Nunca nos amaremos,
jamás llegarás a quererme,
es imposible que algún día
estemos juntos.
A pesar de todo,
te espero a la misma
hora de la noche,
en el lugar de siempre,
aunque no llegués.
Con este poema del gran Rubén Izaguirre (Honduras) amplio y resumo lo que habla este episodio, una crónica de los amores y hastíos en una ciudad que guardo como dentro de una gota de ámbar.
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