miércoles, 13 de julio de 2011
Lluvia oscura
Algo oscuro llueve dentro de la sacra Tegucigalpa. Llueve desde los campanarios y el rumor del agua cae en el pozo de la noche. Los cuadros del calvario se destiñen a la altura de la cuarta estación, cuando el Cristo cae de rodillas por primera vez.
No hay nada más solemne que la lluvia de la noche. Un monje acecha empapado y ama a su Verónica con todo el incienso que ha podido encender. Cae la lluvia más silenciosa y las autoridades eclesiásticas la niegan, la ocultan, la convierten en vino de bodas para la oligarquía.
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