La
presencia del cardenal Oscar Rodríguez en Roma, el pasado 20 de mayo, no pasó
desapercibida.
Giorgio
Trucchi | Lista Informativa "Nicaragua y
más"
Era
justamente ese el objetivo de las diferentes organizaciones y movimientos
sociales, asociaciones y partidos políticos que promovieron el envío de un
documento de rechazo a la presencia del cardenal hondureño en Italia, por
considerarlo coautor y participe del golpe cívico-militar que ha ensangrentado
el suelo hondureño.
"NO
GRATO" fue el escueto pero significativo mensaje que apareció en el
"objeto" de la avalancha de e-mail, que fueron reenviados a la
Comunidad San Egidio y al Instituto Italo-LatinoAmericano (IILA),
organizaciones que invitaron a Mons. Oscar Rodríguez Maradiaga para hablar de
"los cambios en América Latina".
Sin
embargo, su presencia no solo no pasó desapercibida, lanzando de esa manera una
clara advertencia de que en cualquier parte del mundo vayan, los responsables y
co-responsables del golpe en Honduras serán señalados por los delitos
cometidos, sino que se levantaron voces en medio del propio acto, recordando a
los presentes lo absurdo de esta incómoda presencia en Italia.
La
periodista y defensora de los derechos humanos Annalisa Melandri, quien en los
días pasados había denunciado la presencia del Cardenal en Italia (www.annalisamelandri.it),
se hizo presente en la actividad y dio lectura a una carta en la que volvió a
expresar el sentir de millones de personas que en el mundo se han solidarizado
con el pueblo hondureño en resistencia.
"Usted
habló aquí de derechos humanos y de pobreza, y quiero compartir con ustedes una
reflexión”, dijo Melandri al terminar la intervención del cardenal Rodríguez.
“Por
cuánto concierne los derechos humanos, creo que hay que tomar en cuenta que
siempre existen dos actores: quien comete la violación y quien es violado.
Generalmente cometen violaciones el Estado y sus aparatos. Si yo secuestro a
una persona y la torturo, seré incriminada y presumiblemente condenada por
secuestro de persona, violencia privada o intento de homicidio.
Un
Estado que secuestra, tortura o asesina a personas – continuó la periodista italiana
– posiblemente sea condenado por organismos internacionales por tortura,
desaparición forzada o por ejecuciones extrajudiciales, que son crímenes de
lesa humanidad permanentes e imprescriptibles”.
Para
Melandri hay también otro elemento, otros actores en esta tragedia, es decir
quiénes legitiman las violaciones a los derechos humanos, quiénes las bendicen
y, de esa manera, se vuelven cómplices de la impunidad de los criminales.
“Hablando
de violaciones a los derechos humanos y pobreza, es evidente que los Estados
cometen violaciones a los derechos humanos cuando quieren garantizar
privilegios en detrimento de las masas populares (pobres) y, por lo tanto, nos
parece muy extraño y paradójico la invitación que se le hizo al cardenal
(Rodríguez) Maradiaga, quien desde el primer momento bendijo el golpe de Estado
en Honduras”.
Las
primeras señales de nerviosismo de los presentes no detuvieron la lectura de la
carta.
“Estoy
aquí y hablo también en nombre de algunos sectores de la sociedad civil
italiana, informados sobre los hechos que ocurren y han ocurrido en Honduras.
En nombre también de muchos amigos que están indignados por esta invitación.
El
golpe de Estado en Honduras – continuó Melandri – fue ejecutado para poder
seguir garantizando los privilegios económicos de esa oligarquía, la cual temía
perder su poder a raíz de las propuestas progresistas del presidente legítimo
Manuel Zelaya”.
Para la
defensora de derechos humanos, la propuesta de la Cuarta Urna y de instalar una
Asamblea Constituyente estaba tratando de “devolver un poco de dignidad a uno
de los pueblos más pobres del mundo”.
“Usted,
monseñor, habló del 20 por ciento de la población que en el mundo controla el
80 por ciento del PIB mundial. En Honduras – aseveró Melandri – rige un sistema
en el que 10 familias poseen la casi totalidad de la riqueza y del poder del
país, controlan las instituciones y junto con las jerarquías católicas y
eclesiásticas, administran cada aspecto de la vida social y económica.
El
golpe se dio para defender este sistema social y el cardenal (Rodríguez)
Maradiaga lo bendijo, así como bendijo todas las violaciones a los derechos
humanos que se perpetraron para respaldarlo (el golpe).
El
presidente dell’Instituto Italo-LatinoAmericano pidió a Melandri que hiciera su
pregunta. “No tengo preguntas, solo quería leer un comunicado”, fue la tajante
respuesta.
“En los
días sucesivos a la expulsión de Zelaya se registraron 50 muertos, 500 heridos
y un millar de detenciones arbitrarias, mientras hoy siguen los asesinatos de
líderes comunitarios, miembros del Frente de Resistencia (FNRP), militantes y
activistas.
Por lo
tanto – concluyó Melandri entre la confusión general que se originó en la sala
donde se realizaba el evento – consideramos que Usted es cómplice de los crímenes
cometidos durante y después del golpe de Estado y la declaramos persona NO
GRATA en nuestro país”.
Vestido de militar junto a Rafael Leonardo Callejas
No hay comentarios:
Publicar un comentario