miércoles, 26 de marzo de 2008

Messenger entre Ray Bradbury & Arthur C. Clark (Fabricio Estrada ®)


La intertextualidad es válida aquí y en Saturno. 2001 Odisea Espacial y Fahrenheit 451 se hablan así, ad infinitum. Me tomo la atribución y saco mis delirios más deseados.




Moon Watcher (Clark): Hola Ray
Fénix (Bradbury):Qué cuentas Arthur?
Moon Watcher: estaba pensando en el mañana y
Fénix: muy raro en ti, no?
Moon Watcher: hey! recuerda que la imaginación se desencadena libremente cuando se considera lo que podría ser la evolución última de la inteligencia…
Fénix: sí sí sí: “no en diez mil años, ni en cien mil años, sino en millones de años”, siempre lo repites…
Moon Watcher: ¡estás un poco escéptico hoy Ray!
Fénix: pues con tantos aviones tronando en el cielo y con tanta guerra acumulándose es cómo para creer que no llegaremos a mañana
Moon Watcher: si, te comprendo
Fénix:
Moon Watcher: Ding Dong!!
Moon Watcher: ¡sí que puedo asegurar que tu silencio lleva miles de años! te pasa algo?
Fénix: está bien, te contaré: ayer conocí a una chica, me ha aturdido
Moon Watcher: biológica o mecánica?
Fénix: melancólicamente biológica
Fénix: regresaba del Ciervo Blanco, ya bastante entrada la noche y, doblando la esquina hacia mi casa, una chica muy joven, casi un fantasma, me preguntó de pronto si yo era feliz
Moon Watcher: tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, Ray
Fénix: noo Arthur, en un mundo en el cual uno se despierta para ver la hora y descubre el reloj que le dice la hora, el minuto y el segundo con un silencio blanco y un resplandor, se aprende a ver las cosas con mayor lógica…no era un fantasma
Moon Watcher: desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta tierra y ahora te viene a tocar a tí una que hace la pregunta más antigua de todas!!!! a ver, continúa
Fénix: pues yo no he hecho más que parpadearle, hubiera querido contestarle inmediatamente que sí, que era feliz, pero las palabras se me quemaban entre el asombro y las sombras de anoche
Moon Watcher: sinceramente Ray, creo que ella debió haber sido una máquina de nueva generación, inconturbada por las codicias y pasiones de la vida orgánica te ha hecho esa pregunta con absoluta simplicidad mental de propósitos
Fénix: ummmmmmm
Moon Watcher: ya comienzas a dudar, eso es más saludable que aturdirte por tan sencilla pregunta
Fénix: escucha Arthur, en cierta época los libros atraían a alguna gente, aquí, allí, por doquier. Podían permitirse ser diferentes. El mundo era ancho. Pero luego, el mundo se llenó de ojos
Fénix: de codos y de bocas. Población doble, triple, cuádruple. Films y radios, revistas, libros, fueron adquiriendo un bajo nivel, una especie de vulgar uniformidad ¿me sigues?
Moon Watcher: creo saber por dónde vas
Fénix: pues bien, la mecanización llegó por esa vía, por la falta de hacerse, la disciplina se relajó, la Filosofía, la Historia y el lenguaje se abandonaron, el idioma y la pronunciación se descuidaron gradualmente…
Moon Watcher: claro, la vida se volvió terriblemente inmediata, sólo el empleo cuenta, el placer lo domina todo después del trabajo
Fénix: ¡claro! y no va a ser un robot quien me haga esa pregunta de si soy feliz o no!
Moon Watcher: sin embargo cabe la posibilidad de que el computador de la “ahora supuesta robot” haya comenzado a cometer errores…
Fénix: no Arthur, esa era una pregunta deliberadamente humana, una pregunta que aún y cuando se hubieran quemado todos los libros y la Filosofía jamás hubiera existido, igual se habría hecho en lo más recóndito del ser
Moon Watcher: tienes razón, los homínidos, aunque no se dieran cuenta de los parentescos familiares, a la hora de la pérdida de uno del grupo debieron sentir un vago desasosiego que era el antecesor de la pesadumbre…la precensia del “otro” o de “lo otro” siempre ha sido la identidad de la felicidad.
Fénix: te lo juro que me quedé hecho un monolito
Moon Watcher: pero qué…te hizo la pregunta y se marchó, así, sin más?
Fénix: me habló de otras cosas, del absurdo de los turbo-reactores, de echar la cabeza hacia atrás y dejar que la lluvia cayera en la boca…de observar los pájaros y coleccionar mariposas…
Moon Watcher: interesante chiquilla
Moon Watcher: habrá que observarla y a ver cómo evoluciona
Fénix: te lo confieso: sentí un poco de temor y un sordo resentimiento, era como si me estuviera faltando al respeto
Moon Watcher: despertó tu conciencia, eso fue, esas manías no nos abandonan a pesar de todo el camino andado desde que inventamos el lenguaje
Fénix: puede ser
Fénix: fue como ir en el metro leyendo un libro prohibido y que de pronto alguien gritase: ¡Ea! ¡Ese hombre va leyendo! ¡llamen al guardia!
Moon Watcher: o como si alguien te estuviera probando…midiéndote…acechando tus progresos en humanidad básica
Fénix: ya veo que sigues creyendo que esa muchacha era un sabueso cibernético
Moon Watcher: jajajajajaja
Moon Watcher: y tu eres un hueso difícil de roer!!!
Fénix: jeje, en serio Arthur, esta chiquilla hizo que acudiera inmediatamente al diccionario para convencerme de que existía la palabra felicidad
Moon Watcher: al igual que los nueve mil millones de nombres de Dios la felicidad tiene nueve mil millones de rostros…tal vez esa chica era uno de ellos…el diccionario de la vida es infinito
Moon Watcher: y a propósito, te dijo su nombre?
Fénix: clarisse, clarisse McClellan
Moon Watcher: bueno, también pudo llamarse TMA-1 o HAL, una esfinge como ella es innombrable e indefinible
Fénix: me gusta más Clarisse
Moon Watcher: ok, así la llamaremos. sabes, debo desconectarme
Fénix: igual yo, debo ir a comprar unos cerillos para la chimenea, hace frío. Ten cuidado y mañana no amanezcas dormido en un hotel de Saturno
Moon Watcher: pero Ray, si de eso te quería hablar!!!! mañana
Fénix: mañana será otro día, y ya nos conectaremos
Moon Watcher: de acuerdo, mañana hablamos
Moon Watcher: entonces por ahora no queda más que decir ¡al infinito y más allá!!
Fénix:jajajaja te gustó verdad! por algo te la recomendé!
Moon Watcher: las posibilidades de la inteligencia me hacen imaginar que la vida alcanzará mayores niveles. Sí, es una buena frase la de Buzz
Fénix: hay que cruzar los dedos para que nunca se queme…si los humanos guardamos silencio y dejamos hablar a nuestras fantasías es porque hay que pensar en todo y mucho que recordar
Moon Watcher: por supuesto Ray. Buenas noches
Fénix: Buenos días Arthur.

1 comentario:

Lauren Mendinueta dijo...

Fabricio, tienes un premio en mi blog. Puedes pasar a recogerlo cuando quieras. Un abrazo