viernes, 13 de abril de 2018

Angie Camacho - Puerto Rico


Foto: Fabricio Estrada


Afrin

En un lugar lejano 
más cercano de lo que puedes imaginar
hay un dolor incesante
que nace tras la muerte.

No es una batalla más
es otro grito milenario
en la garganta de un niño.

¿Dónde está la acción que nos liberará del fango?

Afrin, me has acercado aquella tarde
en que mi abuela me liberó de las cuerdas
con las que, a un mueble, mi madre me amarró.
Me has hecho revivir
cuán equivocadas pueden ser las convicciones del porvenir.
Aquella tarde lloré como la niña que siempre he sido 
la que aprendió a llorar con rabia al no tener puertas ni llaves.
Hoy he vuelvo a llorar de igual manera
porque, aunque crecí,
hay umbrales por los que todavía no quepo.
Pero tal vez otra abuela, de las que corren
por tus lastimadas tierras,
se detenga y como a la mía
se le revele el milagro de las alas.





Nuevo look

Si me sobrara el dinero
frecuentemente tendría
un nuevo peinado:
tal vez un Jakeline Kenedy,
un Marylin Monroe
un Halle Berry
un Bob Marley
un Cleopatra
un Albert Einstein
un Doña Fela
o un Carmen Miranda.

No sé de qué me quejo
por páginas y páginas
e intercambiado mis ingresos
por la torre sobre mi frente.





Nuevo testamento

Ahora que me he puesto a pensar
pienso.

Se trata de tu trato
y sobre esas calles
de sencillos frutos
que me diste a probar.

Soplaste.
Era la génesis creciente
que me comprometía
de forma natural
- ¡así de la nada! -
como cuando de momento
tiembla la tierra y se abre
y uno mira y hay un cielo
y hay una luna
una mitad de luna frente al sol.

Pensar que te quería
con la inverosimilitud
de las telenovelas.
Cómo no hacerlo
si estaba tan desamparada
en tu mundo de todo, de nadas
donde solo éramos.

Ahora que me he puesto a pensar
me ha dado con llorarte.

Cómo no hacerlo
si metiste en mi cama
a ese amante
con turnos de ofendido
para las metáforas.

Ahora que me he puesto a llorar
me ha dado por amarte.





A la mayor brevedad

Estoy perdida en el esqueleto de las estrellas

¿Cuán distante,
cuán próxima está la cosecha de los abrazos?

Exijo lo mejor de la vida:
el oleaje cálido sobre mis pies
el verbo cantado de los pájaros
el beso en las mañanas
y el amor
-bendiciéndome-
en el aplauso de Dios.





De frente

Acabo de dormir todo el cansancio del mundo
la sensación a neblina en los ojos desapareció
la llaga ciega que todo lo consumía, además.

Acabo de despertar.
La sensación dulce a temblor nuevo me posee
en el andamio óseo que sostiene el horizonte.
Construye.

Solía, sin oxígeno, chamuscada la piel
con huellas de un reptil veneno
entablada en conversaciones extintas
bajo árboles secos y sudorosos.

Pero cuando una abre los ojos
estira la boca, las piernas,
los hombros, los brazos, el cuello
el corazón
llega al espejo del baño
para recibir a la mujer despierta y hambrienta.





Mujer isla

… en realidad falta nada
frente a mi mar
la astucia del por ahí
de las gaviotas
te hace isla mujer
peral cargado de pigmentos.

…en realidad las palabras se acolmenan
rastrean el oleaje de sus deseos
quieren escribirse en un poema de espumas.

… en realidad falta nada
frente al mar poseedor de mi lecho
me entrona su isla en donde soy
más que una masa tropical de senos y caderas
soy una isla inmensa
sin el perfume colonial de la clausura.

…en realidad soy una fusión quimérica
llevada por siglos de heroínas
burlando el cabotaje
bordando la bandera
cortándome las trenzas
eternizando un río
marchando entre consignas.

…en realidad falta nada
cuando la isla se hace mujer.






Ciclópeo

Colosal era el ojo de la aguja
sencillo como multiplicar por cero:
mientras aquellas tibias horas
con la madre de mi madre.

Días en el que dormía oculta
la palabra tímida.
Cabía todo por aquella mirada fina
de campana plateada.

Todo por qué innecesario
todo por qué incomprendido
todo por qué sin acento:
porque en la carencia
nace la abundancia del ingenio.

Las cosas eran como parecían:
un verso idílico con el que
la manca aguja se enhebraba.





En Tegucigalpa

Algo de pie quedará
de este reino de furia: seres, brasas, semillas
Rigoberto Paredes
(Honduras)

Esto no es una historia
pues las historias
no siempre conmueven
por eso diré
que es un corazón en la mano
una represa a la espera
de abrir las compuertas
desde la brillante mirada
que frente la tuya se reconoce.

Sé que ya no eres la misma
desde que nos vimos;
tal vez las hileras de cables
el sube y baja por tus calles 
la invitación del fruto tendido
sobre las aceras, continúen.

Mas hay, hay un tanto más
un mucho más de ti.

Hablan de un aislado canal poblado de humareda;
yo prefiero tu fuente de sudor
los millones de pisadas 
que cargan tu mañana.





Pedales

La vida no quiere morirse; boxea.

La muerte, púgil infatigable
no abanica los golpes
es certera;
avalancha desde la colonia del odio.

Un estruendo aparece en los ojos,
dispara rayos húmedos
escalofríos desollantes.

Es el segundo desquicio
columpiándose en el tráfico
como un celaje en las avenidas.
De un zigzag
una bicicleta brota inexplicable
y Bangladesh hace
su entrada de células
en mi pecho
para que yo pedalee.





María de los Ángeles Camacho Rivas, de Patillas, Puerto Rico nació el 24 de junio de 1969.  Angie, como todos la llaman es maestra, poeta y cuentista. En el año 1987 ingresó al recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. Allí obtuvo un bachillerato en educación en las artes del lenguaje español.  Además, posee una maestría en currículo y enseñanza.  En su tiempo libre realiza talleres educativos en asilos, entidades sin fines de lucro y centros de enseñanza. Además, ha trabajado como diseñadora de modas, coordinadora de trabajo voluntario, animadora radial y misionera cristiana. Su obra ha sido premiada en certámenes nacionales e internacionales. Publicó los poemarios ¨Días de bromelias¨ (2011), ¨Con mi jirafa azul¨ (2016); compiló y editó las antologías estudiantiles ¨Salmo de un esclavo¨ (2014) y ¨Décimas de 9¨ (2017); además, su trabajo está en de más de una decena de antologías nacionales e internacionales.  Angie ha sido bendecida al ser invitada a festivales de poesía en: Nicaragua, Medellín, El Salvador, Honduras, República Dominicana y Bangladesh. Durante cinco años formó parte de la junta del Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico y desde 2013 es integrante del militante grupo Guajana.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy orgullosa del trabajo de nuestra querida Angie. Gracias por ser un ejemplo para otros. Éxito siempre.