Haber leído a Murakami mucho antes del
confinamiento fue anticiparme al confinamiento que se avecinaba. Leerlo ahora,
puede darle a los lectores un universo sin explorar y que el confinamiento ha
estado ofreciendo día a día: las dulzuras del hastío. Tokio Blues y Sputnik, mi amor, en dos reseñas que escribí en el 2013.
https://drive.google.com/file/d/1qP3n0-9-gmV90_yKE0ukF1R8_u_i5iZN/view?usp=sharing
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