martes, 1 de enero de 2019

El primero de enero y las guayabas

La sala en casa de mi tía Lauren era muy oscura. Yo siempre le pregunté, con mucha necedad, del por qué no habían hecho una ventana para que entrara la luz. Lo cierto es que para mí hubiera sido más fácil ver los títulos en el librero de la esquina y los nombres de los LP que guardaba bajo el televisor, en la división de madera torneada. Por el contrario, el patio tenía una luminosidad que partía del verdísimo árbol de limas, que ahora lo recuerdo como una bombilla vegetal que daba iridiscencias y aromas a las mañanas. Bajo él nos sentábamos a hablar largo rato y ahí mismo se celebraron la mayoría de días de la madre y otros eventos familiares. Frente a la lima estaba el enorme mango al que siempre me negaron subir, aunque la prohibición no era necesaria ya que las ramas para sujetarse comenzaban muy arriba, como si el árbol hubiera levantado los brazos para alejar los frutos de los niños. Me conformaba entonces con el guayabo y ahí era un pájaro más. Cantaba todo lo que recordaba, pero mi hit parade estaba encabezado por Pedrito Fernández y la historia de un perro corriente y canelo.

Así iniciaba el año, los primeros de enero eran una promesa indefinible que yo comparaba con el guayabo que zarandeaba para ver cuál guayaba madura me premiaba sin gusano alguno. Uno de esas mañanas, alrededor de 1986, me puse a curiosear entre las sombras de la casa los LP y sus portadas. Al lado de Hey, de Julio Iglesias, tía guardaba un disco cuyo diseño era una cuadrícula muy setentera sobre la que se perfilaba un hombre guitarra en mano. Era el álbum Hilachas de Sol, del nicaragüense Luis Enrique Mejía Godoy. Le pedí a tía Lauren que lo pusiera y ella accedió haciéndome prometer que me aprendería una de las canciones para cantarla subido al palo de guayabo. El sonido delicioso del vinilo siendo rasgado por el diamante inundó las sombras, y así fue que escuché, sentado en el piso y con mi tía pidiéndome que le bajara al volumen, la canción Primero de enero, tercera en el orden del disco.

Pienso ahora que la formación política puede llegar por el lado más sensible e inesperado, porque a partir de escuchar ese disco, me encontré de pronto absolutamente consciente de la desgracia social que sufríamos en Latinoamérica.  Aquella letra (... lleva Pablo los bautizos/ con tristeza entre sus brazos/ porque el capataz no quiso/ ser padrino de fracasos...) se hundió como aguijón de avispa chilera en mí, y ni qué hablar de la sexta canción del álbum, Yo te ofrecí una esperanza (él te dio vestido nuevo/ yo te ofrecí una esperanza).

Cuando me aprendí bien la letra, aquel guayabo era un escenario al que tía llegaba a bajarle al volumen porque todavía era peligroso cantar en Honduras canciones de guerrilleros. Cada primero de enero la canto, y recuerdo la risita de Tía mientras lavaba en la pila !Ya cántese la otra! -me decía- !ese disco ya se rayó!, Entonces yo le daba vuelta a mi pecho-acetato y le cantaba un tema de Jorge Rigó, de las novelas venezolanas que estaban dando por esos días: Sola/ te vas quedando sola/ ... deja el dolor por la esperanza/ y ven a acobijarte entre mis brazos... Ella me acompañaba con su voz feliz, y yo aprovechaba para sacarle los gusanos a la guayaba.

Por las sombras del camino van los indios hacia el pueblo, van bajando la montaña
por que es primero de enero. Llevan gallinas al cura por milagros venideros o a rogar por que este invierno llueva mucho en el potrero. El patrón va entrando a misa disfrazado de cordero. (Se da golpes en el pecho, pero es muy duro ese cuero)bis. Por ser primero de enero van los indios hacia el pueblo. Por las sombras del camino van los indios hacia el pueblo, van bajando la montaña por que es primero de enero. Lleva Pablo dos bautizos con tristeza entre sus brazos por que el capataz no quiso ser padrino de fracasos. El patrón va entrando a misa disfrazado de cordero. (Se da golpes en el pecho, pero es muy duro ese cuero)bis. Por ser primero de enero van los indios hacia el pueblo, van bajando la montaña por que es primero de enero. Llevan gallinas… El patrón va entrando a misa disfrazado de cordero. (Se da golpes en el pecho, pero es muy duro ese cuero)bis. Por ser primero…


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