonso, no tengo la suficiencia para hacerlo por mi falta de formación crítica hacia la danza clásica o contemporánea, pero sí puedo decir que es muy posible que se me hayan escapado las mejores fotos desde el mejor spot a causa del profundo trance en que estaba al ver todo ese despliegue de gracia y figuras.

Quedan entonces las fotos, y el desenfoque final que no pude corregir al estar a unos metros de Alicia Alonso y su pulsación maravillosa.


























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