viernes, 28 de diciembre de 2018

Poesía hondureña: Breve reseña de Karen Valladares al poemario “Las palabras del aire “ de la autora Rebeca Becerra Lanza



****
Nos vuelve el sueño.
Rebeca Becerra Lanza, siempre ha sido de las mayores influencias literarias en nuestro país. Es una de las voces femeninas que sigue incursionando en el campo literario en diferentes áreas, tanto narrativa como en poesía. En este libro Las palabras del aire, volvemos a descubrir a una poeta que se re descubre o nos habla desde su interior, desde su yo poético, pero hay otro instinto entre encontrarse y huir de ella misma y de buscar otros mundos. Veo el deseo intenso de ser, de estar en ese sitio que se vuelve su casa, su hogar, su refugio ese lugar imaginario lo vemos reflejado en su primer poeta “ soñé que estaba en un sitio, el punto exacto de una existencia que se debilitaba “ Aquí, repito, observamos la búsqueda del sitio, del lugar quizás al que si pertenecemos .
Vemos la inmovilidad, la permanencia de ser o no ser. Dos temas logrados en el primer párrafo de del poema antes mencionado. Y esto me recuerdo a lo que dice Hanni Ossotti: la casa, lo materializa cuando hace imágenes tangibles al respecto.
Sin duda la poeta Becerra Lanza, maneja todos los códigos sobre la construcción del lenguaje y la des construcción del mismo ( olvidando, claro está el discurso sobre la decontrucción del lenguaje de Derridá)” afuera el mundo” , la autora en este segundo poema, aclara su estado anímico, atípico a cualquier interioridad que la somete , la desolación, lo abrupto.
El uso de metáforas, acá, la poeta no la desliga en ninguno de sus textos, bien podemos percibirlos en los siguientes versos que tomaremos como ejemplos: “Yo era una roca que cantaba bajo la sombra de unos sauces”
• Fue duro ir al cementerio como una solitaria hoja “ pg 24
• Y me dolió la piel como si no fuera mi piel Pg 25 , “
• Soñá la sed de una risa marina” pg 28 .
Continuo diciendo que en este libro los poemas se vuelven un solo himno, la sencillez, la humildad la fluidez con la que la autora maneja el lenguaje poético y sigue sin error alguno . En su mayoría podríamos decir que el lenguaje cotidiano no es seguidamente usado en este conjunto de poemas ; aunque en algunos se desliga del tema inicial que es el deseo , y la búsqueda . La autora desde un monologo interior va dando las propias respuestas “ vamos a ver corazón por qué te hiciste demasiado solitario y dejaste de lado los fusiles “ pg 24, ella, la autora, exige al deseado, a lo perdido al intento que se vuelve así como una especie de batalla entre irse o quedase , una incertidumbre, quizá hasta una amenaza.
“ Háblame ahora que el se ha ido y tu te has quedado latiendo en mi pecho” pg 29. Seguimos viendo con claridad los temas que toca , el amor, el desamor, la búsqueda de lo que pertenecemos, , la noche, pero esta ultima no como simbología oscura , no como la muerte.
La muerte es un tema propio en este poemario.
Podría extenderme más y seguir hablando del sueño que tuvo la autora “ soñé que estaba en un sitio, soñé que atravesaba la oscuridad, soñé que era un río caudaloso, soñé los torbellinos…..
Este libro es un sueño, que todavía no termina de descifrarse . Pero ya lo dice Helen Umaña, la poesía nunca cesa de sorprendernos. Rebeca Becerra, reta a la propia soledad a la vida misma, a la muerte con sus propios discursos del yo interno.
Concluyo diciendo que es aquí donde encontramos lo sonoro, la plegaria, el antifaz , lo viceversa a todo al salto de la palabra, a las palabras del aire.
Honduras, 2018
Karen Valladares
Escritora gestora cultural, abogada.
Algunos de sus poemas de este libro a continuación:
Fue duro ir al cementerio
como una solitaria hoja
deshojada de la vida.
Escoger el hueco, el silencio;
el lugar para que te acomodaras.
Tu nombre era un pino en mi boca
que rezaba a la noche.
Lo dije:
-aroma en el aire-
luego fue un número
debajo de un árbol encendido.
***
Soñé los torbellinos de una pequeña cabeza
una mujer que entre mis brazos se convertía en gacela.
Yo tocaba su boca color del fuego.
Y ella quemaba mis dientes con sus labios
todo sin juntar nuestras bocas.
Inmediatamente apareció esta sombra que me hierve
en las venas
y me dolió la piel como si no fuera mi piel.

K.V.

No hay comentarios: