Vinieron por las muletas.
Ningún lisiado de pie en la mañana. Todos reptando.
El decreto se dio en la madrugada:
corten, derriben, denle vacío a toda esperanza.
Vinieron por las ropas.
Todos desnudos y reptando. El decreto fue leído en cada esquina:
que venga el frío a cebarse con nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario