ZUMBIDO.
Tengo varios zarpazos en la carne
los tengo
con cada orgasmo
donde grabábamos nuestras iniciales
y la sed ecuestre
azotando siempre esa luna en celo
que guardabas para una sola lengua
veo al insecto trepador de las madrugadas
acechando el desierto aire de las bombillas
sobrevolando
lo hace midiendo el aliento de mi sábana
en la mañana la picadura en el brazo
en el ojo
en el tórax
en la tristeza
en el disco rayado de Joy Division
en esa lata de cerveza husmeando mi pulso
dicen que el mal de Chagas mata en quince años
de manera efectiva
y solamente veo a mis botas viejas
pienso qué será de ellas cuando muera
han sufrido los hachazos del tiempo
las arrugas en ese cuero feroz
que hacía de lobo taciturno en cada cuarto oscuro
han pisado copos de roca sonámbula
en las noches en que el sueño es una vasija
una reliquia de lo que somos en el día
mis botas han enfermado con la nieve
han probado el polen de tus poros
cuando han seguido tu aroma a la altura de la tierra
La chinche se ha marchado con mi sangre
y mis antiguos prodigios
de convertir tus gemidos en poemas
de calzar tus pasos con mis dientes
pobres mis botas
les dolerá cada huella no pronunciada por tus labios
les dolerá no volver a dormir bajo tu sombra
extrañarán
pasearse rígidas bajo el techo de tu cama
muertas de tedio
cómo el fósil en que se convierten los recuerdos.
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